Revista Palabra (Entrevista de Alfonso Riobó)
«El Santo Padre ha venido como un peregrino de la paz y de la reconciliación; y se espera que su presencia y el mensaje que nos ha dejado en sus discursos y en la Exhortación post-sinodal, den mucho fruto tanto a corto como a largo plazo»
El Patriarca maronita Bechara Raï es la principal autoridad de la Iglesia en el Líbano, y un referente moral para todo el país. Nos recibe en la sede patriarcal de Bkerké, y valora en esta entrevista, para los lectores de Palabra, la visita de Benedicto XVI y las nuevas perspectivas que ha abierto en el Oriente Medio.
La visita del Santo Padre ha tenido lugar en un momento crucial para el Líbano y para todo el Oriente Medio. ¿Cómo valora Su Beatitud la reciente visita?
El Santo Padre ha venido a visitar el Líbano y, a través del Líbano, toda la región del Oriente Medio. Insistió en su voluntad de venir, a pesar de los intentos de persuadirle para que cancelara la visita. Con su insistencia quería subrayar la importancia que concede a la presencia cristiana en el Oriente Medio, especialmente en un momento como este, en el que la región entera se encuentra en un estado de agitación que podría decidir su futuro durante muchos años.
La visita en cuanto tal ha sido un gran éxito. Lo demuestran, en primer lugar, las grandes multitudes que han participado en todos los actos, sobrepasando todas las expectativas. Esta acogida indica que el pueblo libanés, incluidos tanto los cristianos como los musulmanes, estaba muy contento por la visita, y que ésta ha dado un nuevo impulso a la vida de la Iglesia en el Líbano, y también más allá de él.
¿Cuáles son los principales mensajes que el Papa ha traído al Líbano?
Ante todo y sobre todo, la visita del Santo Padre ha sido un llamamiento a la paz. En la intervención pronunciada en el palacio presidencial, en presencia de los dirigentes de la Iglesia en el Líbano y de los líderes civiles, así como de la totalidad de los representantes diplomáticos de todos los países del mundo, insistió en que lo que nos llevará a una nueva forma de fraternidad, no obstante las diferencias culturales, sociales y religiosas, es el sentido compartido de la grandeza de la persona humana. También subrayó en la importancia de la educación en el camino hacia la paz.
Así, el Santo Padre ha expresado su aliento y su oración por las legítimas aspiraciones de paz en la región. Y ha urgido a los cristianos a no tener miedo y a comprometerse cada vez más en el diálogo ecuménico y en el diálogo con las otras religiones, con el fin de fortalecer el espíritu de cooperación y convivencia, y de realizar las aspiraciones a la paz.
¿Cómo se concretará ese “nuevo impulso”, a partir de hoy?
Los discursos pronunciados por el Santo Padre nos han aportado muchas cosas sobre las que reflexionar; y la Exhortación Apostólica post-sinodal “Ecclesia in Medio Oriente” diseña un plan de acción para los cristianos del Líbano y del Medio Oriente, que dará origen a un movimiento de renovación, y a una mayor comunión en cada una de las Iglesias y entre las diversas Iglesias.
Igualmente, el documento llama a los cristianos a ofrecer un testimonio más acabado a todos los pueblos de la región. Y dará, asimismo, un nuevo impulso al diálogo ecuménico y al diálogo interreligioso, que son ambos vitales —pero especialmente en nuestra época— para la religión y, en general, para el mundo.
Uno de los primeros resultados es la cumbre de dirigentes religiosos cristianos y musulmanes que ha tenido lugar en la mañana de hoy, lunes 24 de septiembre, para debatir acerca de la visita y estudiar el modo de poner en práctica el contenido de la Exhortación. En el comunicado final, después de agradecer la visita al Santo Padre, todos los participantes se han comprometido a trabajar para ponerla en práctica, especialmente en el campo de la educación en todos los niveles.
Todos esperamos que la visita, y lo que suceda a partir de ella, contribuyan a la paz y la reconciliación. El Santo Padre ha venido como un peregrino de la paz y de la reconciliación; y se espera que su presencia y el mensaje que nos ha dejado en sus discursos y en la Exhortación post-sinodal, den mucho fruto tanto a corto como a largo plazo.
¿Qué otros rasgos caracterizan la Exhortación Apostólica para el Oriente Medio, que Benedicto XVI ha firmado y entregado aquí?
La Exhortación es relativamente breve, y tiene una orientación pastoral. Contiene una serie de propuestas de acción para los diferentes miembros de la Iglesia, desde el Patriarca hasta los simples fieles.
Está centrada en dos temas: la comunión y el testimonio. Invita a los cristianos a llevar a cabo una renovación personal y a redescubrir su identidad cristiana, su comunión personal con Dios, porque así estarán en condiciones de vivir la comunión con los demás y de reflejar en su vida el rostro de Jesucristo. También les llama a procurar reforzar sus relaciones con los otros cristianos, así como con los creyentes de otras religiones.
¿Qué significado tiene la elección de la basílica greco-católica de San Pablo marco para la firma solemne de la Exhortación?
