3.3. Pasos para el fin de la violencia. Personajes clave
El punto de inflexión en el final de la banda terrorista se produce en la legislatura de 2004 a 2008, con motivo de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales. En este periodo de tiempo se producen una serie de acontecimientos que van a provocar que ETA comience un periodo de declive que llevará a la banda terrorista a su situación actual. A continuación se repasan quiénes han sido los personajes clave en los últimos años que han llevado a ETA a encontrarse en su máxima debilidad operativa.
- El Gobierno del PSOE
El presidente socialista llegó a La Moncloa en marzo de 2004 fijándose como uno de los principales objetivos acabar con el terrorismo de ETA. El Gobierno, incluso, inició un proceso negociador con la banda terrorista que, finalmente, no fructificó, pero que dejó heridos de muerte a los etarras.
Al principio de su mandato, Zapatero implicó a una parte de su Gobierno en esta negociación con ETA. También mantuvo contacto con conocidos periodistas y medios de comunicación para transmitirles sus planes con la banda terrorista y conseguir un apoyo informativo imprescindible: era necesario tener a la opinión pública a favor [39].
Se podría decir que el Gobierno de Rodríguez Zapatero hizo todo lo que pudo para conseguir el fin del terrorismo etarra. El punto más delicado fue el llamado ‘chivatazo’ a ETA. Consistió en una llamada al por entonces recaudador del impuesto revolucionario de la banda terrorista al bar Faisán de Irún, Joseba Elosúa, para que no pasase a Francia por la frontera de Hendaya ya que la Policía gala había organizado una operación para detenerle. Fue un funcionario policial quien accedió al bar Faisán y dejó al colaborador de ETA un teléfono móvil para transmitirle que no podía viajar al país vecino [40].
Pese a la implicación personal de Zapatero, ETA también jugó sucio con el Gobierno español. Un ejemplo fue el atentado de la T-4 de Barajas, que se perpetró sólo unas horas después de que el jefe del Ejecutivo realizara unas declaraciones oficiales afirmando que la solución al terrorismo en España se encontraba más cerca que nunca. Sólo unas horas después, ETA reventó el parking de la nueva terminal del aeropuerto falleciendo en este atentado dos ciudadanos sudamericanos que se encontraban durmiendo en sus vehículos.
Uno de los principales apoyos en materia antiterrorista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero fue Alfredo Pérez Rubalcaba. El veterano socialista, que ya formó parte de los gobiernos de Felipe González en los ochenta y noventa, se reincorporó en 2004 a la primera línea política en el Ejecutivo.
Se puede calificar a Rubalcaba como el verdadero cerebro de la política antiterrorista durante los siete años y medio del Gobierno de Zapatero. A pesar de que el Ministerio del Interior fue ocupado, en un primer momento, por José Antonio Alonso, es Rubalcaba quien diseñó, consultó, decidió y ejecutó las decisiones que afectaron a la relación con ETA durante las dos legislaturas socialista.
La política antiterrorista de Rubalcaba pasó por los dos estadios: de una negociación directa con ETA a un postura dura, con detenciones y mensajes amenazantes en respuesta a la ofensiva de la banda terrorista.
El que fuera también vicepresidente del Gobierno diseñó además una estrategia para hacer frente a los comunicados de ETA. Durante los años que estuvo al frente del Ministerio del Interior convocó a los periodistas cada vez que se producía un acontecimiento importante en materia antiterrorista. Ya fuera por un atentado o por un comunicado, Rubalcaba enviaba mensajes precisos a los periodistas para contrarrestar la propaganda etarra. Suministrando la información adecuada (siempre que no afectara a la investigación), el equipo de Rubalcaba conseguía que los medios de comunicación ofrecieran también la versión oficial del Ministerio del Interior, evitando así que el único mensaje que se difundiera fuera la propaganda de ETA.
A modo de ejemplo, con motivo de la detención de dos importantes jefes de ETA, el departamento dirigido por Rubalcaba facilitó a los medios de comunicación dos detalles que consiguieron dejar en una situación ridícula a los terroristas. Cuando fue capturado ‘Txeroki’, Interior hizo saber que el etarra conservaba una importante cantidad de hachís [41]. Por su parte, cuando la Policía gala detuvo a Gurbitz dio a conocer que el etarra se orinó encima cuando un agente le encañonó con un subfusil. “Acción, reacción”, es como llamaban en el Ministerio del Interior a esta política antipropaganda que desplegó Alfredo Pérez Rubalcaba [42].
- El atentado de la T-4 marca un antes y un después
Es en las Navidades de 2006 cuando se produce un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno socialista y ETA. En vísperas del último día del año, dos terroristas colocaron una furgoneta bomba en el parking de la Terminal 4 de Barajas. El atentado provocó las dos víctimas mortales anteriormente citadas, pero tuvo consecuencias aún mayores.
El Gobierno de Zapatero y Rubalcaba dio orden de romper cualquier tipo de contacto con la banda terrorista. Se canceló todo, ya que un proceso de negociación con los etarras sería indefendible por el Ejecutivo de la nación después de un atentado como este.
Los expertos de la lucha antiterrorista coinciden en señalar que la T-4 es el principio del fin de ETA, ya que el Ejecutivo endurece su postura y a partir de ahora todos los jefes etarras irán cayendo en cadena. Pese a que en un primer momento se interpretó el atentado como un atraso (el fiscal de la Audiencia Nacional llegó a declarar que la furgoneta bomba “hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin”), la realidad dio la razón a La Moncloa y los etarras comienzan su declive. ETA, por tanto, puso fin con esta acción terrorista a las esperanzas de conseguir un final dialogado a sus más de cincuenta años de historia.
Otro hito importante para comprender la situación de extrema debilidad en la que se encuentra ETA a día de hoy es la llegada a los dos principales organismos de la lucha antiterrorista de dos personajes clave. Se trata de dos semidesconocidos para la opinión público, pero cuya labor ha sido de trascendental importancia para llevar a los etarras al borde de la desaparición.
Se trata, en primer lugar, de Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia. Llegó al cargo en 2009, ya en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, en sustitución de Alberto Saiz. El declive de ETA, precisamente, coincidió con su nombramiento. En su haber se encuentran numerosas desarticulaciones de ‘comandos’ y más de un centenar de detenciones de terroristas, así como el descabezamiento de varias cúpulas etarras.
