Ella dio en el clavo sobre las cuestiones de fondo que ya han cobrado carácter urgente a día de hoy.
¿Quién es Jutta Burggraf?
Si eres una mujer en rebeldía te interesa conocer a Jutta Burggraf. Con sus escritos, Jutta dejó muy claras algunas señales en esa buena dirección hacia la paz con uno mismo, hoy tan necesaria para la mujer en rebeldía con la propia mujer y su entorno, si la lees, ella te hará sentir filósofa, libre y con genio.
Es probable que si la conoces y te dejas llevar de su mano, vayas segura por un camino sencillo de comprensión, de aceptación de tu naturaleza, de integración de las diferencias, de colaboración y armonía en la convivencia, enseñándote, entre otras cosas, a perdonar.
Si desde el orden y el silencio del espacio en calma, Dios sonriendo dijo tu nombre y el mío, y nos llamó a la existencia como un bien para el mundo, Jutta Burggraf fue sin duda una misericordia con nosotros, un gran mensaje y cumplió una preciosa misión.
Alemana y de la posguerra (1950-2010). De joven podría haber protagonizado alguna revista de belleza o encabezado alguna protesta por los derechos de la mujer; sin embargo, ella dedicó sus fuerzas a cambiar el mundo de otra manera, a la manera silenciosa del que se entrega a Dios en el trabajo ordinario y le dedica su vida entera, su corazón y su inteligencia.
Doctora en Pedagogía y Teología, su mente preclara fue notoria para el entonces Papa, Juan Pablo II, quien la designó como perito en el Sínodo Ordinario de los Obispos sobre la vocación y misión de los laicos en la iglesia y en el mundo (1987), cuando aún no había cumplido los 40.
Antes de irse nos dejó más de 20 libros y fue coautora de 70, en materia de Teología de la Creación, feminismo, teología de la mujer, la familia, etc. Jutta efectivamente dejó su mensaje para el mundo, con la fortaleza que sólo la convicción profunda otorga, con el buen sabor de boca del trabajo bien hecho y con la valentía de distinguirse entre las mujeres por su genio femenino.
En su comprensión profunda del hombre y de la mujer, tuvo el arte de dar a cada uno lo suyo en su justa medida; también tiene un mensaje práctico para el hombre, como se puede ver en el artículo: ¿Es el feminismo el que destruye la familia o más bien el machismo?
Sin duda Jutta Burggraf ha dejado una huella en el saber teológico sobre la Trinidad en San Alberto Magno (tema de su tesis doctoral), o en la teología espiritual del siglo XVI, pero quizás aún más trascendente será, sin duda, su aportación profundamente humana sobre la mujer, desgranando suavemente los escritos de Juan Pablo II especialmente en La Dignidad de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, o en Varón y mujer: ¿naturaleza o cultura? (v.n2).
Una teología para la vida realmente vivida
Sin embargo, Jutta no es sólo una referencia para la mujer, por su ser mujer y sus escritos llenos de sabiduría, sino que también es un ejemplo para el estudioso de la Teología, ya que su pensamiento no se queda anclado en la especulación teórica, sino que es una teología para la vida, realmente vivida.
Como manifiestan los que la conocieron, se hacía querer, su trato impregnaba cercanía, alegría de vivir, un pensamiento original, libre y abierto, con una fina puntería en su visión de futuro. Ella dió en el clavo sobre las cuestiones de fondo que ya han cobrado carácter urgente a día de hoy.
“Cada santo es una misión (n.19). Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión (n.23). Ojalá puedas reconocer cuál es esa palabra, ese mensaje de Jesús que Dios quiere decir al mundo con tu vida (n24).”
Parece que, hoy que la mujer y el hombre están siendo vapuleados por la cultura, este mensaje y esta misión fielmente cumplida merece ser recordada, estudiada y difundida por los defensores del hombre y la mujer auténticos.