Este Nacimiento viviente se hizo también por una buena causa: ayudar a personas desfavorecidas
"La belleza de esta representación está en que se ha creado una unidad entre tantas personas que han venido a ayudar en este acto benéfico. Esto es muy bonito al igual que lo es alabar al Niño Jesús"
«Nos identificamos con todas esas personas que piensan que la Navidad no es sólo comprar regalos, que piensan que es alegría por el nacimiento del Señor»
Ovejas, pastores, ángeles, comerciantes y hasta una mula hicieron que la Piazza Trilussa de Roma pareciese la ciudad de Belén de hace más de dos mil años.
Decenas de personas residentes en el barrio romano del Trastevere participaron en este primer Nacimiento Viviente. No faltó nadie: desde el ángel que tocaba el violín hasta los Reyes Magos. Y, por supuesto, la Virgen María, San José y el Niño Jesús.
Se representó cada uno de los pasajes de la historia de la Natividad y se leyeron textos de Benedicto XVI y de la Madre Teresa. Fue un espectáculo de luz y sonido dirigido por Jan Michelini, que ha participado en películas de Hollywood como La Pasión de Cristo.