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Fuente: ForumLibertas.com

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Los pro vida franceses denuncian que hay más de 200.000 bebés abortados por año, mientras los portugueses afrontan un referéndum el 11 de febrero

Las asociaciones pro vida francesas y portuguesas llaman a la movilización los próximos 21 y 28 de enero, respectivamente. El movimiento francés ‘30 años es suficiente’ convoca para este domingo a una marcha en París y denuncia que “oficialmente, 220.000 bebés son abortados cada año desde la ley que despenalizó el aborto en Francia”.

Por su parte, la Asociación Portuguesa de Familias Numerosas pide respaldar la Caminata por la Vida que se llevará a cabo el 28 de enero, también domingo, en Lisboa. Los portugueses afrontan un referéndum el próximo 11 de febrero para decidir la posible despenalización del aborto.

El movimiento ‘30 años es suficiente’ agrupa entre otras a las asociaciones de Cristianos Protestantes y Evangélicos por el Respeto a la Vida, Médicos por el Respeto a la Vida, Protección de la Vida y la Salud, AOCPA-Escoger la Vida, Centro Internacional por la Vida, Transvida, Dejadles Vivir-SOS Futuras Madres y Renacimiento Católico.

Participan también la Confederación Nacional de Asociaciones Familiares Católicas y varias delegaciones europeas. El movimiento cuenta asimismo en Francia con el apoyo de numerosas personalidades religiosas y civiles.

“Carácter sagrado de la vida”

Según los organizadores, la marcha se propone defender “el carácter sagrado de la vida humana desde su concepción” y “una política familiar de ayuda a la maternidad y de apoyo a las mujeres encintas en dificultad”.

Desde hace tres años, indican los organizadores, miles de personas participan en esta gran manifestación de todos los defensores de la vida, e invitan a que su número aumente en este año electoral.

Sirva como ejemplo el video de la marcha por la vida 2006, donde se puede disfrutar en toda la segunda parte de las imágenes de numerosos jóvenes pro vida manifestándose y bailando al son de un pegadizo himno reivindicativo.

Los motivos de la manifestación están, indican los organizadores, además de en la cifra anual de abortos, en las “presiones inadmisibles sobre las mujeres embarazadas para que aborten”, la existencia de “un traumatismo profundo y duradero tras el aborto conocido como síndrome post aborto”, la constatación de “una disgregación familiar y la desvalorización, la cosificación del ser humano, en todas las situaciones de debilidad, especialmente al principio y fin de la vida”, así como las “consecuencias sobre el envejecimiento de la población y el dinamismo económico (cierre de maternidades y escuelas, problema de las jubilaciones)”.

La fuerza de los electores pro vida

Los organizadores subrayan la oportunidad de este importante año electoral, con la celebración de elecciones presidenciales y legislativas, por lo que la marcha se convierte en “una ocasión privilegiada de demostrar la fuerza de los electores pro-vida, en un momento en el que deben ser tenidos en cuenta en el seno de la campaña electoral”.

La marcha por la vida en París, donde se espera que acudan delegaciones de España, Alemania, Bélgica e Italia, viene a coincidir con la que anualmente también se celebra en Washington cada día 22 de enero.

Mientras que la marcha parisina es la tercera que se celebra, la estadounidense cumplirá este año su 34ª edición y habitualmente reúne a unas 100.000 personas.

Canadá también tiene una marcha anual que en 2007 se celebrará el 10 de mayo en Ottawa. Cabe señalar también que en junio pasado se celebró la primera marcha por la vida de Polonia, en Varsovia.

Caminata por la Vida

Para aquellos que no puedan asistir a la marcha por la vida en París, tienen una nueva oportunidad el próximo día 28 de enero. La cita es en Lisboa y está organizada por la Asociación Portuguesa de Familias Numerosas (APFN), que piden a todos los ciudadanos que están en contra del aborto que respalden esta primera Caminata por la Vida.

Ante el Referéndum programado para el próximo 11 de febrero, donde los portugueses decidirán la posible despenalización del aborto, la APFN informa de que la manifestación se iniciará en la capital frente a la Maternidad Alfredo da Costa y culminará en Fonte Luminosa.

La marcha, de 2 kilómetros, será un reflejo conmovedor de seis etapas de la vida: concepción, nacimiento, infancia, adolescencia, madurez y ancianidad. Se leerán textos sobre cada una de estas etapas y varios artistas cantarán el himno a la vida.

Esta manifestación trata de impedir que aumente el estatus legal sobre el aborto que en Portugal es bastante restringido. El 11 de febrero se votará el aborto libre a partir de la décima semana de gestación.

Una encuesta realizada el pasado 12 de enero decía, entre otras cosas, que un 44 por ciento de los votantes no piensan ir a las urnas, porque se requiere que más de la mitad del electorado vote para que un referéndum sea legalmente válido. Muchos ciudadanos pro vida entienden que abstenerse de votar hace más daño al referéndum que votar NO.

La APFN pide, en apoyo de la iniciativa, el envío de correos electrónicos a: [email protected], indicando en el apartado de ‘asunto’: queremos ayudar a Portugal. En el cuerpo del mensaje hay que escribir el nombre de su asociación pro-vida y el nombre del responsable de la misma, seguidos de la frase: apoya la ‘Caminhada da Vida’ para salvar la vida del niño no nacido. También se puede escribir a la siguiente dirección de correo: [email protected].

La Iglesia, por el ‘NO’

Por otra parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), Mons. Carlos Azevedo, señaló recientemente que “cada obispo estudiará en su diócesis la mejor forma de actuar” para concienciar a los ciudadanos a votar por el 'NO' a la despenalización del aborto en el próximo referéndum.

Después de una reunión celebrada en el Santuario de Fátima, Mons. Azevedo recordó que el Episcopado publicó “una nota pastoral con las cinco razones para defender la vida” y que es el “documento básico en esta fase de esclarecimiento de las conciencias”. Asimismo, indicó que “el Consejo Permanente de la CEP se regocija de los movimientos que han sido formados en las 20 diócesis portuguesas” con el fin de defender la vida.

La actual legislación, de 1984, establece penas de hasta tres años para la mujer que se practique un aborto ilegal y de dos a ocho años al médico que lo realice. Sin embargo, permite abortar en las primeras 12 semanas de gestación en caso de violación o de riesgo para la vida o salud de la madre.