Recojo de un libro de historietas catequéticas esta sencilla y simpática anécdota. En medio de la gran confusión que impera hoy en la vida de la Iglesia, la simplicidad de estos cuentos reconforta el alma
“Cuenta una leyenda judía que Salomón, el más sabio de todos los hombres, fue visitado una vez por un rey de lejanas tierras, el cual le pidió un favor.
Dadme −dijo aquel rey− una frase que recordar y que pueda ayudarme, tanto en períodos de infortunio como en épocas de prosperidad.
La frase que Salomón le dio fue la siguiente: «Esto pasará también».
En el correr de su vida, cuando aquel rey se vio abrumado por las adversidades, solía repetirse a sí mismo: «Esto también pasará», y así sostenía su paciencia y su valor. Después, cuando se halló en prosperidad y todo el mundo hablaba bien de él, solía asimismo decir: «Esto pasará también», acordándose de que no debía ensalzarse en demasía, ya que todas las alegrías terrenas se marchitan y duran poco”.