Comentario al Evangelio: El trigo y la cizaña

opusdei,org

Evangelio del Domingo 16º del Tiempo Ordinario (Ciclo A) y comentario al evangelio de la Misa

La ‘nueva normalidad’ es tiempo para la conversión

Belén Huertas y José Antonio Méndez

En nuestra vida, ningún error es imperdonable. Pero tampoco hay remedios que nos curen “por dentro” de una vez para siempre. Necesitamos levantarnos una y otra vez

Lo menos llamativo es lo más interesante

Jesús Montiel

“En la sociedad uniformada por el mercado, las tribus urbanas son residuos, conatos desesperados por destacarse, igual que las euforias nacionalistas son una reacción al globalismo”

El sentido de mi vida

Ángel Cabrero Ugarte

Artículo de Ángel Cabrero en torno a la llamada que Dios hace a cada persona, a raíz del libro entrevista de Paula Hermida al prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz

La paradoja de la defensa de la libertad religiosa en el mundo anglosajón

Salvador Bernal

Se reproduce la contradicción cultural de exigir la diversidad, pero de modo monolítico, excluyente, ,,,

Preparación personal

Alfonso Aguiló

Si nos detenemos a pensar en cómo empleamos nuestro tiempo libre, quizá advirtamos que pasamos bastante tiempo con distracciones demasiado pasivas y que nos aportan muy poco, y que podríamos…

La catequesis, educación en la fe

Ramiro Pellitero

Un texto de referencia para todos aquellos directamente implicados en la catequesis como educación en la fe e, indirectamente, también para todos los interesados en la educación o en la enseñanza de las cuestiones referentes a la fe cristiana

Andrei Siniavski (1925-1997): creer por la sencilla razón de que Dios existe

Jaime Nubiola

La voz de Andrei Siniavski desde Rusia ilumina la cabeza y enciende el corazón de sus lectores

Adolescentes y amistad

Ángel Cabrero Ugarte

Sabemos de los conflictos que pueden sucederse en torno a estos chicos cuando no encuentran esa persona que los escucha

Buena noticia

Rafael María de Balbín

No es el hombre quien, apoyado en sus débiles fuerzas, alcanza a Dios, sino Dios mismo que ha venido a nuestro encuentro