280 participantes de 10 países debatieron en Roma sobre la relevancia artística, cultural y social de los trabajos cotidianos en el hogar. Es el segundo congreso de una serie de tres, convocados bajo el lema "Live the family: Home art".
El Congreso Incontro Romano reunió recientemente en Roma a 280 participantes que, provenientes de diez países -entre ellos Alemania, Brasil, España, Italia, Francia, Estados Unidos y Hong Kong-, expusieron sus conclusiones sobre el tema Live the Family – Home Art.
Este "Encuentro" se enmarca en la serie de congresos que entre 2006 y 2008 se están celebrando, todas bajo el lema común de "Vivir la Familia".
A lo largo de las ponencias y comunicaciones se destacó la excelencia que reclaman los trabajos cotidianos de la casa, su dimensión artística y cultural, y su incidencia en la vida de las personas.
El intercambio de experiencia profesional entre personas de variadas procedencias constituye una riqueza presente en cada edición del Congreso anual. El intercambio de experiencia profesional entre personas de variadas procedencias constituye una riqueza presente en cada edición del Congreso anual. Raquel Contador y Susana García, de Madrid, transmitieron las ideas trabajadas en su proyecto “Home Art: vivir como artista”.
“Vivir con talante artístico en la cotidianidad de las tareas de la casa -dijo Raquel-, supone una actitud personal que merece la pena cultivar, aprendiendo a mirar las cosas muchas veces sin cansarse".
La sesión de Raquel Contador y Susana García."En un trabajo de atención directa a la persona, como es la tarea del hogar, día a día se puede dejar una huella duradera en las personas que se ama, a través del cuidado de los detalles materiales que hacen la convivencia más amable".
"Un ambiente limpio -continuaron-, la ropa cuidada, cambiar una bombilla fundida o cuidar los platos de comida reflejan sin palabras la amabilidad y cortesía de quien está atento a los detalles por servir a los demás”.
La segunda parte de la presentación daba a conocer el proyecto del Centro de Estudio y Trabajo (CET) en el que participan. A la vez que cursan sus estudios universitarios, aprenden a hacerlos compatibles con una gestión profesional del hogar mediante un plan de formación integral que promueve simultáneamente un auténtico sentido de familia.
Más de 280 participantes asistieron a las sesiones.Hot Pot: Good Food, Happy Home fue la ponencia de Tiffany Wang Yee, de Hong Kong. Resaltó el valor del hot pot, tradicional comida china en la que se cocinan los alimentos mientras que se toman alrededor de la mesa. La presentación valoraba un elemento cultural que conjuga la vida familiar con el trabajo de cocinar.
La conferencia principal corrió a cargo de Claire Mazoyer, del Institut de Formation à l’Assistance aux Personnes (IFAP) de Francia.
“La casa -dijo la profesora Mazoyer- revela el ambiente de la vida de la familia que la ocupa. Al mismo tiempo, las tareas materiales de la casa, las actividades domésticas, infunden calor y vida a un cuadro impersonal, precisamente porque están realizadas por personas y para personas".
"Cuidar estas cosas materiales (el orden, la armonía, la limpieza), crea un clima de paz, de serenidad, de belleza, que contribuye al descanso de la familia. Las tareas domésticas tienen como fin inmediato el bienestar de cada miembro de la familia. Por ello, este trabajo será siempre necesario y fuente de dignidad y de mejoramiento para quienes lo realicen”.