La niña Teresa vivía junto al mar en un pobre poblado de África. Teresa no tenía ningún juguete, ni siquiera una muñeca de trapo. Un día, se encontró un viejo tronco de madera. Lo recogió con mucha ilusión, y, durante varios días, talló la madera, hasta que, poco a poco, fue apareciendo la figura de la Virgen María con el Niño Jesús. María estaba de pie, sujetando las manos de su hijo para enseñarle a andar. Cuando terminó la figura, construyó en la cabaña donde vivía un sencillo altar con piedr...