El tema del arrepentimiento nunca ha sido popular, sin embargo la Biblia nos muestra que es el paso decisivo que junto con la fe lleva al hombre hacia la salvación y a la vida eterna
A) El arrepentimiento es el llamado fundamental a la humanidad para el perdón de sus pecados en virtud de la llegada del reino.
Juan el bautista decía que para entrar al reino de los cielos era necesario el arrepentimiento de los pecados del pueblo de Israel (Mt 3, 2). Jesús mismo comenzó su ministerio diciendo que la gente debía arrepentirse porque el reino de los cielos se había acercado (Mt 4, 17). Luego, cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar les dijo que su mensaje debía ser este mismo (Mt 10, 5-7). Posteriormente Jesús resucitó y envió a sus discípulos a predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados a las naciones (Lc 24, 47).
El apóstol Pablo dijo que Dios “…ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,…”. Hch 17, 30-31. Esto implica varias cosas: en primer lugar que todos los seres humanos han pecado, le hemos fallado a Dios; segundo, que habrá un día del juicio en el que daremos cuenta pero si nos arrepentimos podemos ser justificados y el juicio ya no caerá sobre nosotros; tercero es una orden divina para todo hombre en todo lugar. La promesa de Dios es que quien se arrepiente él lo perdonará. Esto parece obvio, pero no lo es, Dios podría no perdonar sino juzgar al hombre como juez justo como lo hizo con los ángeles caídos, los cuales no tuvieron segunda oportunidad y tampoco Cristo murió por ellos, o podríamos tener la inseguridad o incertidumbre del perdón como cuando Jonás fue a predicar a Nínive y ellos decían “¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?).” Jon 3, 9
B) ¿Qué es arrepentimiento?
El arrepentimiento involucra una parte emocional pero no es suficiente:
En Hch 2, 37-38 dice que luego de que Pedro predicó al pueblo la gente se compungió de corazón, es decir, se afligieron profundamente y preguntaron qué debían hacer, Pedro entonces les dijo que debían arrepentirse y bautizarse. Esto implica que el sentimiento de dolor y culpa por los pecados es el comienzo del arrepentimiento pero no es suficiente.
No es remordimiento: Judas Iscariote después de entregar a Jesús sintió remordimiento y culpa y devolvió las monedas a los sacerdotes (Mt 27, 3), pero luego fue y se suicidó. ¿Qué le faltó a Judas si estaba arrepentido y devolvió el dinero? Le faltó fe en Jesús y arrepentirse para con Dios.
Pablo explica la relación de la tristeza con el arrepentimiento verdadero y el arrepentimiento que no lleva a ningún lado: 2Co 7, 9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.
El arrepentimiento involucra una parte mental pero esta por sí sola no es suficiente:
La palabra arrepentimiento viene de la palabra griega “metanoia” que significa “cambio de mente, de percepción o comprensión”. Significa que después de reflexionar y meditar la persona llega un entendimiento de que es pecador y necesita el perdón de sus pecados.
Puede ser que la persona sea consciente y llegue a un cambio intelectual en cuanto a su comprensión del evangelio y sin embargo no sienta el peso de sus pecados y el deseo de cambiar ni la voluntad de hacerlo.
El arrepentimiento tiene que ver con la voluntad del hombre pero no solo con sus acciones externas.
Muchas personas tienen un arrepentimiento superficial. Cambian muchas cosas temporalmente en sus vidas pero luego vuelven a su forma vieja de vivir.
Los israelitas por ejemplo cuando estaban en peligro por sus enemigos clamaban a Dios y este le enviaba libertadores, pero cuando ya estaban lejos se volvían atrás Jc 2, 19 “Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.”
Una definición más completa del arrepentimiento la vemos delineada en Pr 28, 13 que dice “el que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Esto implica el reconocimiento ante Dios de que le hemos fallado y la decisión de apartarnos del mal del cual somos conscientes con la ayuda de Dios para comenzar a hacer el bien.
El arrepentimiento es una decisión radical de la vida en respuesta a la misericordia que Dios ha prometido tenernos. No solo es pedir por los pecados de hoy y de ayer sino de los pecados de la vida entera, sino implica volverse a Dios de todo corazón sin que eso implique que la persona no volverá a cometer faltas. El arrepentimiento le hace entrar en la gracia de Dios y por ello este paso es tan importante en la vida del ser humano.
El arrepentimiento debe ir unido a la fe que se pone en Jesús y en su promesa de perdón, esa es la base por la cual es aceptada. La salvación no se gana por arrepentirse, más bien se le es otorgada gratuitamente a quien reconoce que no la merece por sus faltas.
C) ¿Qué tienes que hacer si estás arrepentido?
¿Vestirte de cilicio? ¿Romper tus vestiduras? ¿Ayunar? ¿Azotarte? ¿Caminar de rodillas haciendo penitencia? Aunque las primeras tres eran parte de las muestras de dolor que la gente hacía en el Antiguo Testamento para mostrar externamente su arrepentimiento, las otras son innecesarias y no son demandas de Dios pues Cristo ya sufrió por nosotros en la cruz pagando por toda la culpa, en la Biblia ni siquiera existe la palabra penitencia.
En el Nuevo Testamento nos dice que debemos confesar a Dios nuestros pecados (Mt 3, 6, Sal 32, 5, 1Jn 1, 9): Admite que has fallado a Dios, date cuenta que él es santo y justo y tú pecador en pensamientos y acciones, y pide perdón desde lo profundo de tu corazón a Dios. Rasga tu corazón y no tu ropa (Jl 2, 12-13). Para un ejemplo de confesión lee el salmo 51.
D) ¿Cuáles son las muestras o resultados de una persona arrepentida?
En esencia es el cambio en tu vida moral, dejar de hacer lo malo y hacer el bien. Produce fruto que demuestre tu arrepentimiento (Mt 3, 8): La gente que oía a Juan el bautista preguntaba, ¿qué haremos? y él les decía: compartan vestido y alimento (Lc. 3, 10,11). A los publicanos dijo, “no exijan más de lo debido” (Lc 3, 12-13) y a los soldados dijo “no hagan extorsión, ni calumnia y conténtense con el salario” Lc 3, 14. También debemos hacer restitución a quien hemos robado o mentido pedir perdón al prójimo y hacer la paz con los demás. El arrepentimiento es una vuelta hacia la obediencia a los mandamientos.
Bautízate (Hch 2, 37-38): En señal de este cambio de vida Pedro nos enseña que quien se arrepiente debe bautizarse para perdón de los pecados y Dios les daría de su Espíritu para poder vivir en una vida nueva. Juan el bautista también bautizaba a las personas como señal de este arrepentimiento. El bautismo es una demostración pública de que te has vuelto a Dios y te has unido a él por la fe.
E) ¿Cuál es la promesa para quién se arrepiente?
El perdón de los pecados.
Is 1, 18: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Hch 2, 38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hch 5, 31: A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Redacción de explorandolafe.wordpress.com/
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