Sanz Roldán es un militar de carrera, que llegó a ser Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) con Carme Chacón en el Ministerio de Defensa. Está realizando, en definitiva, una labor silenciosa aunque importantísima y poco reconocida por la sociedad en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, Cándido Cardiel es teniente general de la Guardia Civil y, desde 2010, director adjunto operativo del cuerpo. En su historial también se encuentra la detención de más de un centenar de etarras desde que tomó posesión del cargo. Otro profesional de la seguridad del Estado poco conocido por la opinión pública pero cuya labor es impagable.
Tanto Félix Sanz Roldán como Cándido Cardiel fueron nombrados bajo un Gobierno socialista, pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy decidió mantenerlos en el cargo, confiando en ellos máximas responsabilidades en asuntos de Estado. Dos profesionales, en definitiva, cuya trabajo diario contra ETA ha sido de trascendental relevancia y continúa siendo.
- Patxi López y la apuesta de la izquierda abertzale por vías pacíficas
El nombramiento de Patxi López como ‘lehendakari’ supuso un hecho sin precedentes. No sólo en la historia del País Vasco, sino también a nivel nacional: era la primera vez que un partido no nacionalista se hacía con el poder. Algunos medios de comunicación, principalmente Deia (diario cercano al Partido Nacionalista Vasco), predijeron una crisis sin precedentes. Vaticinaron que se originaría un caos, se paralizaría el país, habría boicots (especialmente, por parte del funcionariado) y sería traumático para todos. Se trataría, en definitiva, de una transición violenta. Pero nada de esto sucedió y la transición fue pacífica [43].
El País Vasco es un sistema político que se caracteriza por su alto grado de competencia: conviven ocho partidos parlamentarios, lo que representa el índice más elevado de formaciones del Estado español. Existe, por tanto, una intensa rivalidad en el Parlamento de Vitoria. Durante muchos años, además, el nacionalismo vasco radical ha estado visible en este Parlamento y ha amparado los atentados terroristas con su sucesivo silencio, lo que ha contribuido a incrementar este ambiente tensión. Ahora, quienes no condenaban los atentados han vuelto a la cámara de representación territorial, pero con otro discurso: el de apostar por la política.
Desde 1979 hasta hoy, ETA ha asesinado a nueve miembros del PSE-EE, cinco de ellos desde la ruptura de la primera tregua en 1999 y uno, Isaías Carrasco, desde el último alto el fuego. Una lacra, la del terrorismo, que lleva presente en Euskadi más de cinco décadas y que se ha llevado por delante la vida de 1.000 personas.
El 1 de marzo de 2009 tuvo lugar ese hecho histórico que ya se ha referenciado: el socialista Patxi López recibió el apoyo del Partido Popular en la sesión de investidura celebrada tras esas elecciones para convertirse en el primer ‘lehendakari’ no nacionalista de la historia democrática del País Vasco [44]. Gobernó en minoría una comunidad extraordinariamente compleja donde un partido hegemónico perdió un poder que conservaba desde hacía treinta años. Y lo ganaron quienes en ese tiempo vivieron con escolta o se vieron obligados a exiliarse. Una comunidad donde hasta el profesor de Ética (el del Audi rojo) puede ser un terrorista [45].
Otro avance importante en la historia del terrorismo en España es la apuesta decidida de la izquierda abertzale por vías exclusivamente políticas y pacíficas, renunciando a defender la violencia de manera explícita. Fue en 2010 cuando el que en su día fuera brazo político de ETA realizó una declaración en Alsasua afirmando que la acumulación de fuerzas políticas y sociales es la “única garantía” para un “proceso democrático”. Añadió que éste sólo debía desarrollarse por “las vías políticas y democráticas”. Así nació Sortu y más tarde Bildu y EH Bildu.
La izquierda abertzale reconoció que la Declaración de Alsasua, de la que salió el documento “Un primer paso para el Proceso Democrático: principios y voluntad de la Izquierda Abertzale”, tuvo lugar después de un amplio periodo de debate y reflexión interna que ha culminado ahora con la declaración titulada “Tras las conclusiones, el camino y los pasos. La Izquierda Abertzale, en marcha”. Así, exponía aquel documento inicial, “el proceso de liberación nacional y social debe basarse en la actividad exclusivamente política, y tomar como únicos instrumentos la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica, la modificación de la correlación de fuerzas y la búsqueda del apoyo internacional”.
La izquierda abertzale abogó en ese momento por una negociación entre ETA y el Gobierno español, que, a su juicio, debía versar sobre “la desmilitarización del país, liberación de presos y presas políticas vascas, vuelta de exiliados y exiliadas, y un tratamiento justo y equitativo al conjunto de víctimas del conflicto”. Más tarde, estas peticiones se han ido rebajando.
Era la primera vez que la izquierda abertzale reprochaba a ETA la “actividad armada”, de la que afirmaba que “lejos de solucionar los bloqueos en el diálogo, no ha hecho sino producir un bloqueo superior, que ha llevado a las partes a posiciones alejadas de la solución y a un escenario de colapso”. Este esquema, agregaba la antigua Batasuna, “debe ser superado”. Añadía que los “principios Mitchell” para la solución de conflictos armados eran “el marco de referencia que permite la superación eficaz de los obstáculos”.
Uno de los dirigentes de la izquierda abertzale que más ha trabajado por conseguir la paz ha sido Arnaldo Otegi, que internamente en ETA se le considera por algunos un “traidor”. El líder más carismático que han tenido los abertzales publicó un libro en prisión desgranando sus apuestas por las vías exclusivamente pacíficas [46].
3.4. El principio del fin de ETA. Cómo y cuándo comenzó a gestarse la paz
La presente tesis doctoral parte de una investigación previa realizada por el mismo autor y que se concretó en el Prácticum o Trabajo fin del Máster Oficial de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Se tituló: “Asesinatos de ETA en la prensa nacional tras el cambio de Gobierno en el País Vasco. De la crispación a la moderación” y fue defendido en junio de 2010 ante un tribunal compuesto por los doctores María Jesús Casals, José Ignacio Población y Jorge Lozano, y obtuvo la calificación de diez (10). En él se detallaba cómo han cambiado ETA, prensa y Gobierno vasco tras las elecciones del 1 de marzo de 2009.
En la misma investigación se realizaba un análisis cuantitativo sobre la repercusión en los medios de comunicación que tenía un asesinato de ETA con el Gobierno de Juan José Ibarretxe y cómo abordaron posteriormente los diarios el mismo acontecimiento bajo el mandato de Patxi López. El objetivo era demostrar cómo comenzó a gestarse la paz en España y cómo los periódicos lo reflejaron.
