El primer libro-entrevista que monseñor Ocáriz concede como prelado del Opus Dei plantea cuestiones que afectan a creyentes y no creyentes porque “todos somos protagonistas, todos responsables” de la gran familia humana
Uno sospecharía que preguntar sobre trabajo y familia, las repercusiones sociales de la tecnología, la enfermedad o el papel de la Iglesia y la oración en el siglo XXI, equivaldrían a una desafortunada invitación al desaliento. Sin embargo, de las respuestas sobre estos temas que monseñor Ocáriz ofrece en Cristianos en la sociedad del siglo XXI surge una visión claramente esperanzada. Sin pasar por alto las dificultades derivadas de la ambigüedad, rapidez y profundidad del cambio en que vivimos, y sin ignorar las heridas afectivas −cada vez más visibles y extendidas− que afligen a muchos, el prelado del Opus Dei abre horizontes posibles de compromiso cristiano con la sociedad. En palabras del mismo don Fernando: «No podemos olvidar que, sin ignorar los problemas propios de cada época, Dios es el Señor de la Historia. Es Él quien nos ha dado este mundo para cuidarlo y dirigirlo a su gloria, nos lo ha dejado en herencia y cuenta con nuestro esfuerzo para hacerlo cada día mejor».
El primer libro-entrevista que monseñor Ocáriz concede como prelado plantea cuestiones que afectan a creyentes y no creyentes porque «todos somos protagonistas, todos responsables» de la gran familia humana. «Cada época tiene sus retos, y los cristianos hemos de saber dar respuesta y aliento a los hombres de nuestra época, no porque estemos libres de esas mismas heridas, sino precisamente porque nos afectan del mismo modo y buscamos sanarlas de la mano de Dios». Especial protagonismo cobran las últimas preguntas −formuladas durante la pandemia cuyas consecuencias aún seguimos sufriendo− y que ha ofrecido una inesperada oportunidad para la reflexión. El espíritu de servicio y la amistad sincera son la base, no solo de la reconstrucción de la cotidianeidad a la que todos aspiramos, sino de una sociedad más humana.
Amar el mundo apasionadamente no es únicamente el título de una emblemática homilía de san Josemaría Escrivá: era el espíritu que le animaba en su misión y el que transmite en sus respuestas su tercer sucesor al frente de la Prelatura. Desde su nacimiento hace ya casi 100 años, el Opus Dei ha anunciado que el cristiano debe estar inmerso en todas las realidades humanas nobles para transformar y santificar el mundo desde dentro: «El futuro se cambia santificando el presente». Saber adaptar ese espíritu a las circunstancias cambiantes requiere la fidelidad creativa propia de una realidad viva.
Paula Hermida Autora de 'Cristianos en la sociedad del siglo XXI'. Conversaciones con monseñor Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei (Ediciones Cristiandad)