La elección de la basílica greco-católica de San Pablo no tiene una significación ecuménica, puesto que se trata de otra Iglesia católica oriental.
Cada una de las Iglesias católicas en el Líbano ha acogido uno de los actos de esta visita: la firma de la Exhortación Apostólica tuvo lugar en un basílica greco-católica; el encuentro con los jóvenes se organizó en el patriarcado en Bkerké, de la Iglesia maronita; la Iglesia siro-católica acogió el encuentro ecuménico, etc. Como todas ellas son Iglesias católicas, no hay que atribuir a la elección de la basílica de San Pablo un significado ecuménico, por ejemplo.
En el Líbano, las relaciones con los demás cristianos no católicos son habitualmente muy buenas, y la cooperación no se queda en los niveles teológicos y teóricos, sino que abarca los aspectos pastorales, como la cuestión de los matrimonios mixtos, un programa catequético común en el sistema escolar público, etc.
La presencia cristiana es un elemento inseparable de la identidad libanesa, pero el número de los cristianos disminuye. ¿Afectará este hecho a la tradicional convivencia entre cristianos y musulmanes?
En efecto, la presencia cristiana, y en particular la presencia maronita, están muy estrechamente ligadas a la identidad del Líbano, puesto que la Iglesia maronita está en el origen de la fundación del Estado libanés que hoy conocemos. El Patriarca Elías Howayek encabezó la delegación enviada a las negociaciones para la independencia del Líbano, que tuvieron lugar en Francia en 1919, en el palacio de Versalles; fue comisionado por todos, cristianos y musulmanes.
En 1943, cristianos y musulmanes acordaron un Pacto Nacional que creó un Estado secular, en el que están separadas la religión y la política, y en el que comparten entre ellos el poder en base de igualdad, en el gobierno y en el parlamento.
Una parte de ese acuerdo es la previsión de que el presidente del país sea un maronita, el presidente del parlamento un chiíta, y el primer ministro un musulmán suní. De este modo, la fórmula del poder compartido se mantiene con independencia de la demografía. Por este motivo, el descenso del número de cristianos tiene por qué afectar a la convivencia tradicional, porque la Constitución libanesa garantiza la igualdad en la representación, con independencia de las cifras en cuanto tales.
La gran aspiración de esta región es la paz, y en ella ha abundado el Santo Padre. Pero aún se oyen las armas en Siria. ¿Qué perspectivas ve Su Beatitud para la paz? ¿Cómo puede ser realidad este sueño?
Por desgracia, esta región aspira a la paz desde hace muchos años. Pero se hizo más difícil de alcanzar cuando comenzó el conflicto árabe-israelí en 1948, debido al establecimiento en territorio árabe palestino del Estado de Israel, tras la expulsión del pueblo palestino de su tierra.
La actual ola de violencia en varios países árabes, que suele calificarse como “despertar árabe” o “primavera árabe”, ha estallado precisamente debido a su profunda frustración con los regímenes autoritarios, cuando no totalitarios. A menos que se cumplan las legítimas aspiraciones del pueblo a la democracia y los derechos humanos, no habrá paz en esos países.
Por otra parte, si no se resuelve el conflicto árabe-palestino, en el mundo árabe la paz puede seguir siendo un sueño durante muchos años.
Líbano sufre bajo tensiones nacidas fuera de sus fronteras. En la actualidad, se deja sentir dramáticamente la cercanía de los combates en Siria. ¿De qué manera pueden ayudarse entre sí los cristianos de Siria y del Líbano?
En efecto, la guerra en Siria tiene repercusiones en el Líbano, ya que ambos países están muy relacionados histórica, geográfica y económicamente, entre otras cosas. Los cristianos se ven afectados como todos los demás. Cristianos y musulmanes libaneses están intentando acoger a todos los sirios que escapan del peligro, y las organizaciones cristianas de ayuda ayudan en las necesidades materiales, cuando la situación de la seguridad permite que la ayuda alcance su destino.
Este pequeño país tiene una gran herencia cultural y espiritual, pero también dificultades. Lo mismo le sucede a la Iglesia maronita. ¿Cómo procura promover la evangelización?
La Iglesia intenta mejorar en los cristianos la educación religiosa, el estudio de las Escrituras, la liturgia y el servicio pastoral de los sacramentos. Se esfuerza por ayudar a las personas para que mejoren su vida de oración, y les anima a dar testimonio por medio de un sano compromiso social.
Como Patriarca maronita, Su Beatitud es también la cabeza espiritual de una numerosa diáspora, y realiza un importante esfuerzo para su atención pastoral…
Ciertamente. Estamos visitando a nuestra gente por todo el mundo, para escuchar sus necesidades y preocupaciones, y para ayudarles de todos los modos posibles. Les asistimos facilitando personal religioso, y animando a una mayor cooperación con la Iglesia en el Líbano en materias litúrgicas.
Por medio de algunos programas de intercambio, en particular para gente joven, estamos intentando ayudarles a preservar su patrimonio e identidad, a la vez que atendemos a su necesidad de integración. Continuamos escuchándonos mutuamente, para percibir cómo estas dos alas de la Iglesia pueden ayudarse mutuamente.
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía I |