En la catequesis durante la Audiencia General de hoy el Papa ha afirmado que las cosas que se hacen para adivinar el futuro o para cambiar situaciones de la vida "no son cristianas". Y aseguró que "la gracia de Cristo" lo da todo: “se nos revela como amor gratuito”
Queridos hermanos y hermanas:
Seguimos nuestra catequesis sobre el libro de los Hechos de los Apóstoles, y hoy contemplamos a Pablo en Éfeso y Mileto, ya en los momentos finales de su apostolado en Asia menor.
En ese tiempo, el testimonio de Pablo hizo presente a Jesús en medio de su pueblo, comunicando la vida nueva que el mismo apóstol había recibido. Los prodigios y la efusión del Espíritu a través de los sacramentos manifestaban la fuerza salvífica del Evangelio.
Con tales portentos, Dios desenmascaró a los que querían usar el nombre de Jesús para el propio provecho, mostrando al pueblo la debilidad de las artes mágicas. Muchos abrazaron la fe y repudiaron tales prácticas. Los fabricantes de ídolos se sintieron amenazados y reaccionaron violentamente contra Pablo, pero sus denuncias no fueron acogidas. El mensaje es claro: la magia es incompatible con la fe; Dios no se da a conocer a través de prácticas ocultas, sino que se nos revela como amor gratuito.
Quien elige a Cristo se abandona confiado en las manos de Dios. En Mileto, Pablo pronunció un discurso de despedida a los ancianos venidos de Éfeso. En sus palabras, destacaba que el servicio humilde y desinteresado fue una pauta durante todo su ministerio y que se abandonaba al Espíritu Santo que lo conducía a Jerusalén, para ser probado. A los ancianos les confió la grey redimida con la sangre de Cristo, amonestándoles sobre su misión de custodios.
Para esta tarea, los encomendó a Dios y a su palabra de gracia, fermento de desarrollo y de santidad en la Iglesia, y, por último los invitaba a trabajar para no ser de peso a nadie.
El viaje del Evangelio por el mundo continua sin descanso en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, y atraviesa la ciudad de Éfeso manifestando todo su alcance salvador. Gracias a Pablo, unos doce hombres reciben el bautismo en el nombre de Jesús y experimentan la efusión del Espíritu Santo que les regenera (cfr. Hch 19,1-7). Luego son varios los prodigios que suceden por medio del Apóstol: los enfermos se curan y los poseídos son liberados (cfr. Hch 19,11-12). Eso pasa porque el discípulo se parece a su Maestro (cfr. Lc 6,40) y lo hace presente comunicando a los hermanos la misma vida nueva que de Él recibió.
El poder de Dios que irrumpe en Éfeso desenmascara a quien quiere usar el nombre de Jesús para hacer exorcismos pero sin tener la autoridad espiritual para hacerlo (cfr. Hch 19,13-17), y revela la debilidad de las artes mágicas, que son abandonadas por un gran número de personas que eligen a Cristo y abandonan las artes mágicas (cfr. Hch 19,18-19). Una auténtica transformación para una ciudad, como Éfeso, que era un centro famoso por la práctica de la magia. Lucas subraya así la incompatibilidad entre la fe en Cristo y la magia. Si escoges a Cristo no puedes acudir al mago: la fe es abandono confiado en las manos de un Dios confiable que se deja conocer no a través de prácticas ocultas sino por revelación y con amor gratuito. Quizá alguno me diga: “Ah, sí, eso de la magia es una cosa antigua: hoy, con la civilización cristiana eso no pasa”. ¡Pues estad atentos! Yo os pregunto: ¿cuántos van a consultar el tarot, cuántos van a que les lean las manos por las adivinas o las cartas? También hoy en las grandes ciudades cristianos practicantes hacen esas cosas. Y a la pregunta: “¿Pero cómo va a ser, si crees en Jesucristo, vas al mago, a la adivina, a toda esa gente?”, responden: “Yo creo en Jesucristo pero para la buena suerte voy también a esos”. Por favor: la magia no es cristiana. Esas cosas que se hacen para adivinar el futuro u otras cosas o cambiar situaciones de la vida, no son cristianas. La gracia de Cristo te trae todo: reza y fíate del Señor.
La difusión del Evangelio en Éfeso perjudica el comercio de los plateros −otro problema−, que fabricaban las estatuas de la diosa Artemisa, haciendo de una práctica religiosa un verdadero y auténtico negocio. Sobre esto yo os pido que penséis. Viendo disminuir esa actividad que daba mucho dinero, los plateros organizan una revuelta contra Pablo, y los cristianos son acusados de poner en crisis la categoría de los artesanos, el santuario de Artemisa y el culto a esa diosa (cfr. Hch 19,23-28).
Pablo, luego, parte de Éfeso hacia Jerusalén y llega a Mileto (cfr. Hch 20,1-16). Aquí manda llamar a los ancianos de la Iglesia de Éfeso −los presbíteros, los sacerdotes− para darles unas consignas “pastorales” (cfr. Hch 20,17-35). Estamos en la fase final del ministerio apostólico de Pablo y Lucas nos presenta su discurso de adiós, una especie de testamento espiritual que el Apóstol dirige a los que, después de su partida, tendrán que guiar la comunidad de Éfeso. Y esta es una de las páginas más hermosas del Libro de los Hechos de los Apóstoles: os aconsejo tomar hoy el Nuevo Testamento, la Biblia, el capítulo 20 y leer esta despedida de Pablo de los presbíteros de Éfeso, y lo hace en Mileto. Es un modo para saber cómo se despide el Apóstol y también cómo los presbíteros deben despedirse hoy y también cómo todos los cristianos deben despedirse. Es una bellísima página.
