Todos los Santuarios del mundo están invitados a participar en directo en conexión con el mundo entero
El 30 de mayo de 2020, a las 17:30, el Papa Francisco presidirá el rezo del santo rosario desde la Gruta de Lourdes en los Jardines del Vaticano. El Santo Padre ha invitado a unirse a su oración para invocar la ayuda y el auxilio de la Virgen en la pandemia y para confiar al Señor a la humanidad entera.
La celebración mariana, retransmitida en directo, está organizada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, sobre el tema: Perseverantes y concordes en la oración, junto con María (Hechos 1,14). Se unirán a la oración los santuarios de todo el mundo con una participación especial de las familias. Un acto de oración mundial para los que quieran unirse con el Papa Francisco en vísperas del domingo de Pentecostés.
Rezarán los misterios algunas mujeres y hombres que representan diversas categorías de personas particularmente afectadas por el virus. Habrá un médico y una enfermera, como testigos del personal médico que trabaja en primera línea en los hospitales; una persona curada y una que ha perdido un familiar, en nombre de todos aquellos que han sido tocados personalmente por el coronavirus; un sacerdote, capellán de hospital y una monja enfermera, por todos los sacerdotes y las personas consagradas cercanos a los afectados por la enfermedad; una farmacéutica y una periodista, que representan a todas las personas que, incluso durante el período de la pandemia, han seguido prestando su servicio en favor de los demás; un voluntario de Protección Civil con su familia, en nombre de todos los que trabajan para hacer frente a esta emergencia y del vasto mundo del voluntariado; y una familia joven, a la que nació un niño precisamente en este período, como signo de esperanza y de la victoria de la vida sobre la muerte.
A los pies de María, el Santo Padre depositará los tantos afanes y penas de la humanidad, agravados aún más por la difusión de la Covid-19. La cita para el final del mes mariano es un signo más de cercanía y consuelo para aquellos que, de diversas maneras, han sido afectados por el coronavirus, en la certeza de que la Madre Celestial no desatiende las peticiones de protección.
Se conectarán los mayores santuarios de los cinco continentes. Por ejemplo, de Europa, Lourdes, Fátima, San Giovanni Rotondo, Pompeya y Czystochowa (Polonia); de los Estados Unidos de América, el Santuario de la Inmaculada Concepción (Washington, D.C.); de África, el Santuario de Elele (Nigeria) y Notre-Dame de la Paix (Costa de Marfil); de América Latina, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (México), Chiquinquira (Colombia), Luján y Milagro (Argentina).