Para ello, se analizó la oferta periodística de la prensa sobre dos atentados perpetrados por los terroristas: el tiroteo que acabó con la vida del empresario Ignacio Uría, que tuvo lugar en Azpeitia el 3 de diciembre de 2008. Ese día, pistoleros de ETA asesinaron a quemarropa al empresario guipuzcoano justo a escasos metros de la sede de su compañía, adjudicataria de la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) al País Vasco, precisamente, uno de los objetivos que la banda terrorista marcó como prioritario.
Por otro lado, se pormenorizó el asesinato con bomba lapa del policía nacional Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009. Aquella jornada un ‘comando’ de ETA colocó una bomba lapa en los bajos de la parte trasera del vehículo del subinspector. Cuando lo arrancó, el artefacto hizo explosión y dejó el coche, un Citröen C4, envuelto en llamas. Puelles murió en su interior calcinado, sin poder hacer nada. Era uno de los principales responsables de la lucha antiETA del Cuerpo Nacional de Policía en Vizcaya.
El primero de estos atentados tuvo lugar mientras el ‘peneuvista’ Juan José Ibarretxe gobernaba en la comunidad autónoma vasca, mientras el segundo se produjo ya con Patxi López en Ajuria Enea.
Para esa investigación se tomaron referencias de cuatro diarios con sede central en Madrid: El País, El Mundo, ABC y La Razón. Eran, según los últimos datos publicados por la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD) correspondientes al mes de abril de 2010, las cuatro cabeceras más leídas de España [47]: el diario El País era entonces el periódico generalista de pago más consultado entonces, con 385.157 ejemplares de difusión. Le seguía El Mundo, con 276.478 ejemplares, ABC, con 248.034, y La Razón, con 120.146 ejemplares. Se incluía La Razón porque el de Planeta es un periódico puntero en información sobre ETA, con un equipo liderado por el histórico periodista Jesús María Zuloaga, uno de los mayores expertos en este tipo de información. Sólo se analizaron rotativos de Madrid para poder así valorar mejor si el enfoque informativo y editorializante de los cuatro periódicos cambiaba o no desde una perspectiva nacional, y no sólo local. Se obviaron, por tanto, diarios como El Correo Español, El Diario Vasco, Deia o Gara.
A la hora de establecer el orden de importancia de las piezas informativas en el trabajo de campo se siguieron los siguientes criterios: Posición, prevaleciendo la que ocupa toda la portada, y después la dirección de izquierda superior hacia derecha inferior. Tipografía. Acompañamiento gráfico. Porcentaje de superficie que ocupa en la página. Y número de columnas.
El periodo de análisis se acotó a una semana en ambos casos. De este modo, se analizaron las ediciones de los periódicos que abarcaban desde el 2 al 8 de diciembre de 2008, en el caso de Ignacio Uría, y del 18 al 24 de junio de 2009, en el caso de Eduardo Puelles. Para comprobar si el tratamiento informativo y editorial de las cabeceras cambió con la llegada de los socialistas al poder, se analizó el contenido de sus páginas durante el periodo ya mencionado. Se elaboraron diferentes gráficos para clasificar y tener una idea clara y concisa de la oferta informativa y opinativa.
Las conclusiones de esta investigación fueron las siguientes:
1. Los cuatro diarios realizaron un gran despliegue para informar y opinar sobre los atentados de ETA que acabaron con la vida de Ignacio Uría y de Eduardo Puelles. Hicieron, por tanto, un amplio seguimiento de la actualidad, de la noticia, con crónicas, con enviados especiales desplazados hasta el lugar de los hechos. La cobertura en El País, El Mundo, ABC y La Razón fue amplia, pues se trató de un ‘hecho excepcional’. Y es que el terrorismo siempre ha sido un problema de Estado para la prensa.
2. En los días previos al atentado, los diarios no hablaron de ETA. Apenas hubo noticias sobre la banda terrorista, sólo asuntos relacionados con el País Vasco y las cuestiones políticas que allí suceden (aunque no son precisamente pocas; Euskadi es un asunto de Estado, de ahí que los diarios hagan referencia constante a este territorio). Pero antes de los atentados, estas informaciones no eran portada [48].
Los diarios seleccionaron la información que llevaron en sus páginas de acuerdo a sus intenciones y los intereses políticos del momento. En este sentido, el profesor Casero Ripollés explica que “el principio de selectividad, facultad que reside en la profesión periodística, incide directamente en el proceso de construcción comunicativa de la crisis política [en nuestro análisis, un atentado de ETA], atendiendo a la elevada complejidad que estos eventos conllevan [49].
Los atentados de ETA, con cualquier Gobierno, concitaron una elevada atención periodística, que se caracteriza por su intensidad y su articulación en el tiempo. Adquirieron una primacía en el espacio informativo que pocos acontecimientos tienen y fueron, siempre, elemento destacado de portada. Se trató de “contenidos destacados de la realidad informativa por su centralidad y trascendencia”, según Casero Ripollés.
3. Se puede decir, por tanto, que la información relativa al País Vasco estuvo presente prácticamente a diario en las páginas de los cuatro periódicos analizados. No obstante, la inmensa mayoría fueron informaciones secundarias, que no ocupaban la primera página. El día posterior al atentado, la noticia sí se llevaba a portada, abriendo el periódico al máximo de columnas. El interés de los periódicos decayó, no obstante, al segundo día del suceso, cuando fue desapareciendo progresivamente de la portada. El cuarto día, o quinto en casos excepcionales, ya no aparecía ninguna información ni opinión en los periódicos.
Se observó que los asuntos vascos se caracterizaron por su proximidad a nivel nacional, es decir, el estatus de los actores protagonistas del País Vasco es siempre muy elevado y la visibilidad mediática de esta temática es sólo comparable a la que pueda adquirir Cataluña en la prensa nacional.
1. En general, los géneros que abordan los atentados de ETA son informativos y opinativos. De hecho, en este análisis, sólo se reflejó una entrevista. Información y opinión a partes iguales. Queda demostrado, por tanto, que “la supremacía informativa no es óbice para considerar la importancia de la oferta relativa a los géneros de opinión, ya que éstos también influyen en el proceso de articulación de la realidad política propia de un acontecimiento atípico [50]”. Aunque el público común no preste excesiva atención a estos géneros, sí sirven para hacerse una idea de la línea editorial del periódico.