En la parte exhortativa, Pablo anima a los responsables de la comunidad, que sabe que los ve por última vez. ¿Y qué les dice? «Cuidad de vosotros y de toda la grey». Esa es la labor del pastor: hacer la vela, cuidar de sí mismo y de la grey. El pastor debe velar, el párroco debe velar, hacer la vela, los presbíteros deben velar, los obispos, el Papa deben velar. Hacer la vela para cuidar a la grey, y también velar sobre sí mismos, examinar la conciencia y ver cómo se cumple ese deber de velar. «Cuidad de vosotros y de toda la grey, en la que el Espíritu Santo os puso como obispos para apacentar la Iglesia de Dios, que Él adquirió con su sangre» (Hch 20,28): así dice San Pablo. A los obispos se les pide la máxima proximidad a la grey, rescatada por la sangre preciosa de Cristo, y la prontitud para defenderla de los «lobos» (v. 29). Los Obispos deben estar cercanísimos al pueblo para cuidarlo, para defenderlo; no separados del pueblo. Después de haber confiada esta tarea a los responsables de Éfeso, Pablo los deja en las manos de Dios y los encomienda a la «palabra de su gracia» (v. 32), fermento de todo crecimiento y camino de santidad en la Iglesia, invitándoles a trabajar con sus propias manos, como él, para no ser un peso para los demás, a socorrer a los débiles y a experimentar que «mayor felicidad hay en dar que en recibir» (v. 35).
Queridos hermanos y hermanas, pidamos al Señor que renueve en nosotros el amor por la Iglesia y por el depósito de la fe que ella custodia, y hacernos todos corresponsables en el cuidado de la grey, sosteniendo en la oración a los pastores para que manifiesten la firmeza y la ternura del Divino Pastor.
Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua francesa, en concreto a la delegación de la Lorena, con Mons. Jean-Louis Papin; y a la Asociación de los amigos de Saint Nicolas des Lorrains. Pidamos al Señor que renueve en nosotros el amor de la Iglesia por el depósito de fe, de la que es custodia, sosteniendo con la oración a sus pastores, para que muestren siempre la vigilancia y la ternura del mismo Cristo. Dios os bendiga.
Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes en esta Audiencia, especialmente a los grupos de Malta, Indonesia, Malasia, Singapur, Canadá y Estados Unidos de América. A cada uno y a vuestras familias llegue el deseo de un fecundo camino de Adviento, para llegar a Navidad a abrazar en el Niño al Salvador del mundo. Dios os bendiga.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua alemana, en particular a los miembros y amigos de la Schönstattbewegung y al grupo de la parroquia Sankt Martin Riegersburg. Pidamos por todos los pastores de la Iglesia, para que guíen la grey a ellos confiada con la misma firmeza y ternura del Buen Pastor, custodiando fielmente el depósito de la fe y transmitiéndolo con audacia.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, venidos de España y de Latinoamérica. Pidamos al Señor un renovado amor por la Iglesia tomando conciencia de nuestra responsabilidad ante nuestros hermanos, y rezando además por los pastores, para que revelen la firmeza y la ternura del Buen Pastor. Que Dios bendiga a todos.
Saludo con cariño a los peregrinos de lengua portuguesa, en particular al grupo brasileño Nossa Senhora do Livramento, de Vitória de Santo Antão, animando a todos a apostar por ideales grandes, ideales de servicio que ensanchan el corazón y hacen fecundos vuestros talentos. Fiaos de Dios, como la Virgen María.
Dirijo una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua árabe, en particular a los que vienen de Tierra Santa, Egipto y Medio Oriente. Os invito al inicio del Adviento a experimentar que «mayor felicidad hay en dar que en recibir», y que Dios ama a quien da con alegría. El Señor os bendiga a todos y os proteja siempre del maligno.
Doy la bienvenida a los peregrinos polacos. De modo particular saludo a los organizadores y participantes en la conferencia dedicada al beato padre Popieluszko, que se ha tenido en la Universidad Urbaniana, en apertura de la muestra a él dedicada. Os agradezco el mantenimiento de la memoria de este sacerdote celoso y mártir que, bárbaramente asesinado por los servicios comunistas, dio la vida por amor a Cristo, a la Iglesia y a los hombres, sobre todo a los privados de libertad y dignidad. El domingo en Polonia se celebra la XXª Jornada de Oración y Ayuda a la Iglesia del Este. Os recomiendo esa importante labor y agradezco a todos los polacos que se comprometen a favor de las Iglesias lindantes, con el espíritu del amor fraterno. Dios os bendiga.
Dirijo una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. En particular, saludo a los profesores de Seminarios de los Territorios de misión, que participan en el Curso promovido por la Congregación para le Evangelización de los Pueblos; y a los grupos parroquiales. Saludo además a los participantes en la Asamblea nacional de la Federación Italiana de Actividades Educativas; a los chicos de Calusco d’Adda; el Centro de ancianos de Galatone; y a los Abanderados y músicos de Città di Foligno.
Saludo finalmente a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados. El próximo viernes se celebra la memoria de San Nicolás de Bari. Imitemos sus virtudes, aprendiendo a no anteponer nada a la caridad con quien pasa más necesidad, viendo en él el rostro de Dios que se hizo hombre.
Fuente: vatican.va / romereports.com
Traducción de Luis Motoya
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