La Iglesia en España se prepara para recibir a familias de todo el mundo durante la celebración del V Encuentro Mundial de la Familia en Valencia. El lema, La transmisión de la fe en la familia, señala el camino de preparación, y es también el lema de la Jornada de Familia y Vida de este año, mañana viernes 30 de diciembre. Así escriben los obispos de la Subcomisión de Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal Española:
En este nuevo milenio, la Iglesia está empeñada en la nueva evang...
La Iglesia en España se prepara para recibir a familias de todo el mundo durante la celebración del V Encuentro Mundial de la Familia en Valencia. El lema, La transmisión de la fe en la familia, señala el camino de preparación, y es también el lema de la Jornada de Familia y Vida de este año, mañana viernes 30 de diciembre. Así escriben los obispos de la Subcomisión de Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal Española:
En este nuevo milenio, la Iglesia está empeñada en la nueva evangelización, en la transmisión de la fe a las nuevas generaciones. El nacimiento de Jesús es la gran noticia. También el nacimiento de un niño es siempre motivo de alegría. El esfuerzo de la ciencia debe estar siempre al servicio de la vida. Son motivo de esperanza los avances médicos que permiten una atención cada vez más eficaz a toda vida humana. Por otra parte, es la misma ciencia la que nos confirma que, desde el momento de la concepción, tenemos un nuevo ser humano, así como que las células madre procedentes de adulto son eficaces y no suponen la destrucción de una vida embrionaria...
La luz de Cristo brilla en Navidad, y llena de luz y esperanza nuestros hogares. Por ello, las familias cristianas hacen oír su voz en nuestra sociedad, ya con su testimonio personal, ya mediante asociaciones y plataformas, a través de las cuales promueven los valores del matrimonio y de la familia. Los obispos apoyamos y nos unimos a esta iniciativa de las familias cristianas. La renovación de la pastoral familiar, los frutos de la aplicación del Directorio de Pastoral Familiar, el esfuerzo por la formación de los agentes de pastoral familiar, la vitalidad creciente de los movimientos y asociaciones son también un signo de esperanza en nuestra Iglesia.
La luz de Cristo se encuentra con la oposición de las tinieblas. Vivimos un momento en que se extiende una cultura que oscurece datos antropológicos fundamentales, disuelve la identidad de la familia y desprecia cada vez más la vida humana más débil. Se extienden prácticas como la experimentación con embriones, su destrucción para obtener células madre, e, incluso, la propuesta de practicar la clonación humana. También son una siniestra sombra la extensión de la píldora del día después, la Ley de Reproducción Asistida que prepara el Gobierno, la creciente presencia de la eutanasia en los medios, o la perspectiva de una ampliación de la despenalización del aborto.
Es una culpable omisión el no desarrollar políticas que ayuden eficazmente a la familia en necesidades como la vivienda, la conciliación o la educación. Más aún, no sólo falta el justo apoyo a la familia, sino que se la ataca con medidas antifamiliares como la reforma del Código Civil que equipara las uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio, o el llamado divorcio express, que introduce la figura del repudio. Por otro lado, se está preparando una Ley de Género con la que se quiere anular el significado antropológico de la diferencia sexual e imponer la teoría del género, contraria a la verdadera naturaleza del hombre.
Esta situación influye en el proceso de la transmisión de la fe. Cuando la verdad del hombre se oscurece, la fe aparece como un enemigo. En estos días de Navidad, contemplando a Jesús en Belén, recordamos que el misterio del hombre sólo se esclarece a la luz del Verbo encarnado. Esa luz tiene que ayudarnos a descubrir el deseo de amor y felicidad del hombre, que sólo en Dios tiene su cumplimiento definitivo. La transmisión de la fe es el anuncio de Jesucristo, un anuncio que no se agota en la propuesta de unas verdades y unas normas morales: es la invitación a una amistad personal con Jesucristo.
Religión a la carta
Uno de los desafíos con los que nos enfrentamos a la hora de transmitir la fe es la extensión del relativismo y la tentación de elaborarse una religión a la carta. Reconocer a Cristo como Salvador supone acoger la verdad como un don que ilumina nuestra vida, y no como algo de libre configuración. Desgraciadamente, nos encontramos con personas que, en nombre del Evangelio, rechazan a la Iglesia, al Papa, a los pastores, la moral de la Iglesia…, y a veces siembran la confusión entre los fieles. Animamos a todas las familias a tener el Compendio del Catecismo de la Iglesia católica y acudir a él como norma segura de la fe y valiosa ayuda para su misión de transmitir la fe a los hijos. Los padres son los primeros educadores y evangelizadores de los hijos. Por ello, en virtud del sacramento del Matrimonio, están llamados a ser los primeros responsables de la transmisión de la fe a sus hijos. El punto central de la vida de la Iglesia y de la familia cristiana es la Eucaristía. El Año de la Eucaristía, que acabamos de celebrar, nos lo ha recordado. Invitamos a todas las familias a que participen en la Eucaristía dominical, a ser posible en familia. Que estos días de la Navidad sean días de intensa vivencia de la fe, y de que la gran familia de la Iglesia se reúna en torno al altar para dar gracias a Dios.
Hablad a vuestros hijos de Jesucristo. Ningún anuncio es más importante para su vida. Introducid a vuestros hijos en su misterio a través de la celebración litúrgica y la oración familiar. En estos días navideños, os bendecimos con afecto a todos, en especial a los enfermos, los niños y los ancianos, y pedimos a Jesús que conceda la paz al mundo, la unidad a las familias y el amor a los matrimonios. Encomendamos muy especialmente a la Sagrada Familia la preparación para el V Encuentro Mundial de la Familia.
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