Estos días nos ofrecen una buena ocasión para hacer balance anual, también para que, a la vista del mismo, nos detengamos a reflexionar sobre nuestras prioridades vitales
La vida corre que vuela. Ya estamos llegando a fin de año… y al comienzo de otro.
Precisamente por eso, quiero regalarte un post práctico, sencillo. De cara a 2018. Útil para ti y para quienes te rodean; trabajen o estudien…
Solemos decir eso de “año nuevo, vida nueva”.
Estos días nos ofrecen una buena ocasión para hacer balance anual.
También para que, a la vista del mismo, nos detengamos a reflexionar sobre nuestras prioridades vitales.
Siempre cabe intentar reparar errores, rectificar rumbos, mejorar…
2018 nos ofrece la posibilidad de hacer eso que llamamos “borrón y cuenta nueva”.
Nos llega como una especie de folio en blanco, inmaculado, en el que nos va a tocar redactar… y queremos hacerlo bien. Con la mejor caligrafía y sin faltas de ortografía.
Es habitual iniciar el año cargados de buenos propósitos. Sabemos que, de alguna manera, empezamos a escribir un nuevo capítulo −y no hay tantos− en el libro de nuestra vida.
Hoy quisiera proponerte que hagamos, que hagas, un parón especial para plantearnos cuáles son nuestras prioridades vitales. Las de cada cual.
Que mires, que miremos, si estamos logrando eso que ahora se repite mucho:
Lo más importante es que lo más importante sea lo más importante.
A veces nos enredamos en asuntos menores, menudos, banales, si no contraproducentes. Cuestiones que nos distraen y nos roban el siempre limitado tiempo. Cosas que no merecen demasiado la pena. Y, así, no llevamos a cabo aquello que… aunque a veces cuesta esfuerzo, merece la alegría. La alegría, la satisfacción, de saber que hemos hecho lo que debíamos.
No sé −ni me concierne− cuáles son tus prioridades vitales.
Pero te invito a que veas este vídeo que te puede ser de utilidad. No para concretar las que hayas de marcarte (el profesor ofrece las suyas) sino para hacerte pensar y que veas lo relevante de la tarea de priorizar:
Una vez que ya has establecido tus objetivos, toca gestionar el día a día.
Y para ello es esencial sacarle jugo a tu tiempo, que no es que sea oro: es vida.
Por eso, en el marco de tus prioridades, has de establecer cada jornada la diferencia entre lo urgente y lo importante.
Te facilito la denominada matriz de Eisenhower, que nos enseña a ser más productivos y eficientes. Y aprovecho para comentarte que, si has hecho clic en lo destacado en negrita, tienes un buen post para aprender. O para recordar; y disfrutar.
Te subrayo, con Eisenhower, que lo que es importante rara vez es urgente; y lo que es urgente rara vez es importante.
Las tareas importantes, en palabras de Brett McKay, son las que contribuyen a nuestra visión, valores y objetivos.
Te dejo aquí un cuadro que te va hacer muy visual el planteamiento:
Tus acciones (no lo olvides) son las que expresan tus prioridades: las reales (que, a veces, desmienten las teóricas). Recuerda que tus hechos hablan tan alto que pueden no dejar oír lo que dices.
Te aporto unas cuantas frases del interesante libro de Francisco Alcaide titulado Aprendiendo de los mejores:
Como escribe Brian Tracy, una persona cualquiera que desarrolla el hábito de establecer claras prioridades y completar rápidamente tareas importantes superará a un genio que habla mucho y hace planes maravillosos, pero consigue hacer muy poco.
Lo habrás leído más de una vez: si te organizas bien, y realmente quieres hacer algo, verás que no existe la falta de tiempo que algunos aducen: existe falta de interés; porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y un momento se vuelve una oportunidad.
La frase queda bien; pero… para mí, los martes siguen siendo martes, oye. Y nunca se me convierten en sábado. Más bien, todo lo contrario: a veces algún sábado se trueca en… día de labor. Para “júbilo” propio y de los míos… Tengo que mejorar…
Has visto en el vídeo las prioridades del profe. Tú puedes tener otras diferentes. Y yo. Como decía uno: disculpa si no cumplo tus expectativas. Mi prioridad es cumplir las mías.
Cada cual, las suyas… Así que me decía un amigo, bastante goloso: −Lo único que necesitamos es un chocolate que no engorde. Pero no. La NASA se empeña en saber si hay agua en Marte… Así nos va.
¡Feliz Navidad! Y, anda, ¡regálale el post a alguien; hazle un retuit!
José Iribas, en dametresminutos.wordpress.com.
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