Desgraciadamente el mundo va muy rápido. Quizás no se mueva, pero la sensación es de stress galopante. No hemos digerido un tema y aparece otro. Mientras una mayoría queda ayuna de novedades la minoría reflexiva no tiene tiempo para asentar criterio.
Entre lo uno y lo otro nos quedamos todos en el mismo sitio y aquí no ha pasado nada. Bueno, lo cierto es que, para cuando te das cuenta, ya ha sucedido todo y el mundo ha pegado un viraje que no hay brújula que te resitúe. Corremos demasiado y, lo que es peor, sin saber adónde.
Aún así hay tres o cuatro que saben de qué va el asunto. Unos son los que han preparado el preámbulo de la Constitución Europea que está criogenizada. Entre los otros, Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, un Papa que cada vez que habla nos alegra los oídos.
El cristiano en la Crisis de Europa recoge tres conferencias suyas. En ellas dialoga con la ilustración, época histórica que fundió los plomos de la intelectualidad europea. Por más lustre que se le saque, allí se consumó una traición a la cultura occidental en nombre de unas cuantas ideas brillantes.
En este librito el lector encontrará reflexiones oportunas y sugerentes. Por ejemplo se incide en que el desarrollo moral no ha corrido parejo al técnico. Así nos encontramos con un hombre descabalgado que es arrastrado por una hermosa caballería.
En esas el hombre dejó de ser imagen de Dios para quedarse en “imagen del hombre”. Y ahí llega el gran misterio: ¿de qué hombre? En esas, también, apartando a Dios de la esfera pública el Occidente racionalista se separa de las demás culturas, que remiten siempre a una realidad religiosa.
De hecho, Occidente rechaza sus raíces y aparece irreconocible en el mundo. Es un laicismo que postula el agnosticismo, el relativismo y tantas otras ideas bajo la marca de tolerancia. Ya se ve que es una tolerancia bastante impositiva.
Dice Ratzinger, refiriéndose al Preámbulo de la Constitución europea: “De esa manera, el rechazo de la referencia a Dios no es expresión de una tolerancia que desea proteger a las religiones no teístas y la dignidad de los ateos y de los agnósticos, sino más bien la expresión de una mentalidad que desearía ver a Dios definitivamente expulsado de la vida pública de la humanidad y relegado al ámbito subjetivo de culturas residuales del pasado”.
El librito se completa con otros escritos sobre la fe, donde se muestra que el cristianismo se consideró a sí mismo, desde el inicio, como religión del Logos, es decir, religión según la razón.
Como decía Chesterton, con esa lucidez nada ilustrada, “Yo cuando entro en una Iglesia me quito el sombrero, nunca la cabeza”. El Cardenal Ratzinger es consciente de la naturaleza de la fe cristiana, nunca absurda, siempre adecuada a la razón y empujándola a superar sus propios límites, al contrario de la razón ilustrada que se ve obligada a reducir el mundo para controlarlo.
Libro denso en su brevedad, pero muy lúcido en sus planteamientos, que no son meramente filosóficos sino que ponen totalmente el dedo en la llaga al indicar, por ejemplo, que el respeto a la vida humana, desde su concepción, es un punto de vista decisivo para juzgar una cultura.
EL CRISTIANO EN LA CRISIS DE EUROPA
Joseph Ratzinger
Ed. Cristiandad
102 páginasIntroducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía I |