El caso vasco, por tanto, constituye, tal y como diría Ignacio Ramonet, un “mega acontecimiento” de primera magnitud [51]. La cuestión vasca es, además, un problema de Estado, en el sentido en que afecta a su propia organización y modelo de las autonomías. El País Vasco posee, por tanto, otros elementos añadidos que lo hacen ser una referencia periodística a nivel nacional. Se podría decir, en resumen, que lo que ocurre en el País Vasco es de las primeras, si no la principal, cuestiones políticas para el Estado y, por extensión, de los problemas principales para el sistema político.
2. No se reflejaron en los diarios exclusivas y temas propios. Excepto algunas piezas reportajeadas. El Mundo, en este sentido, fue un especialista: véase, por ejemplo, la información titulada “Pero la partida continúa” [52], que fue un caso aislado de investigación periodística.
3. Las diferencias fundamentales entre los cuatros diarios se centraron en sus enfoques. Hay que tener en cuenta que la línea editorial de los cuatro diarios hacia el País Vasco es muy similar: las cuatro cabeceras exponen sus informaciones sobre Euskadi bajo la base del problema terrorista. Con Ibarretxe, los cuatro periódicos consideraban que había un problema de legitimación de los violentos. Después, con Patxi López, los cuatro diarios consideraron que hubo un cambio radical en el discurso político a aplicar.
1. Se pudieron comprobar que las diferencias fundamentales a la hora de abordar las informaciones y opiniones en los diarios en un atentado u otro fueron las siguientes: cuando Uría fue asesinado, el centro de las piezas eran ETA o ANV. Cuando Puelles fue la víctima, el centro de la pieza fue el asesinado, sus familiares o Patxi López. Por tanto, con el ‘lehendakari’ socialista, la información sobre ETA y sus asesinatos se normalizó: el lenguaje [53] hacia las instituciones se volvió pacífico y las palabras hacia ETA se endurecieron aún más si cabe. Se pasó a criminalizar con un margen mayor a los pistoleros. Las informaciones relativas al Gobierno central dejaron de ser importantes. Ni los partidos políticos de ámbito español tampoco. Sí eran piezas destacadas con Juan José Ibarretxe en el poder.
2. Analizando de manera particular cuál era la temática de las informaciones en cada diario se puede afirmar que para El País, ETA fue el centro de la pieza en la mayoría de las ocasiones debido a que su libro de estilo exige no dar excesiva cobertura informativa a la banda terrorista [54]. Existió, en este aspecto, una diferencia importante con la oferta que dedicaron a los pistoleros el resto de periódicos analizados. El diario de Prisa dedicó una mayor atención, por tanto, a la víctima y sus familiares: el rotativo de Prisa buscó hacer más visible el dolor por la muerte. Por el contrario, el Gobierno de Madrid fue el centro de la pieza en los diarios contrarios más alejados ideológicamente del Ejecutivo (El Mundo, ABC y La Razón). El Gobierno vasco, por su parte, fue noticia para El País en un mayor porcentaje.
3. Cuando Patxi López llegó al poder, la cruel manera de asesinar, esta vez, sí fue noticia destacada para la amplia mayoría de los periódicos. El Gobierno central se empezó a alejar del centro de atención. Se llegó a la conclusión también que, una vez que López asumió el poder, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empezaron a ser noticia. Aún así, y a pesar de que fue asesinado un agente del Cuerpo Nacional de Policía, su labor siguió sin estar referenciada informativamente.
4. El Gobierno de Ibarretxe no era noticia cuando ETA asesinó a Uría. Cuando atentaron contra Puelles, el Ejecutivo de Patxi López lo fue, y de manera destacada. Antes, los cuatro diarios trataban de situarse en contra de ETA y su entorno. Después, con Patxi López, los diarios cambiaron y apoyaron tanto a las víctimas y familiares, como al nuevo Gobierno vasco y su actitud. Es decir, las informaciones pasaron a incorporar aspectos más sentimentales y humanos.
En la época en que tuvo lugar el asesinato de Uría, en cambio, se centraban más en temas políticos.
1. Se pudo observar que cuando Juan José Ibarretxe era ‘lehendakari’, la representación en los medios de los dos asesinatos se redujo, además de a ETA, a la reacción que tuvo el Gobierno central. En cambio, con la llegada de Patxi López, se pudo comprobar que a la prensa española también le importaba y destacaba lo que decía y hacía el Ejecutivo vasco [55]. Se podría decir, por tanto, que se puso el punto y final al enfrentamiento entre el nacionalismo vasco (o el partido que gobierna en Euskadi) y el Estado español. Desde entonces, Madrid y Vitoria caminaron en una misma dirección, lo que se reflejó en los periódicos. Y Patxi López fue el gran artífice de todo. Había un problema de violencia y después ya no lo hubo. Esta actitud (menos nacionalista) ha continuado con el Gobierno de Urkullu [56]
2. Resultó significativa la posición marginal o prácticamente nula que ocuparon los agentes sociales (sindicatos, empresarios, grupos pacifistas, movimientos sociales, etc.) como fuente informativa.
3. El principal partido de la oposición de entonces a nivel nacional, el PP, ocupó una posición secundaria, cuando no nula, informativamente hablando para los cuatro diarios sometidos a estudio.
4. El peso informativo que tuvieron ETA y Batasuna no lo adquirieron por ser fuente informativa. Lo consiguieron porque los diarios les acusaban de alterar la paz. Es decir, toda referencia que se hizo a ellos fue negativa.
5. Los atentados de ETA tienen una naturaleza informativa cíclica. Hay una curva de atención periodística, es decir, un inicio y un final claramente definidos. Lo atípico es noticia. Esto se debe al desfase que se registra entre los esquemas periodísticos preexistentes de estructuración de la realidad y las nuevas necesidades derivadas de la exigencia de dominar la situación de incertidumbre y ruptura generada por la atipicidad, explica Casero Ripollés [57].
6. Pero no todo fueron buenas noticias para el periodismo con la llegada de Patxi López a Ajuria Enea: el llamado “vicio de la prensa” [58], es decir, el peso excesivo de las declaraciones, se puso de manifiesto de manera evidente en esta investigación. Con Puelles, este ‘vicio’ se acrecentó: se llegó a titular con declaraciones, como, por ejemplo, el diario ABC, que llevó a su portada las palabras del propio ‘lehendakari’: “ETA ha asesinado a uno de los nuestros”.
