Si hay un don o un carisma que la Iglesia católica debe cultivar en beneficio de todas las iglesias, ese es la unidad (Card. Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia).
Luego se rezó por distintas necesidades del mundo. Se pidió por todos los afectados por la pandemia.
Mira con compasión el sufrimiento de tus hijos que padecen esta pandemia; alivia el dolor a los enfermos, da fuerza a quien les cuida, acoge en tu paz a quienes han fallecido (Papa Francisco).
Por último, se dio paso al rito de la adoración de la Cruz, uno de los momentos culminantes.
La celebración de la Pasión de Jesús es la liturgia más penitencial de la Semana Santa. La Iglesia reflexiona sobre los propios pecados pero sobre todo se contempla cuánto Dios ama a cada persona.