La máquina del tiempo

Aventuras. Violencia. Jóvenes. La historia comienza en Nueva York, 1899. El científico e inventor Alexander Hartdegen está decidido a demostrar que es posible viajar en el tiempo. Su determinación se convierte en desesperación debido a una tragedia personal que ahora le lleva a querer cambiar el pasado. Al comprobar sus teorías con una máquina del tiempo inventada por él, Hartdegen es proyectado 800.000 años hacia el futuro, en el que descubre que la humanidad se ha dividido en cazadores y cazados. Película a caballo entre la ciencia-ficción y el cine de aventuras en el que un especialista en animación como Simon Wells realiza un espléndido y detallista despliegue visual, con algunas secuencias rebosantes de capacidad imaginativa. Sin embargo, el conjunto del relato resulta bastante frío y distante, debido a ciertas carencias del guión que no logra hilvanar bien las historias y a la gélida interpretación de todo el reparto, incapaz de conmover al espectador e implicarle en el drama. Sirve como película de entretenimiento, pero no llega a conmover. Tiene algún detalle sensual que no merece la pena cortar.