7. La espectacularidad fue uno de los aspectos que cambió en la prensa de Madrid con la llegada de Patxi López al poder. Los medios de comunicación, en su intento por rizar el rizo del sensacionalismo y la portada llamativa, realizaron un excesivo exhibicionismo de la violencia. Todo ello en un mundo dominado por la saturación de informaciones y los porcentajes de la audiencia. Pero la espectacularidad genera alarma social y amplifica enormemente la dimensión de los atentados. Tal desproporción, aseguran Idoiaga y Ramírez de la Piscina, se convierte en “un reclamo para las audiencias” [59]. Se podría aplicar aquí la frase pronunciada por Graham Green al magnate William R. Hearst a finales del siglo XIX: “¿Está usted mal informado o es que ha contraído la enfermedad común del periodismo, dramatizar los hechos en detrimento de la verdad?”
En el análisis llevado a cabo se pudo observar que, durante el Gobierno nacionalista en Euskadi, los diarios publicaron en sus portadas imágenes altamente impactantes. El Mundo y La Razón fueron un paso más y llegaron a mostrar el cadáver ensangrentado tirado en el suelo de Ignacio Uría. Con Patxi López en el Ejecutivo, todo esto cambió. Las imágenes de las portadas fueron más pacíficas y ya no se registraron signos de sensacionalismo: los cuatro diarios apostaron por la paz, la Constitución y el Estatuto de autonomía de Gernika.
8. Se podría decir que existió un no-alineamiento claro de la línea editorial de los cuatro diarios con el Gobierno vasco, en la etapa de Ibarretxe. Y, aquí estuvo el cambio, en la etapa de Patxi López, los cuatro diarios editados en Madrid y con ideologías muy diferentes se alinearon con las tesis que defendía el Ejecutivo vasco. Era algo que nunca había sucedido.
9. En definitiva, con Patxi López en el poder, los atentados y la reacción de las autoridades reflejada en los periódicos se hizo más cercana a la ciudadanía. Los cuatro diarios describieron los hechos para que los lectores pudieran “verlos” y “sentirlos”. La prioridad, por tanto, se situó en llegar al corazón del receptor. Con Ibarretxe esto no sucedía, ya que eran informaciones más críticas con el poder político; con el ex ‘lehendakari’ se podía observar un inmovilismo, un seguidismo, en la reacción del Gobierno vasco y también en la del Ejecutivo central. Los epítetos hacia la actitud de ambos eran muy diferentes: al de Llodio se le veía como un político perverso, sin escrúpulos, a quien poco le importan las víctimas. En cambio, el de Portugalete fue para los periódicos un estadista democrático, dialogante y que apostó firmemente por la paz.
10. En los editoriales de los cuatro diarios analizados también se demostró el cambio que supuso la llegada de Patxi López al Gobierno autonómico. El lenguaje de los artículos de opinión era más duro con Juan José Ibarretxe en Ajuria Enea. Pero no sólo se arremetía contra el Ejecutivo del PNV, sino también contra la política del Gobierno de Madrid (se le achacaba no echar a Batasuna de los ayuntamientos). Con Patxi López, en cambio, los editoriales se volvieron más positivos, optimistas y esperanzadores, aunque se compartió, eso sí, el mismo sentimiento de consternación por la última víctima de ETA. Pero el lenguaje empleado varió: no fue tan bélico sino más alabador.
11. Existía, por tanto, una mala percepción de la opinión publicada acerca del comportamiento del Gobierno de Ibarretxe tras un atentado de ETA, una situación que cambió radicalmente con Patxi López. Los diarios pasaron de ser críticos con un Gobierno a ser muy colaboradores con el otro.
12. Se pudo afirmar que, en tiempos de Juan José Ibarretxe en el Gobierno vasco, los acontecimientos de carácter negativo acumulaban una oferta superior a los de carácter positivo. Después, con Patxi López, la situación fue la inversa: los acontecimientos positivos pasaron a ser noticia, y destacada, y los negativos, apenas lo fueron. Hubo un vuelco del tratamiento informativo y opinativo de la prensa: ante un mismo acontecimiento, como es un atentado de ETA, los diarios ofrecieron las noticias y las interpretaron de manera diferente. Hay que decir que sólo el mero hecho de titular es una forma de elección. Por tanto, se observó un cambio radical a la hora de abordar el mismo suceso de los periódicos.
13. Con Ibarretxe, la discrepancia era noticia. Con López, la conciliación pasó a serlo.
14. Las palabras del ya citado profesor Casero Ripollés se pudieron aplicar perfectamente a aquella investigación y al hecho de la complicidad entre prensa y poder que se instauró con la llegada de Patxi López a Ajuria Enea: “El incremento de la interrelación entre políticos y periodistas en una crisis política puede producir, en primer lugar, la aparición de lógicas autorreferenciales de carácter cooperativo. En estos casos, se instauran una serie de paralelismo entre ambos ámbitos destinados a confluir en el proceso de explicitación que comporta la construcción de la realidad informativa derivada de un acontecimiento atípico. La introducción de dichas convergencias responde a la necesidad, compartida por tanto por la profesión periodística como por las organizaciones políticas, de salvaguardar el orden institucional y las definiciones de la realidad establecidas, finalidades que se convierten en objetivo común”. Es estos casos, “la información ratifica como válido el punto de vista institucional y oficial, aportado por los sujetos políticos, y lo legitima ante el público formado por el conjunto de la ciudadanía” [60].
En definitiva, toda noticia periodística otorga determinada importancia a una serie de elementos que se manifiestan en el titular y en el texto en un lugar preponderante, en detrimento de otros elementos considerados secundarios. Según Ángel López, “la noticia periodística mantiene una serie de correspondencias con el funcionamiento estructural de toda imagen y su esquema gestáltico y, a la vez, con la estructura oracional [61]”.
La noticia, además, presenta los mismos elementos que el esquema que en los años veinte defendieron los teóricos de la Gestalt para delimitar los elementos de la imagen [62]. Es decir, tanto el grueso de la noticia como las imágenes se configuran según reflejos de nuestra psicología que otorga un determinado punto de vista a la percepción de la realidad y que, a la vez, establece una importancia a los elementos utilizados tanto en la imagen como en el texto. Esas características son la figura, el fondo y la frontera, elementos emparentados con las funciones de sujeto, objeto directo y núcleo del predicado respectivamente. La figura se corresponde con la función del sujeto y es el elemento más importante que se pretende destacar. En una imagen sería el elemento que aparece en primer lugar, el más destacado.
