Una aplicación que localiza a sacerdotes disponibles para impartir el sacramento de la reconciliación
A raíz de un reportaje en un periódico local, esta semana le han llamado de varios medios de comunicación. El motivo es que D. José Carlos utiliza ‘Confesor GO’, una aplicación que localiza a sacerdotes disponibles para impartir el sacramento de la reconciliación
José Carlos López es un sacerdote de Vigo, usuario de la app Confesor Go, una aplicación que indica en tiempo real dónde hay un cura confesando. También muestra la ruta para llegar a él y permite concertar una cita previa para recibir este sacramento de forma segura. “El mejor anticovid es la confesión”, sostiene este presbítero nacido en Murcia hace 61 años y afincado en Galicia desde 1987, cuando llegó recién ordenado.
“Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, curar mi alma, sanar el corazón y algo que hice y no funciona bien”. Esto decía el Papa Francisco en una audiencia general. A José Carlos López García le preocupa ver cómo la pandemia está dificultando el acceso al sanador sacramento de la Confesión.
“Vivo en un centro del Opus Dei y ahí no puedo confesar porque las medidas sanitarias impiden venir a los no convivientes. Así que me busco la vida por fuera”, explica. Una de las formas ha sido incorporarse a la app Confesor GO, que muestra al posible penitente dónde hay un sacerdote confesando en ese momento y le indica la forma de llegar. Esta aplicación incluye el número de teléfono, y en algunos casos el correo electrónico del sacerdote, algo que facilita concertar una cita para recibir este sacramento. Le hemos entrevistado para que lo explique con más detalle.
¿Por qué empezó a usar esa App?
Vi un reportaje en un periódico sobre la aplicación y llamé al sacerdote que la puso en marcha, que se llama Ricardo Latorre Cañizares. Le envié mis horarios, la parroquia en la que iba a impartir el sacramento, y él me conectó. Alrededor de 300 sacerdotes en España y en varios países de América usamos esta aplicación. Confesor GO tiene mucho futuro.
¿Cómo acceden los posibles penitentes?
Tienen que descargarse la aplicación, que es gratuita, y ahí aparecen los confesores más cercanos, los que están confesando en ese momento y los horarios de otros días. En algunos casos figuran datos como la fecha de nacimiento del sacerdote, cuándo se ordenó, su correo electrónico y el idioma que habla. Ahora mismo la aplicación tiene más de 48.000 descargas. Está muy bien porque con la covid-19 todo se ha desorganizado bastante y a veces la gente no sabe dónde encontrar a un sacerdote.
¿Es segura la confesión? Porque los confesonarios son pequeños...
Es totalmente segura. No usamos los confesonarios habituales. Yo confieso en espacios abiertos: al final de la iglesia, en un banco o colocando unas sillas que están a metro y medio de distancia. Y, por supuesto, con mascarilla y gel.
Insisto mucho en que la confesión no solo es segura sino que es el mejor quitamiedos: sales contento, con mucha paz, con nuevos ánimos... Tengo un amigo sacerdote que, como su iglesia es pequeña, confiesa en el exterior. También hay sacerdotes que están en esta aplicación que confiesan en un parque o en un colegio.
¿Ve a la gente con miedo?
Sí, pero sobre todo veo a todo el mundo como aplatanado. Rezo todos los días para que acabe esta pandemia. Y mientras tanto, para el alma el mejor anti-covid es la confesión, estar cerca de Dios que, como nos recuerda tantas veces el Papa Francisco, es tan misericordioso. Además, ahora mismo venir a la iglesia es bastante seguro porque se han reducido los aforos para las misas y para todos los actos religiosos.
¿A quienes atiende gracias a esta aplicación?
La mayoría de los que vienen es gente joven. A los mayores les cuesta un poco más. Semanalmente estoy disponible en cuatro parroquias de Vigo, a las que reparto los cinco días en los que habitualmente confieso. Además, una vez al mes voy a dos sitios más de los alrededores para predicar retiros mensuales y aprovecho también para confesar a los que vienen.
¿Se podrá acudir la Confesión de manera online?
La confesión nunca podrá ser online. La Santa Sede ya estableció en el siglo XVII que no se podía confesar por carta. El padre Lombardi, cuando era portavoz de la Santa Sede, dejó claro que no tenía sentido hablar de confesarse por medio de un iPhone. Esto lo explicó cuando ese teléfono ofrecía una aplicación que ayudaba a preparar este sacramento. Explicaba este jesuita que no existe sacramento de la confesión sin diálogo entre el sacerdote y el penitente, y corresponde al confesor dar la absolución en nombre de Dios, por lo que ningún programa informático puede sustituir ese momento.
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Pero hay que gente que usa soportes informáticos en las iglesias...
Sí, para leer, para rezar o para seguir la Misa. También para preparar la confesión con preguntas que les ayuden a hacer un buen examen de conciencia, pero sabiendo que eso no sustituye al sacramento.
Fuente: opusdei.org
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