El cardenal Osoro considera «dramático» que se apueste por la eutanasia en una situación como la que vivimos
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha reconocido que la aprobación por parte del Congreso de los Diputados de la ley de eutanasia es «una mala noticia» y ha recordado que ahora es momento para promover el testamento vital o declaración de voluntades anticipada y la objeción de conciencia.
«Este es un momento en favor de promover una cultura de la vida y de dar pasos concretos promoviendo un testamento vital o de declaraciones anticipadas que haga posible que los ciudadanos españoles manifiesten de una manera clara y determinada su deseo de recibir cuidados paliativos. Su deseo de no ser objeto de la aplicación de esta ley de eutanasia», ha afirmado Argüello en una declaración.
Al mismo tiempo, ha defendido la necesidad de trabajar en favor de la objeción de conciencia y de «todo aquello que tenga que ver con esta cultura de la vida que quiere tener una línea roja diciendo con fuerza «no matarás»».
Ofrecer la muerte como solución
En opinión del portavoz episcopal, el legislador «ha buscado la solución de evitar el sufrimiento provocando la muerte de quien sufre», una circunstancia que ha estimado «dramática», cuando en nuestro país «hay 60.000 personas que mueren con sufrimiento cada año, pudiéndose remediar con una política adecuada de cuidados paliativos».
«No provocarás de manera decidida la muerte para aliviar el sufrimiento, sino al contrario, cuidarás, practicaras la ternura, la cercanía, la misericordia, el ánimo, la esperanza para aquellas personas que se encuentran en el tramo final de su existencia, quizás en momentos de sufrimiento que necesitan consuelo, cuidado y esperanza», ha concluido el también obispo auxiliar de Valladolid.
Por su parte, el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, Juan José Omella, se ha preguntado en Twitter: «¿Nos podemos considerar una sociedad avanzada aprobando una ley que empuja a los enfermos a tirar la toalla y a terminar su existencia?».
El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la CEE, Carlos Osoro, ha manifestado en la misma red social que es «dramático que hoy se apueste por la eutanasia». «La pandemia debe provocar un cambio de paradigma: pasemos de la búsqueda egoísta del propio bienestar al cuidado. Somos cuidadores del prójimo», ha dicho.
También ha habido una contestación a la nueva ley desde la vida religiosa. Así, CONFER ha recordado en un comunicado en su página web que «la dignidad de cada ser humano es inherente, intrínseca, inviolable e independiente de las condiciones que lo rodean». Y ha añadido: «La solución no se encuentra en descartar la vida de una persona enferma. Se hace necesaria una atención adecuada, humana y profesional encaminada hacia los cuidados paliativos que ayudan a vivir el final de la vida con dignidad y con el mayor bienestar posible».