La teoría de la Gestalt, por tanto, aplicada a la citada investigación alcanzó las siguientes conclusiones: en tiempos de Juan José Ibarretxe en el Gobierno vasco, el centro de la noticia se lo repartían el inhumano asesinato y la no reacción del Ejecutivo, tanto central como autonómico. Las imágenes, por su parte, destacaban el dolor. Pero con Patxi López las noticias adquirieron un nuevo matiz: un carácter positivo. El ‘lehendakari’ socialista se convirtió en el centro de las piezas y de las fotografías. Sus palabras, sus actos y su imagen desplazaron a los terroristas, al asesinato y a la presencia de la izquierda ‘abertzale’ en los ayuntamientos del País Vasco y Navarra. Daba la sensación, incluso, de que ETA no había cometido un atentado hace escasas horas pues se transmitió en todo momento una imagen en positivo y optimista, un mensaje que caló y que allanó el camino hacia la paz en Euskadi.
3.4.1. Deducciones de una investigación previa
En aquella investigación se citó un editorial del diario Le Monde publicado el 12 de diciembre de 2001 en el que se podía leer que “hacer callar al separatismo, como pretenden algunos medios, no facilita ni la desaparición ni la solución de dicho problema”. ¿Significa esto que los medios de comunicación deben ofrecer una imagen neutral sobre el terrorismo en el País Vasco, dando voz a los propios pistoleros?
En el código internacional de la ética periodística, la UNESCO aseguraba que “el pueblo y las personas tienen derecho a recibir una información objetiva de la realidad por medio de una información precisa y completa” [63]. En este sentido, si tomamos como punto de partida ambas referencias, la información publicada por la prensa tras un atentado de ETA no cumplió los requisitos exigidos para ser objetiva.
Numerosos investigadores, por otra parte, han concluido que no se puede informar con objetividad sobre los fenómenos terroristas, sean de la naturaleza que sean [64]. Es uno de los aspectos que se intentará pormenorizar en esta tesis doctoral. El motivo es que siempre hay una víctima humana de por medio y ante esta circunstancia no se debe permanecer aséptico. Los ciudadanos, en general, y los periodistas en particular, no pueden permanecer inmóviles. Podríamos decir que con la llegada de Patxi López la prensa pasó a criminalizar aún más a los violentos, como debe ser, y se posicionó de una manera más contundente con las víctimas y contra los terroristas.
Además, Patxi López consiguió algo impensable hasta la fecha. El profesor Soria asegura que “el carácter espectacular de los acontecimientos terroristas disloca muchas veces la capacidad de análisis de las redacciones”. Añade que “la furia de los violentos produce cortocircuitos informativos que se traducen en una versión de los hechos donde prima lo llamativo sobre lo importante” [65]. Pues bien, con el nuevo ‘lehendakari’ se aparcaron estos aspectos sensacionalistas de las informaciones y se dio paso a enfoques contundentes, no violentos y posicionados del lado de las víctimas de ETA.
Porque el fenómeno terrorista no es algo que deba tratarse de manera objetiva: es necesario entender la propia naturaleza de los actos terroristas para hablar de ellos de una forma contundente. Y es que bajo ningún concepto ni argumento se puede justificar en los periódicos el uso de la violencia, el asesinato, el crimen, la extorsión o las coacciones en una sociedad democrática. Se consiguió que los medios de comunicación dejaran de informar sobre terrorismo desde la perspectiva de los terroristas, para pasar a hacerlo desde sus víctimas. No ha sido fácil llevar a cabo este cambio y hay que aprender de errores pasados para que en un futuro no vuelvan a repetirse, ahora que el terrorismo yihadista, como ha quedado más que demostrado, amenaza la seguridad y la convivencia de Europa y del mundo..
Hay que tener en cuenta, también, que las empresas periodísticas no pueden, por sí solas, resolver el conflicto vasco. Mucho menos, los periodistas de forma individual. Sin embargo, sí pueden colaborar en la búsqueda de soluciones, haciendo bastante más de lo que habían hecho hasta la fecha. Fue la hora de desarmar la palabra y armar la razón.
Con la llegada de Patxi López, en conclusión, se reforzó el papel contributivo de las empresas periodísticas y de los propios profesionales al proceso de paz y al diálogo social y político, sin salirse por ello de su legítima posición ideológica. Aplicó la llamada ‘doctrina Cánovas’ [66], es decir, firmeza, inflexibilidad y máxima retórica, dando la imagen de un Gobierno moderado.
3.4.2. Petición del tribunal
En el momento de la defensa del Prácticum, hace ya más de cinco años, los integrantes del tribunal, los doctores Casals, Población y Lozano, indicaron al investigador la necesidad de una investigación sobre la relación entre ETA y la prensa. Se preguntaron si los medios de comunicación habían actuado de manera correcta a la hora de abordar el fenómeno terrorista en España.
He querido atender a las recomendaciones del citado tribunal y he intentado dar respuesta a ese interrogante, profundizando en cómo la prensa española ha tratado a ETA en los últimos años en referencia a la emisión de los comunicados, una de la partes más importante de la banda terrorista, pues es la forma que tiene de difundir su propaganda.
4. ETA comienza su final y la prensa lo refleja
ETA ha utilizado los comunicados, a lo largo de toda su historia, para presionar a los gobiernos español y francés, lanzar mensajes, amenazar, intimidar a la opinión pública y comunicar a la ciudadanía sus conclusiones. Estos textos, redactados de manera cuidada y empleando siempre un vocabulario preciso, han sido lanzados en euskera o en castellano, dependiendo de las necesidades de los dirigentes de la banda terrorista.
Los expertos que persiguen a los terroristas concluyen que la dirección de ETA ha utilizado el euskera en sus comunicados cuando, principalmente, ha querido enviar ánimo o ha intentado elevar la moral de sus filas. Por su parte, el castellano ha sido utilizado por los etarras especialmente para lanzar mensajes a los gobiernos. Es decir, cuando ETA quiere que los españoles conozcan sus palabras concretas, el comunicado ha estado redactado en castellano [67]. La cúpula de ETA también ha utilizado el inglés o el francés en alguna ocasión para difundir sus textos. Se trata de casos en los que la banda terrorista ha querido enviar proclamas precisas a la opinión pública francesa o, en general, a los dirigentes europeos y mundiales, cuando ha empleado el idioma anglosajón.
