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Dirección: Cody Cameron y Kris Pearn. País: USA. Año: 2013. Duración: 95 min. Género: Animación, comedia. Guion: John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein y Erica Rivinoja; basado en los personajes creados por Judi Barrett y Ron Barrett. Producción: Kirk Bodyfelt. Música: Mark Mothersbaugh. Montaje: Robert Fisher Jr. y Stan Webb. Diseño de producción: Justin Thompson. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en USA: 27 Septiembre 2013. Estreno en España: 20 Diciembre 2013.
Reseña:
El joven inventor Flint Lockwood pensó que había salvado el mundo cuando consiguió destruir su invento más infame: una máquina que convertía el agua en comida, y que provocó lluvias de hamburguesas con queso y tornados de espaguetis. Y está encantado de que su genialidad haya sido finalmente reconocida por su ídolo, el famoso científico Chester V, que le ha invitado a unirse a The Live Corp Company, donde los mejores y más brillantes inventores del mundo crean nuevas tecnologías para el bienestar de la humanidad. Pero todo cambia cuando descubren que la máquina de Flint sobrevivió en una isla, donde está creando miles de inquietantes híbridos de animales y comida: los comidanimales. Flint, su novia la reportera televisiva Sam Sparks, su padre Tim, sus amigos y la manipuladora orangutana inteligente Barb —siniestra mano derecha de Chester V— emprenderán la peligrosa misión de intentar salvar al mundo una vez más, enfrentándose a hambrientos tacodrilos, gambancés, patatótamos, burguerañas y otras quimeras singulares.
Dirigida esta vez por Cody Cameron (“Colegas en el bosque 3”) y el debutante Kris Pearn, esta continuación de “Lluvia de albóndigas” se basa también en las novelas de Judi y Ron Barrett. Como su antecesora, ofrece una notable animación 3D estereoscópica, cuya espectacularidad se acrecienta ahora con la imaginativa galería de comidanimales, en la mejor tradición del cine de aventuras y con toques de ternura y humor, que la hacen más atractiva y compensan en parte la todavía mejorable gestualidad de los personajes humanos. También mantiene esta secuela un positivo elogio de las virtudes básicas y una lúcida crítica a la mitificación y mercantilización de la ciencia, aderezada esta vez con un sencillo mensaje ecológico, en la línea de “Avatar” o “Epic: El mundo secreto”.
Sin embargo, de nuevo esos sabrosos ingredientes se articulan en un guión demasiado acumulativo, confuso y deslavazado, con claras fracturas de ritmo. Los más pequeños se lo pasarán en grande en este nuevo “Parque Jurásico” gastronómico; pero los adultos seguramente se acaben cansando de tanta trepidación y tanto bicho raro.(Cope J. J. M.)