En un año se espera que más de 500 refugiados se beneficien de esta experiencia piloto impulsada por el Santo Padre
Hace casi dos años, cuando abandonaban sin nada sus casas por la amenaza del Estado Islámico, pensaban que sería por poco tiempo y pronto regresarían.
Pero la falta de compromiso internacional y la continua guerra han enquistado la situación de miles de iraquíes para los que el sueño de recuperar sus vidas está cada vez más lejos.
Para dar una segunda oportunidad a algunas de estas familias, el Vaticano ha destinado los 150.000 dólares recaudados en el pabellón de la Santa Sede de la EXPO de Milán.
El Santo Padre dijo: "Vamos a hacer algo para los refugiados”. Así nació. Cor Unum habló con los nuncios apostólicos y nació este proyecto para ayudar a familias refugiadas en Jordania que han venido de Irak la gran mayoría y están en Jordania” (Mons. Segundo Tejado. Subsecretario, Pontificio Consejo Cor Unum).
La iniciativa se llama "Jardín de la Misericordia” y dará trabajo a 15 refugiados en la industria agroalimentaria. Segundo Tejado viajó a Jordania para inaugurar un proyecto que es algo más que proporcionar un empleo.
"La Iglesia lo que quiere es que estas familias puedan tener una forma de subsistencia para además darles dignidad porque es una situación muy difícil la que viven muchas de estas familias” (Mons. Segundo Tejado).
En un año se espera que más de 500 refugiados se beneficien de esta experiencia piloto impulsada por el Papa Francisco que también incluye cursos de formación.
Se espera que estas personas puedan, cuanto antes, ser autosuficientes y normalizar en lo posible su vida pese a la dureza de la situación.
"Veo la tristeza en los ojos de estas personas. Son muchos los cristianos de Irak que se han refugiado en Jordania y yo veo la tristeza de tener que irse porque no dejan solamente una tierra, dejan también su comunidad de fe” (Mons. Segundo Tejado).
Jordania es uno de los países que más refugiados ha recibido tanto de Siria como de Irak. Desde el principio de la crisis la Iglesia ha sostenido y acompañado a estas personas, víctimas de la persecución religiosa o de la guerra.
"La intervención de la Iglesia en este tipo de conflicto no se limita solo a lo que hace el Santo Padre o Cor Unum. Somos una pequeña gota, un signo. Un signo de la cercanía que el Santo Padre tiene a estos problemas a estas personas” (Mons. Segundo Tejado).
En Jordania hay unos 130.000 refugiados iraquíes y más de un millón tres cientos mil sirios. El país alberga el segundo campo de refugiados más grande del mundo, Zaatari, donde viven más de 80.000 personas.