La guerra es un grave contratiempo. Hay ruinas y muertos, sufrimientos y tragedias por todas partes. El Padre sufre como todos, pero sabe que el Señor no le abandona. Y sigue haciendo la Obra de Dios, alegre a pesar de las dificultades.
Desde San Sebastián y Pamplona, el Padre se dirige a Burgos. Viste por fin su querida sotana y celebra todos los días la Santa Misa con ornamentos y vasos sagrados. Realiza, como siempre, un intenso trabajo.
Cierto día llega a las afueras de Madrid. Un hijo suyo ha sido gravemente herido y acude para acompañarle. El Padre tiene la ocasión de ver la capital de España rodeada por el ejército.
Con unos anteojos de campaña, el Padre mira la ciudad y se echa a reír. Está viendo destrozada la residencia DYA.Acepta alegremente la Voluntad de Dios.
Apenas acaba la guerra, el Padre vuelve a Madrid. En casa de su madre encuentra a su familia y a algunos miembros de la Obra que le están esperando. El encuentro es muy emocionante. Poco después se acerca a la Residencia. El edificio, destrozado por las bombas, está peor de lo que había visto desde las trincheras.
Poco tiempo después, junto con los miembros de la Obra, comienza, con gran ilusión y esfuerzo, a colocar los muebles de una nueva Residencia. Indica que coloquen un mapamundi. De este modo, cuando pasen y lo vean, recordarán que el Opus Dei debe extenderse por todo el mundo.
Poco a poco llegan los nuevos residentes. La casa está siempre llena de estudiantes, que asisten a las charlas de formación que da el Padre y a estudiar. Doña Dolores y su hermana Carmen cuidan todos los detalles materiales para que la Residencia sea un verdadero hogar, donde todos viven a gusto.
Si quieres saber más busca la página siguiente: Aprobación de la Obra
Información de contacto:
Correo electrónico: jpmartinez@atenet.edu
Enrique García-Máiquez
Moro lo escribió en la Torre de Londres, justo antes de su ejecución por oponerse al Cisma de Inglaterra, con lo que los reflejos mutuos entre la agonía del Maestro y la del discípulo resultan conmovedores
José Antonio García-Prieto Segura
“Somos cada vez más conscientes de que por nosotros mismos no podemos promover la justicia y la paz, si no se nos manifiesta la luz de un Dios que nos muestra su rostro, que se nos presenta en el pesebre, que se nos presenta en la cruz” (Benedicto XVI Homilía, 6-I-2007).
Pablo Casado Muriel
El cristianismo, desde su nacimiento, tuvo que enfrentarse al escepticismo provocado por la entrega absoluta de Cristo en la cruz
José María Contreras Luzón
Ser fiel no es sólo no tener relaciones sexuales con otra persona que no es tu mujer o marido, que no es tu pareja. La fidelidad es más profunda, está en el corazón.
Maria José Atienza
Entrevista al Prelado del Opus Dei, mons. Fernando Ocáriz, con motivo del I centenario de la ordenación sacerdotal de san Josemaría Escrivá.
Juan Luis Selma
No podemos ser como “japoneses” que se limitan a sacar fotos de los pasos o grabar vídeos de las marchas
El mensaje y legado social de san Josemaría a 50 años de su paso por América |
El pecado: Negación consciente, libre y responsable al o(O)tro una interpretación desde la filosofía de Byung-Chul Han |
El culto a la Virgen, santa María |
Ecumenismo y paz |
Verdad y libertad I |
La razón, bajo sospecha. Panorámica de las corrientes ideológicas dominantes |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis IV |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis III |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis II |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis I |
En torno a la ideología de género |
El matrimonio, una vocación a la santidad |
¿De dónde venimos, qué somos, a dónde vamos? |
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
La Justicia Restaurativa en España y en otros ordenamientos jurídicos |