¿Tienen sabor los recuerdos? Suena muy poética esta pregunta pero quizá admita una interpretación más literal de lo que parece. Solemos hablar de sabor en un sentido figurado: un buen paseo, una conversación, una lectura, una sonrisa son, ciertamente, sabrosos. Y de otras cosas también decimos que nos dejan regusto amargo, o dulce, o picante, regusto, por supuesto, completamente ajeno al acto de comer: nadie piensa en "comerse" una amistad, una canción o una fiesta. O por lo menos eso parece. ...