Los comunicados de ETA, además, han sido, junto a los Zutabes y otros boletines internos, los documentos que mejor han servido a los servicios de Información de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía para conocer cómo se ha encontrado la banda terrorista, cuáles han sido sus inquietudes o qué instrucciones han impartido a sus ‘comandos’. Precisamente, los especialistas de las Fuerzas de Seguridad aseguran que “hay que saber leer entre líneas” [68], reconoce un veterano agente de la Guardia Civil que lleva luchando contra ETA más de dos décadas en el País Vasco. De los comunicados, por tanto, se puede sacar importantes revelaciones y se han hecho multitud de valiosos análisis.
4.1. El diario Gara
ETA ha utilizado el diario Gara (en ocasiones, también el Berria de manera simultánea) para hacer públicos sus comunicados en los últimos años. Tras el cierre de los periódicos Egunkaria [69] y de Egin [70], el soporte al que han remitido sus textos públicos los terroristas ha sido este periódico con sede en el País Vasco.
El primer número de Gara se publicó el 30 de enero de 1999. Según su declaración de intenciones, el rotativo nació con el “propósito de resolución, desde el respeto a los principios democráticos y a la realidad nacional vasca, del conflicto histórico que afecta a Euskal Herria”. En su primera edición, de hecho, se podía leer: “No puede desgajarse, por tanto, el proyecto informativo de Gara de ese contexto global que vive el país, como tampoco de una circunstancia ocurrida seis meses antes de su nacimiento”.
El diario Gara, por tanto, ha sido el medio que ha utilizado ETA en los últimos años para difundir sus comunicados y para enviar los mensajes que ha considerado oportuno que se conozcan. Sin embargo, a la banda terrorista no le ha importado echar mano de otros medios de alcance internacional para que sus comunicados consigan un mayor alcance.
En septiembre de 2010 y octubre de 2011, por ejemplo, los etarras contactaron con la BBC para difundir comunicados importantes, como el anuncio de un “alto el fuego”. El procedimiento que siguieron los terroristas fue de lo más llamativo:
“ETA siguió unas férreas precauciones de seguridad. El mensaje siguió canales muy precisos. Como en el caso de las citas clandestinas, la banda no se fía y toma fuertes medidas para que las Fuerzas de Seguridad no puedan seguir sus pasos. Así fue como los pistoleros contactaron entonces con el periodista Clive Myrie, de la BBC. Una fuente, de la que no sabía nada desde un año antes, le envió un e-mail en el que le comunicaba que había estado ‘buscándole’. Añadía que iba a pasar en Londres la semana siguiente y que, tal vez, podrían ‘tomar un café’ juntos. La cita fue en la estación de metro de Covent Garden. “Tengo algo que contarle”, le anunció: “ETA está considerando seriamente la posibilidad de llamar a un cese en su lucha armada por un Estado vasco. Si está interesado, puede dar la noticia al mundo, ¿Cree que podría estar interesado?”, contó Myrie. Quedaron en que, si ETA decidía anunciar ese alto el fuego, le mandaría un mensaje de texto con la siguiente frase: “Fue bueno verlo en Londres”. Eso significaba de debían encontrarse en París, en la estación Gare du Nord. Le dijo que su teléfono (del periodista) y el de la fuente estaban pinchados. Unos días después, Clive Myrie recibió el mensaje convenido y viajó hasta París. La fuente, tras comprobar que no estaba siendo seguido, le entregó la cinta que a continuación emitió la BBC” [71].
En otras ocasiones, ETA ha establecido contactos con prestigiosos diarios estadounidenses, como The New York Times y The Wall Street Journal [72]. El objetivo, nunca casual, fue conseguir una repercusión a nivel mundial, extremo que tienen garantizado si lo hacen a través de estas marcas reconocidas.
4.2. Los comunicados de ETA: una forma de presión
El ‘aparato político’ ha sido el que se ha encargado de marcar la estrategia de ETA y, por tanto, de enviar mensajes a la sociedad a través de comunicados, entrevistas o, llegado el caso, boletines internos. En 1976, la organización terrorista se planteó por primera vez la necesidad de que existiera una relación entre la “actividad de masas” y la “actividad armada”. Fue, por tanto, en la VII Asamblea de ETA donde se creó un comité específico [73] que se dedicó a recopilar información proporcionada por los propios militantes e independiente a la que pudieran proporcionar los partidos políticos o los medios de comunicación.
A partir de estos datos los etarras elaboran “un análisis propio de la coyuntura política que servirá para conformar o corregir los de las fuerzas políticas y para, una vez contrastado con los de éstas, llegar a elaborar un análisis homogéneo entre ellas y la organización militar [74]. Por ello, aunque ETA se organice como estructura militar, es el llamado ‘aparato político’ el encargado en determinar la estrategia de comunicación de la banda.
Fue José Miguel Beñarán Ordeñana, alias ‘Argala’, quien diseñó esta estructura organizativa: no quería dependencias del exterior de la banda y consideró que debía ser un comité de expertos quien tendría que hacer los análisis políticos para interpretar la realidad y dar a conocer al exterior las decisiones internas de ETA.
En un principio, según relata Florencio Domínguez, “el aparato político nace como una estructura más, y no precisamente la más importante, en el seno de un grupo que da más prioridad organizativa y de recursos al activismo armado” [75]. Con el paso de los años y con motivo del declive de la actividad armada, la dirección política va imponiendo su hegemonía en ETA, fagocitando al ‘aparato internacional’, al de ‘propaganda’ y al de ‘finanzas’.
El ‘aparato político’ recibió, por tanto, el encargo de ETA de elaborar los textos y documentos de la banda terrorista. En dos sentidos: tanto los boletines de consumo interno, como los que se difundirían al exterior de la organización (los comunicados) [76]. También los ‘políticos’ elaboraron, en sus inicios, informes para que la dirección de ETA tomara sus decisiones.
4.3. Análisis de los comunicados de ETA
Desde que ETA anunció un “alto el fuego permanente”, el 22 de marzo de 2006, hasta que dos dirigentes de la organización terrorista se reunieron con Ram Manikkalingam (Sri Lanka), Ronnie Kasrils (Sudáfrica) en un piso de Touluse en enero de 2014 (la banda hizo un gesto de desarme el 21 de febrero de ese mismo año), la cúpula de organización armada se dirige a la opinión pública en un total de cincuenta y una ocasiones. Es decir, ETA publica una media de más de seis comunicados al año durante este periodo de tiempo.
