Fue un encuentro sencillo y emotivo que quedará marcado en la historia de la Iglesia universal
«Somos hermanos». Bastan estas dos palabras que el Papa Francisco dirige a Benedicto XVI para comprender la atmósfera del encuentro de la mañana de este sábado, 23 de marzo, en las Villas Pontificas de Castelgandolfo
.
" frameborder="0">.
.
El encuentro entre Francisco y Benedicto XVI: este sábado quedará marcado en la historia de la Iglesia universal, como uno de los momentos intensamente entrañables que conmueven los corazones. Cómo no recordar las primeras palabras del nuevo Obispo de Roma, hace diez días, cuando acababa de ser elegido, recordando a su amado predecesor e invitando a rezar por él.
Evocamos con la misma emoción las palabras de Benedicto XVI, el pasado 28 de febrero, despidiéndose de los Cardenales, antes de trasladarse a Castelgandolfo, reiterando sus oraciones y que permanecerá unido a todos en la oración, para que sean plenamente dóciles a la acción del Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa, al que ya desde ahora ─dijo Benedicto XVI─ le prometo incondicional reverencia y obediencia.
El Papa Francisco llegó en helicóptero a las 12.15 h. Benedicto XVI le esperaba en el helipuerto de las Villas, le salió al encuentro y ambos se abrazaron con evidente afecto.
Llegados a la residencia papal, los dos subieron al apartamento y fueron a la capilla para tener un momento de oración. También esta vez —dijo el director de la Oficina de información— Benedicto XVI «ofreció su puesto de honor al Papa Francisco, pero este dijo “somos hermanos”», arrodillándose en el mismo banco.
Después de la oración, el Papa Francisco obsequió a Benedicto XVI una imagen mariana. «Me han dicho —explicó el Pontífice enseñando el regalo— que se trata de la Virgen de la Humildad. Permítame decirle algo: cuando me lo dijeron pensé enseguida en usted, en los muchos ejemplos maravillosos de humildad y de ternura que nos ha dado durante su pontificado».
Alrededor de las 12.30 h. empezó el coloquio privado, prolongándose unos tres cuartos de hora. Después del almuerzo, el Papa, acompañado de Benedicto XVI hasta el helipuerto, regresó al Vaticano hacia las 14.50 h.