El Papa Francisco expresó su deseo de viajar a Armenia en el año 2015, cuando se cumplió el Centenario del Genocidio Armenio, el primer genocidio que tuvo lugar en el siglo XX
Con motivo de la visita del Papa a Armenia, el Embajador en España escribe para PALABRA un análisis sobre el significado del viaje de Francisco a su país.
La visita del Papa a cualquier país, como en este caso a Armenia, es un gran honor y un evento muy importante. A pesar de que la Iglesia apostólica armenia es una Iglesia independiente, históricamente se han constituido con la Iglesia católica, y en particular con la Santa Sede, relaciones muy cálidas, que continúan preservándose y desarrollándose.
En nuestros días también esas relaciones continúan desarrollándose activamente. Como piezas fundamentales que ejemplifican el respeto mutuo, cabe mencionar la colocación en el año 2005 de la estatua de san Gregorio el Iluminador (o el Armenio), apóstol de Armenia y fundador de la Iglesia armenia, en uno de los nichos exteriores de la basílica de San Pedro del Vaticano, siendo la primera vez que la estatua de un santo de rito oriental se colocaba entre los santos fundadores que rodean el exterior de la basílica de San Pedro; −y el reconocimiento oficial del clérigo y filósofo armenio san Gregorio de Narek como Doctor de la Iglesia por parte del Papa Francisco en la Misa oficiada por el Centenario del Genocidio Armenio.
Literalmente hace dos o tres días se comunicó el lema de la visita del Papa Francisco a Armenia, el cual reza Visita al primer país cristiano. De esta manera, el Papa Francisco, recoge la estafeta del Papa Juan Pablo II, quien visitó Armenia en el año 2001 en el marco de los eventos conmemorativos del aniversario número 1700 de la adopción del cristianismo en Armenia. Tal y como indicó Su Santidad el Papa Francisco en su‑Mensaje a los Armenios, en la Misa oficiada el 12 de abril de 2015, Armenia fue “la primera entre las naciones que a lo largo de los siglos abrazaron el Evangelio de Cristo”.
En el año 301 Armenia, adoptando el cristianismo como religión oficial de estado, se convirtió en el primer país cristiano del mundo. Durante siglos, estando rodeado por países e imperios no cristianos, el pueblo armenio se sometió a muchas privaciones, a múltiples guerras, pero se quedó firme en su decisión. Nunca puso en duda su fe cristiana. La visita del Papa a Armenia es un tributo al pueblo armenio y a su historia milenaria, así como un llamado a la paz para la región y el mundo.
Esta visita también se prioriza por parte del Vaticano. Eso queda en evidencia en el programa de la visita. El Papa pasará tres días en Armenia: del 24 al 26 de junio. Además de la capital Ereván y de la Santa Sede de Armenia, Echmiatsín, también visitará Gyumrí, la segunda gran ciudad de la República, así como lugares de peregrinaje de gran importancia religiosa en el territorio de Armenia. Su Santidad El Papa será recibido por las más altas autoridades políticas y religiosas de Armenia.
El Papa Francisco expresó su deseo de viajar a Armenia en el año 2015, cuando se cumplió el Centenario del Genocidio Armenio, el primer genocidio que tuvo lugar en el siglo XX, en el imperio otomano, que se cobró la vida de un millón y medio de víctimas armenias, también por causa de su fe. Cabe recordar, que el año pasado el Papa Francisco ofició una Misa en el Vaticano dedicada a la memoria de las víctimas del Genocidio Armenio. Este ejemplo fue seguido por la Iglesia católica en otros muchos lugares del mundo, incluida la Iglesia católica en España. En la santa iglesia catedral de Santa María la Real de la Almudena, el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osorio Sierra, ofició una multitudinaria Misa dedicada a las víctimas del Genocidio Armenio. Este año también en el marco de la visita a Armenia, el Papa Francisco rendirá homenaje a las víctimas que fueron canonizadas por la Iglesia armenia, visitando el Monumento de Tsitsernakaberd, dedicado a la memoria de las víctimas del Genocidio Armenio.
Esta visita del Papa a la región es muy importante particularmente en estos días, teniendo en cuenta la escalada de la ola de violencia en la región de Nagorno-Karabaj, que tuvo lugar en los primeros días del pasado mes de abril, cuando Nagorno-Karabaj se convirtió en blanco de ataques de parte de Azerbaiyán, causando muchas muertes, entre ellos varios civiles.
El pueblo armenio conoce el valor de la paz mejor que nadie, debido a las páginas trágicas de su historia. Tanto las autoridades políticas de Armenia, como cada ciudadano armenio comparten que la única manera posible de convertir el mundo en un lugar más seguro y próspero, en otras palabras, de crear un mundo mejor, es mantener la paz, fomentar la cooperación y realizar esfuerzos conjuntos. Lamentablemente, las autoridades políticas de dos de nuestros países vecinos piensan de otra manera. A pesar de eso, mi convencimiento personal es que tarde o temprano ellos también comprenderán y compartirán nuestra visión al respecto.
Avet Adonts Embajador extraordinario y Plenipotenciario de la República de Armenia en el Reino de España