Fernando Hernández Valls, en dialnet.unirioja.es/
(*) Es solo una extracto de la tesis completa
Notas:
39. José Luis Rodríguez Zapatero y su equipo de prensa en Presidencia del Gobierno, dirigido por Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación, mantuvo reuniones con conocidos periodistas para convencerles de su apuesta por acabar con ETA. El Ejecutivo, en general, consiguió el apoyo mediático de varios medios de comunicación y la firme oposición de otros.
40. La Audiencia Nacional condenó a Jean Pierre Harocarene, Txampi, a cuatro años de prisión y a Emilio Castillo González a dos años y medio por colaboración con la trama del bar Faisán. Los policías fueron absueltos.
41. Hay que recordar que ETA siempre ha perseguido en el País Vasco a los consumidores y traficantes de drogas.
42. Conversación del autor con un alto cargo de la Guardia Civil dedicado a la lucha antiterrorista y encuadrado en el equipo de asesores del Ministerio del Interior durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros.
43. ARREGI, Joseba. Apuesta por la normalización en Euskadi. En El Mundo: 28 de abril de 2009. Pág. 23.
44. Ramón Rubial también fue lehendakari, pero previamente a la celebración de las primeras elecciones.
45. BELTRÁN DE OTALORA, Óscar. El jefe del comando de ETA desmantelado daba clases de Ética en un colegio de Vitoria, en El Correo, 22 de abril de 2009.
46. MUNARRIZ, Fermín. El tiempo de las luces. Entrevista con Arnaldo Otegi. Bilbao: Baigorri Argitaletxea, 2012.
47. BUSTAMENTE, Enrique: La concentración mediática en España. En Le Monde diplomatique (ed. española), nº 73, pág. 2.
48. AZPILLAGA, P., DE MIGUEL, J. C. Y ZALLO, R. Estructura comunicativa y debilidades del sistema informativo en el País Vasco y Navarra. Irún: Alberdania, 2002.
49. CASERO RIPOLLÉS, Andreu. La construcción mediática de las crisis políticas. Madrid: Fragua, 2008.
50. CASERO RIPOLLÉS, Andreu: Ibíd.
51. RAMONET, Ignacio. La tiranía de la comunicación. Madrid: Temas de debate. 1998.
52. Ver portada del diario El Mundo del día 4 de diciembre de 2008.
53. M. HERNANDO, Bernardino. Lenguaje de la prensa. Madrid: Eudema, 1990.
54. EL PAÍS. Libro de Estilo. Madrid: Aguilar, 2003.
55. RODRIGO, M. Los medios de comunicación ante el terrorismo. Barcelona: Icaria, 1991.
56. Iñigo Urkullu ganó las elecciones vascas de octubre de 2012, sucediendo a Patxi López en Vitoria. El lehendakari, a diferencia de Ibarretxe, no fijó como prioridad la apuesta soberanista.
57. CASERO RIPOLLÉS, Andreu. Ibíd.
58. BEZUNARTEA, Ofa. Uso y abuso de declaraciones: el vicio de la prensa, en ZER, nº 5, Bilbao: EHU-UPV, 2001.
59. IDOIGA, Petxo y RAMÍREZ DE LA PISCINA, Txema. Ibíd.
60. CASERO RIPOLLÉS, Andreu. Ibíd.
61. LÓPEZ GARCÍA, Ángel. Escritura e información. Madrid. Cátedra, 1996.
62. LÓPEZ GARCÍA, Ángel. “Categorías y funciones en la percepción de la oración”, en HERNÁNDEZ APARICIO, F. (ed.). Perspectivas sobre la oración. Zaragoza: Universidad de Zaragoza, 1996.
63. UNESCO. Código internacional de la ética periodística. París: Unesco, 1996.
64. TUCHMAN, Gaye. La producción de la noticia. Estudio sobre la construcción de la realidad. Barcelona: Gustavo Gili, 1983.
65. SORIA, Carlos (ed.) Los medios de comunicación y la violencia política. Pamplona: EUNSA, 1985.
66. NAVARRO ESTEBAN, Joaquín. Buenos días, Euskadi. Madrid: Foca, 2000.
67. Análisis de un experto del servicio de Información de la Guardia Civil, el encargado de perseguir el terrorismo etarra. Conversación reservada con el autor.
68. Confesión, en este caso, de un agente destinado en el GAR (Grupo de Acción Rápida y antiguo Grupo de Acción Rural), el grupo de élite de la Guardia Civil, en el cuartel de Intxaurrondo en San Sebastián. Conversación reservada con el autor.
69. Orden del juez Juan del Olmo en 2003.
70. El diario Egin fue clausurado en 1998 por orden del juez Baltasar Garzón. El magistrado consideró que el periódico estaba a las órdenes de ETA.
71. EL CONFIDENCIAL DIGITAL. El MI6 británico avisó al CNI de que ETA había contactado con la BBC para notificarle que iban a difundir un nuevo comunicado. Estará muy medido, para evitar escisiones. 18 de octubre de 2011. http://www.elconfidencialdigital.com/seguridad/MI6-CNI-ETA-BBC-notificarle_0_1708029211.html
72. EL CONFIDENCIAL DIGITAL. ETA ha tocado a The New York Times, BBC y Wall Street Journal como destinatarios de su inminente mensaje anunciando una tregua. La fecha que se baraja ahora es el 1 de enero. 21 de diciembre de 2012. http://www.elconfidencialdigital.com/seguridad/ETA-Times-BBC-Street-Journal_0_1527447245.html
73. DOMÍNGUEZ, Florencio. Ibíd.
74. Segundo documento enviado por ETA (m) con motivo del debate de la VII Asamblea de ETA (pm), en Documentos Y, Vol. 18, pág. 189-196.
75. DOMÍNGUEZ, Florencio. Ibíd.
76. En total, ETA publica 48 comunicados. Pero dos de ellos los hace tan seguidos que la prensa sólo publica una única referencia. Es el caso de los textos difundidos por la banda terrorista los días 23 y 24 de marzo de 2006 y 25 y 26 de abril de 2011. Se toma como referencia que ETA publica 46 comunicados en el periodo de tiempo que abarca esta investigación
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