El sábado 2 de febrero, Inma Shara conquistó de nuevo al público. Ovación cerrada en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid. La directora de orquesta que ha revolucionado el panorama música español es, sobre todo, una gran persona.

      Con su traje negro de elegancia, su sabiduría, su tesón y sus dotes artísticas mundialmente reconocidas, Inma Shara dirigió el Concierto A Team for the World, África organizado a beneficio de los proyectos solidarios que Harambee promueve en el continente africano. Con el patrocinio de la Fundación Atlético de Madrid, y el apoyo de La Caixa y la Universidad de La Rioja, la joven batuta de España y la Camerata Pro Arte brindaron con música de oro por el África del futuro y por los 10 años de Harambee.

Mucha gente habla de África. Pero Inma Shara ‘se moja’ por África.

      Para mí, la libertad profesional es la música, y la libertad personal es África. Y tan es así, que tengo la necesidad de ir allí todos los años. África es una alegría de vivir, pese a la miseria. Es la muestra de un espíritu de esperanza increíble. África necesita el compromiso de todos, porque es un continente en el que faltan, no sólo recursos económicos, sino también culturales, sanitarios. Todo lo que hagamos por arrimar el hombro es poco.

¿Qué necesitan los africanos que se pueda solucionar con una buena música?

      No podemos olvidar que el origen de la música también está en África. La música es una forma de comunicación, de expresión, de esperanza… Con la música se puede solucionar todo, porque establece puentes afectivos entre solidaridad y compromiso. Para mí, la música es el lenguaje universal por excelencia, ya que por medio de ella, el espíritu se alimenta y se despierta la mente. La música está en una capa por encima de la parte racional. La razón nos guía y los sentimientos son los que nos movilizan, y ahí está la música. Necesitamos movilizar a la sociedad, para ayudar a otras sociedades que necesitan tanto, y no sólo una ayuda coyuntural, necesitan sentir el calor de los seres humanos.

Una mujer con talento sobre el escenario para ayudar a las mujeres con talento que no están, precisamente, en el escenario... ¿Qué lugar está destinado para la mujer africana?

      Tienes una relevancia esencial. Nuestro papel debe ser darles las herramientas oportunas para que sean proactivas en su propio entorno. Enseñarles a creer en su propia identidad. Nuestra obligación no es sólo promover partidas económicas, sino tener un compromiso sólido de identificarnos con su proyecto, respetando su cultura y su propia identidad. Dotando de recursos para que las mujeres y los hombres de África sean dueños de su propio entorno: esa es la mejor manera de ayudar.

Dar herramientas para que ellos mismos sean protagonistas de su progreso. ¿Es esa filosofía la que le hace cómplice de ‘Harambee’?

      Por supuesto. Veo la limpieza, la transparencia y la ilusión que pone Harambee en su compromiso con África y eso me ha conquistado.

Harambee nació hace ahora 10 años con motivo de la canonización de San Josemaría Escrivá de Balaguer. ¿Conoce su mensaje? Opus Dei: trabajo bien hecho, gente que se implica con el futuro de la sociedad…

      …capacidad de sacrificio, responsabilidad… Todos esos valoren son los que me identifican con Harambee. Su trabajo con suma transparencia y generosidad, su código de circulación ética admirable… Yo he recibido esa formación y creo, sinceramente, que estos son los valores que hacen falta para crear una sociedad mejor. Además, como persona, una se siente más premiada.

¿Será posible que África sea una orquesta en la que todos trabajen todos a una?

      Tenemos que conseguirlo. Debemos ser una orquesta todos: África, Europa, América… Hemos de trabajar para ser una sinfonía perfectamente equilibrada: la gran obra, esto debe ser. El compromiso de todos los seres humanos. Las ONG y fundaciones hacen un trabajo admirable, pero la miseria que encuentras en ciertos países requiere un compromiso político. Todos tenemos que poner voz y presencia para sensibilizar a los protagonistas de la esfera política.

Con este concierto, se han unido de una manera especial solidaridad, música, arte, y deporte…

      Estoy muy agradecida a la Fundación Atlético de Madrid por su gran sensibilidad por la cultura, y en este caso, la música. Sin ellos no hubiera sido posible este proyecto. Desde la música y el deporte, que son dos trabajos en equipo, se pueden hacer muchas cosas grandes. Es estupendo que un equipo como el Atlético de Madrid tenga la sensibilidad para implicarse tanto en un proyecto cultural con raíces solidarias.

Más allá de los tres puntos de cada fin de semana, podemos decir que con este concierto, el Atleti ha metido varios goles más interesantes…

      Así lo pienso, de verdad que sí.

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