Dios desea que la Obra se extienda por todo el mundo. Don Josemaría lo sabe. Por eso se lanza a una aventura emocionante y difícil: descubrir a las personas que Dios quiere para su Obra.
Un día repasa nombres de antiguos compañeros y se acuerda de Isidoro Zorzano. Hace años que no le ha visto, aunque se han cruzado cartas en diversas ocasiones. Por ellas sabe que trabaja en Málaga. Hoy le escribe, diciendo:“Isidoro, no dejes de verme cuando vengas a Madrid; tengo que contarte cosas que pueden interesarte.”
Pasan los meses. Don Josemaría camina por la calle y ve venir hacia él a una persona que conoce: ¡Es Isidoro! Se dan un fuerte abrazo y marchan a casa.Isidoro le cuenta que siente que Dios le pide más y no sabe qué es. Don Josemaría le habla de la Obra. Mientras Isidoro oye sus palabras, el Señor le va descubriendo que es eso lo que quiere de él. Poco después, Isidoro decide pertenecer al Opus Dei.
Poco a poco don Josemaría conoce a varios jóvenes y se reúne con ellos donde puede. Unas veces en una chocolatería. Otras, en un parque. Casi siempre en su propia casa. Les anima a tratar a Jesucristo y a invitar a las reuniones a otros amigos y compañeros con deseos de mejorar y de llenar el mundo de espíritu cristiano.
Doña Dolores les ofrece lo que, con esfuerzo, ha podido guardar para la merienda. Más tarde, Santiago, que ya tiene quince años, llega hambriento del colegio. Al ver que en la cocina y en la despensa no queda nada, se queja diciendo:
—Los chicos de Josemaría se lo comen todo.
Si quieres saber más busca la página siguiente: La academia DYA
Información de contacto:
Correo electrónico: [email protected]
Juan Luis Selma
No escuchar, etiquetar y descalificar no son propios de una cultura democrática, sino que huelen a totalitarismo
José Antonio García-Prieto Segura
Solo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar
José María Contreras Luzón
Somos iguales y no hay «otra forma de ser persona». El misterio «del otro», que tanto atrae, no existe. Esto trae como consecuencia que todas esas habilidades emocionales se vayan perdiendo
Redacción de eldebate
El equipo francés rindió homenaje al cristianismo antes del partido de Ligue 1 ante el Saint-Étienne
Yesurún Moreno
Me inclino a pensar que este Ulises coreano, fiel al Evangelio: «sed astutos como las serpientes» (Mt 10, 16), es un cabroncete muy astuto y un genio a partes iguales
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis III |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis II |
La «experiencia» como lugar antropológico en C. S. Lewis I |
En torno a la ideología de género |
El matrimonio, una vocación a la santidad |
¿De dónde venimos, qué somos, a dónde vamos? |
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
La Justicia Restaurativa en España y en otros ordenamientos jurídicos |
Justicia Restaurativa: una respuesta democrática a la realidad en Méxicoxico |
Tengo derecho a no perdonar. Testimonios italianos de víctimas del terrorismo |
Construyendo perdón y reconciliación |
El perdón. La importancia de la memoria y el sentido de justicia |
Amor, perdón y liberación |
San Josemaría, maestro de perdón (2ª parte) |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |