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Después de mayo

Después de mayo

Après mai
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2013
  • Dirección: Olivier Assayas
Contenidos: Imágenes (varias X), Ideas (panorama acrítico de mayo del 68 F)

Dirección y guion: Olivier Assayas. País: Francia. Año: 2012. Duración: 120 min. Género: Drama. Interpretación: Clément Métayer (Gilles), Lola Créton (Christine), Félix Armand (Alain). Producción: Charles Gillibert, Marin Karmitz y Nathanäel Karmitz. Fotografía: Eric Gautier. Montaje: Luc Barnier. Diseño de producción: François-Renaud Labarthe. Vestuario: Jurgen Doering. Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en Francia: 14 Noviembre 2012. Estreno en España: 21 Junio 2013.

Reseña:

   Casi podríamos hablar del subgénero sesentayochista, por la cantidad de películas que abordan el Mayo del 68 o sus consecuencias. Si Bertolucci reivindicaba con delirio los ideales revolucionarios en “Soñadores”, ahora hay que preguntarle a Oliver Assayas qué ha pretendido con “Después de mayo”. Y por qué ahora precisamente rueda una película sobre el ambiente post sesentayochista. ¿Quiere quizá aprovechar los “aires indignados” para sugerir que hay una revolución pendiente? ¿O, por el contrario —y sería más de extrañar—, intenta concluir que “de aquellos barros estos lodos”? En cualquier caso, la película es una ilustración en collage de la atmósfera que se generó en los ambientes juveniles tras el boom del 68. Estamos en 1971, en París, y un grupo de jóvenes clandestinos aún tratan de llevar a cabo una revolución radical, izquierdista, obrera, libertaria, maoísta, situacionista, sexual... y lo que haga falta.

   La película es bastante coral, aunque hay un personaje más protagonista, Gilles (Clément Métayer). Nos cuenta los avatares de un grupo de amigos del instituto, involucrados en actividades revolucionarias, a la vez que las compaginan con su pasión por la pintura y sus affaires amorosos. Como telón de fondo está la fascinación por el oriente, el nudismo, el amor libre, las drogas, la comuna, lo hippie... Los personajes van desgastándose en su afán revolucionario a la vez que dan paulatinamente más importancia a sus proyectos personales ¿Es el triunfo del sentido común o la victoria del individualismo burgués? La película quiere dejar esa interpretación en manos del espectador. En ese sentido, y a diferencia de Bertolucci, no quiere reivindicar un discurso ideológico, sino más bien el apagamiento de unos ideales, y el paulatino desencanto ante una vida que no cumple sus promesas. Esto se ve especialmente claro en las cuestiones amorosas y en la maternidad. Son temas cuyas facturas tienes que pagar, seas de izquierdas, de derechas o de centro.(Cope  J. O.)