Coloquio de Mariano Fazio, autor de “El último romántico”
El vicario general del Opus Dei, Mariano Fazio, ha presentado el 27 de noviembre en Madrid su libro ‘El último romántico’. La obra nace del deseo del autor de saldar una deuda de gratitud con San Josemaría, ofreciendo las claves para interpretar el mensaje de la santidad en la vida corriente a la luz de los nuevos desafíos del hombre y la mujer del siglo XXI.
“Este libro surgió de un cargo de conciencia. Había escrito sobre muchas cosas y personas pero nunca sobre San Josemaría. Y le debo mi vocación al Opus Dei y al sacerdocio. Era una deuda de gratitud que tenía”, relató Fazio durante el coloquio con la periodista Isabel Ramis, mantenido en el auditorio de la Fundación Mapfre de Madrid.
‘El último romántico’ salió a la luz hace unos meses editado por Rialp, y ha alcanzado ya la cuarta edición. En el libro Fazio mantiene que el mensaje predicado por Escrivá es absolutamente actual, y que lo que cambia con el paso del tiempo son las circunstancias en las que se encarna. Así, el significado de cuestiones como la familia, el trabajo o la paternidad han evolucionado enormemente desde que el Opus Dei naciera en Madrid, el 2 de octubre de 1928. “Una cosa son las familias de mediados del siglo XX y otra las familias de 2018”, explicó.
El mensaje de que todos los cristianos están llamados a la santidad es hoy patrimonio de toda la Iglesia. En este sentido Fazio recordó la exhortación apostólica Gaudete et exsultate, del Papa Francisco, en la que el Pontífice describe los diferentes modos de llegar a la santidad en la vida cotidiana.
“Todos dicen que estamos llamados a ser santos”, consideró Fazio, si bien son muchos los que aconsejan llevar al mundo formas que pertenecen más bien a la vida religiosa. “Lo revolucionario de San Josemaría es que la santidad es a través de las circunstancias en las que cada uno se encuentra”, incidió.
Convivir con la imperfección
Esas circunstancias son las que van cambiando con el paso del tiempo, y al hacerlo constituyen un nuevo desafío. En el caso de la santificación a través del trabajo, por ejemplo, Fazio recordó que ese trabajo debe estar bien hecho, de forma que pueda ofrecerse a Dios, pero que en la sociedad actual “la gente se quiebra por el perfeccionismo”, y “hay que saber convivir con la imperfección”, cultivando virtudes como la paciencia y sabiendo que lo mejor es enemigo de lo bueno.
En el contexto actual, además, hay espíritu de rivalidad y competencia, y prolongadas jornadas laborales que dificultan la adecuada atención a la familia. “Si San Josemaría hablase hoy de la santificación del trabajo les diría ‘trabajen menos; lleguen antes a casa”, defendió.
Ese exceso de atención al trabajo hace además que hoy la figura paterna sea para muchas personas una figura ausente. Fazio recordó que San Josemaría descubrió en 1931 la hondura de la filiación divina. Sin embargo, “hoy la paternidad está en crisis: hay padres impositivos, abusadores o ausentes”, y eso influye en la percepción que un cristiano puede tener sobre la filiación divina. Lo mismo sucede con la familia. “La familia perfecta no existe; todos tenemos familias con dramas y tragedias”, manifestó Fazio, para quien lo que predicaba San Josemaría “hay que ponerlo en el contexto de la familia actual”.
Libertad para amar
El título del libro está tomado de unas palabras del fundador del Opus Dei en las que se define a sí mismo como ‘el último de los románticos’, dispuesto a dar la vida por defender la libertad de todas las personas, como lo estaban los liberales del siglo XIX. “La libertad no es para elegir entre el Barça y el Madrid. Sin ella no podemos amar. Dios nos ha creado libres para amar, y el acto propio del amor es la entrega. Quien ha vivido eso en plenitud es Jesucristo en la Cruz. Por eso un cristiano, para saber qué es la libertad, tiene que mirarse ahí”.
La libertad se entiende con frecuencia solo como “hacer lo que nos da la gana”, y esto, paradójicamente, lleva a caer en la esclavitud del poder, del placer o de las riquezas. “Hay que defender la libertad en todos los ámbitos ahogando el mal en abundancia de bien”, subrayó.
A preguntas de la periodista Isabel Ramis, Fazio abogó por el compromiso del cristiano del siglo XXI por sacar la sociedad adelante, haciendo que reine el amor y la libertad de Cristo en todos los ámbitos. “Cómo cambiaría el mundo si los grandes políticos, los periodistas, los actores de cine, los empresarios, fueran católicos coherentes”, añadió.
Este compromiso con la mejora de la sociedad debe llevar al cristiano a involucrarse en ayudar a los pobres y necesitados. “Esto forma parte del espíritu del Opus Dei porque forma parte del espíritu evangélico”, subrayó Fazio. El autor animó a los asistentes a ver qué podían hacer por los más necesitados, aunque señaló que “los primeros pobres están en nuestras casas”, recordando la cantidad de personas solas, enfermas o necesitadas de calor y compañía que se encuentran cerca de nosotros.