«Querido William: ¿Qué tal estás? ¿Y tu hermana? Qué suerte tienes de ser el mayor, puedes enseñarle muchas cosas. Soy tu madrina. Seguro que has oído esa palabra, pero ¿sabes qué es? Te lo voy a explicar desde cero...»
A ver si consigo que con esta carta te enteres. Si no, ya te lo explicaré cuando te vea. Tus padres estaban deseando tener un hijo, y antes de que nacieras, ellos ya te querían mucho, mucho, mucho. Cuando naciste, te cuidaban, como ahora hacen con tu hermana, porque tú ...
«Querido William: ¿Qué tal estás? ¿Y tu hermana? Qué suerte tienes de ser el mayor, puedes enseñarle muchas cosas. Soy tu madrina. Seguro que has oído esa palabra, pero ¿sabes qué es? Te lo voy a explicar desde cero...»
A ver si consigo que con esta carta te enteres. Si no, ya te lo explicaré cuando te vea. Tus padres estaban deseando tener un hijo, y antes de que nacieras, ellos ya te querían mucho, mucho, mucho. Cuando naciste, te cuidaban, como ahora hacen con tu hermana, porque tú solito no podías hacer nada de nada. Te cuidaban, te daban de comer, te bañaban..., igual que ahora con Sally. También te bautizaron. Te pusieron un traje muy bonito, como un príncipe; te llevaron a la iglesia de Zufre y te bautizaron. Luego estuvimos toda la familia y amigos comiendo, y lo pasamos muy bien. Si quieres, dile a tus padres que te enseñen fotos de tu bautizo. Yo te tuve todo el tiempo en brazos.
A mí también me bautizaron, y a tus padres, y a tus abuelos... Tu abuela Sally se bautizó de mayor. Normalmente, los padres llevan a bautizar a sus hijos cuando son muy pequeñitos. ¿Quieres saber lo que es bautizar?
El mundo lo creó Dios. Fíjate, William, qué bonito es: los árboles, las montañas, los ríos, el sol, la luna, las estrellas..., pues todo esto lo ha creado Dios. Dios es la persona más grande de todas, y es muy bueno, porque nos ha hecho este mundo para nosotros, y nos ha dado la vida. ¿A que la vida no se compra en el supermercado, ni en la farmacia, ni en la tienda de juguetes? No. Fíjate, antes de que nacieras, Dios ya había pensado en ti, y te había buscado un papá y una mamá. Dios ve todo lo que haces, lo que quieres, lo que necesitas..., y es tan poderoso que con Su Mano invisible te pone aire en la puntita de la nariz para que respires. ¡Tú no lo ves, pero Él a ti sí!
Dios, viendo que la gente se peleaban y no eran felices, decidió ser Padre también. ¿Te acuerdas de Navidad? ¿Qué pasó? Vino Papá Noel, ¿qué más? También los Reyes Magos, ¿no? ¿A quién fueron? ¿A ti y a quién mas? En Navidad nace el Niño Jesús. ¡Él es el Hijo de Dios! Al primer niño que los Reyes Magos trajeron regalos fue a Él. Dios, siendo el más poderoso de todos, hace que Su Hijo nazca en un portal de Belén como un pobre..., y pone una estrella en el cielo para que los magos de Oriente lo encuentren y le lleven regalos. ¡Qué cosas hace Dios! Muchas veces no lo entendemos, Dios es toda una sorpresa.
Pues Jesús vino hace mucho tiempo, cuando ni tus abuelos habían nacido. Yo tampoco estaba, pero me lo han contado. Como era una persona tan especial (curaba a los ciegos, a los muertos les devolvía la vida, a los que no se podían mover los hacía correr...), había gente que escribía todo lo que hacía. Jesús enseñó a los hombres cómo tenían que vivir para ser felices, les dijo que no había que pelearse, que había que perdonar, y sobre todo que había que querer a todo el mundo y ser buenos con todos.
Si no conocemos a Jesús, no podemos conocer a Dios, porque a Dios nadie lo ha visto. ¿A que si la gente no conoce a tu padre, tú puedes explicarles cómo es? Pues Jesús igual. Pero Jesús, antes de morir, fundó la Iglesia, el sitio donde las personas pueden aprender cosas de Jesús y comunicarse con Dios, donde pueden conocerle, aprender a vivir felices. Las iglesias están en todos los sitios del mundo, aunque en la Luna no hay, ni en el Sol. ¿Te imaginas qué calor?
Bien, volvemos al principio, a tu origen: tus padres tuvieron un bebé, tú, un niño rubio, más blanco que un ajo pelao, con unos ojos azules muy grandes, muy simpático, y le pusieron el nombre de William Henry. En verano decidieron bautizarte, es decir, te hicieron socio del club de Dios. ¡Hijo de Dios como Jesús! ¡Qué suerte! Es más que nada en el mundo. Y con el Jefe más poderoso.
Nuestro compromiso
Cuando se bautiza a una persona, los padres del bebé se comprometen a ayudarle a que sea un buen miembro de la Iglesia. Adriano y yo fuimos tus padrinos. La gente confunde a las madrinas con las que hacen buenos regalos..., pero una madrina es algo más. Tenemos responsabilidad ante Dios de que seas un buen miembro de la Iglesia, y de que seas feliz. Yo me comprometo a explicarte cuando seas mayor de qué está hecho el corazón y para qué sirve, para que seas un niño feliz de verdad.
Voy a aprovechar para contarte algo importante que ha ocurrido en la Iglesia últimamente. El que manda en la Iglesia es el Papa, y ahora el Papa se llama Benedicto. Es un señor cura alemán, mayor, pero muy listo, habla muchos idiomas, y visita a las iglesias del mundo... Dicen que no es muy simpático, pero es bueno, y eso es lo importante. ¿Sabes que, además, toca el piano? El Papa Benedicto ha escrito una carta a todos los miembros de la Iglesia, y el tema es Dios es amor. Te voy a decir una cosa que me ha gustado mucho: que antes que tu puedas querer a nadie, Dios te ha amado a ti, y por eso te ha dado la vida. ¿Cuanta gente te quiere? Pues Dios te quiere mucho más que todos ellos juntos.
Bueno, William, ¡vaya madrina pesada que tienes! Espero no haberte aburrido mucho. Como eres un niño muy listo, seguro que te has enterado de todo. Cualquier pregunta que tengas, puedes hacérmela. ¡Encantada de poder ayudarte! Un abrazo muy, muy fuerte de tu madrina.
Cristinita
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