Cuando se publicaron sus documentos personales, se supo que durante 50 años experimentó lo que los místicos llaman "la noche oscura del alma”
Se supo porque poco después de su muerte, unos sacerdotes jesuitas custodiaron algunos escritos privados de la santa.
"Años después de su fallecimiento, cuando empezamos el proceso de beatificación, nos entregaron estos documentos que los jesuitas habían custodiado. Entonces descubrimos cosas que no sabíamos de ella. Nadie en la congregación sabía que durante 50 años experimentó esa oscuridad” (Sor Therese Magdala, Misionera de la Caridad).
La Madre Teresa era una persona muy reservada, que quería que su vida de oración quedara entre ella y Jesús. Experimentó la prueba más difícil, sentirse rechazada por el Señor, Aquél a quien había dedicado su vida.
"Cuando rezaba se sentía vacía y eso le dolió mucho. Tardó mucho en comprender lo que Dios quería con esa prueba. Esta oscuridad ocurre a veces en la vida espiritual; purifica y ayuda a amar a Dios por sí mismo, y no por lo que nos da” (Sor Therese Magdala).
Ese vacío interior le ayudó a sintonizar con quienes experimentan rechazo, como las personas sin hogar: abandonados, sin saberse amados o queridos. Así creció su amor a Dios y por los demás, queriendo a las personas sin esperar nada a cambio.
"Ella entró profundamente en esta situación, y comenzó a ver que la oscuridad que estaba atravesando, que la hacía no sentirse amada ni querida, era participar en el abandono que sienten los pobres. Se sentía no querida, abandonada y rechazada... Y así reaccionó” (Sor Therese Magdala).
Y probablemente, ayudando a los pobres, creció su fe. Madre Teresa desafió a sus seguidoras a hacer algo más que resolver el hambre, la sed o la falta de casa. Quería que cada encuentro con un pobre fuera un verdadero encuentro con Dios.
"Decía que nuestra vocación no es hacer un trabajo de ayuda social, por muy bueno y útil que pueda ser, sino asumir nosotras mismas algo del sufrimiento de los pobres, llevarlo con nosotras para que sea parte de la Redención. Decía que al vivir también ella misma el sufrimiento de los pobres la hacía conectar con su lado espiritual” (Sor Therese Magdala).
Y probablemente ese entrar en contacto con la pobreza de un modo que muy pocos han hecho, es la razón por la que la Madre Teresa impactó tanto no sólo en los pobres, sino en el resto de personas de todas las condiciones sociales.