Entrevista: el llamiento del Papa ha repercutido en que los grandes del mundo puedan reflexionar juntos para buscar una solución que no sea la intervención militar inmediata
alfayomega.es
El llamamiento del Papa sobre el conflicto de Siria ha sido muy bien acogido, tanto en el ámbito católico como entre los musulmanes, en todo el mundo y ha repercutido en que los grandes del mundo puedan reflexionar juntos, y encontrar una solución que no sea la intervención militar…
El cardenal Robert Sarah, Presidente de ‘Cor Unum’, de paso en Madrid para participar en un encuentro con los Consiliarios diocesanos de ‘Manos Unidas’, ha explicado a este semanario su trabajo con los refugiados sirios, a los que «hay que decirles que Dios existe», y la «providencial» petición del Papa por la paz.
¿Cuál es la situación de los refugiados sirios a los que ha visitado?
Es muy trágica. Esas personas han dejado su casa, su país..., se han ido sin llevarse nada. Están traumatizados por lo que han visto. Me acuerdo de un niño de 7 años que vio a su padre morir. Se preguntaba que, si Dios existe, por qué permitió que mataran a su padre. Hay que ayudar a este niño, decirle que Dios existe, y que los malos somos nosotros.
También está el aspecto material: la salud, la ropa, la comida, encontrar un sitio para alojarlos... Cuando fui allí no había condiciones para tener agua, alimentos o medicinas. Hemos tenido, en el Vaticano, una reunión de coordinación de todas las organizaciones caritativas, para encontrar la manera de poner en común los esfuerzos y ser más eficaces en la ayuda a los refugiados. Esperamos que, con todo lo que ha ocurrido estos últimos días −las negociaciones para encontrar una solución política y diplomática−, se pueda parar la guerra.
El Papa ha liderado un movimiento mundial por la paz en Siria. ¿Qué repercusión ha tenido esta implicación del Papa?
El llamamiento del Papa ha sido muy bien acogido, tanto en el ámbito católico como entre los musulmanes, en todo el mundo. Esto ha repercutido en que los grandes del mundo puedan reflexionar juntos, y encontrar una solución que no sea la intervención militar inmediata, sino una intervención negociada para parar la guerra, destruir las armas químicas y reconstruir el país poco a poco. Creo que el llamamiento del Papa ha sido providencial.
¿Cómo sigue el Vaticano la situación en Siria?
El representante pontificio en Damasco informa con regularidad, para que el Papa pueda intervenir. El Santo Padre ha expresado que la Iglesia está preocupada no sólo por el fin de la guerra, sino también por la situación de los cristianos. En la oposición, hay una amalgama de personas extremistas y otros más moderados que amenazan la presencia de los cristianos en Oriente Medio.
¿Qué espera del encuentro del grupo de cardenales elegido por el Papa para que le asesoren?
El Santo Padre ha querido oír a todos los continentes. Es un Consejo, y, por lo tanto, no tiene ningún poder decisorio, tan sólo hacerse oír. El Papa escuchará sus consejos y reflexionará, para poder decidir. Pero la reforma que se emprenda será el Santo Padre quien la haga.
¿Qué balance hace de los seis meses de pontificado del Papa y de sus gestos de misericordia?
La Iglesia siempre ha predicado la misericordia. Y el Papa Francisco insiste, con frecuencia, en ella. El resultado es que este mensaje puede dar, a muchos cristianos que se habían alejado de la Iglesia, la posibilidad de acercarse de nuevo a ella, y a Dios. Pero tiene que ser un acercamiento profundo, porque la misericordia no es sólo borrar el mal, sino repararlo. Es un proceso largo. Esperamos que el resultado del retorno de la gente a Dios y a la Iglesia sea un retorno profundo.