Está pensado para celebrar los valores positivos que los hombres brindan al mundo, sus familias y sus comunidades
“Hay una crisis de la masculinidad porque se culpa a los hombres por el mero hecho de serlo”. Así se expresa Jordan B. Peterson, psicólogo clínico canadiense, autor del best seller Doce reglas para vivir, de gran éxito entre los millennials, especialmente entre los hombres. Y sigue explicando de dónde viene, en su opinión, esa culpabilización del hombre:
“La izquierda posmoderna y sus guerreras feministas han logrado imponer la idea de que la jerarquía es una construcción social del malvado y corrupto patriarcado occidental. Sepultan la biología bajo su ideología. Niegan la naturaleza para culpar al varón. Es absurdo. Sus ideas no tienen base fáctica alguna. La Biología evolutiva y la Neurociencia demuestran que las jerarquías son increíblemente antiguas. Más que los árboles”. Podéis leer más en esta estupenda entrevista en El Mundo.
El Día Internacional del Hombre, que acabamos de celebrar esta semana (19 de noviembre) está pensado para celebrar los valores positivos que los hombres brindan al mundo, sus familias y sus comunidades. La idea es fomentar el liderazgo a través del ejemplo, con trayectorias masculinas que sean inspiradoras para niños, adolescentes y jóvenes adultos. No se trata de contraatacar el movimiento #MeToo, ni otras iniciativas surgidas en los últimos meses para luchar contra el acoso a la mujer. Se trata de re-situar las cosas. Porque es cierto que las mujeres han tenido históricamente muchas más dificultades: este mismo 19 de noviembre hemos recordado los 85 años de la primera vez que votaron las mujeres.
Es cierto que hay mucha injusticia en la valoración negativa que se está haciendo actualmente del hombre. Un ejemplo que acaba de llegarme, y del que ya hemos hablado otras veces (ver aquí), es el de las denuncias falsas contra hombres (aprovechando la sensibilización pro-mujer que hay en la sociedad), así como el sufrimiento de padres que se ven privados de sus hijos.
Lo que me parece más importante, y por eso quiero recordarlo una vez más, es que hombres y mujeres somos complementarios y nos necesitamos mutuamente para enfocar mejor los problemas y construir un mundo mejor. De la interacción entre nosotros surgen sinergias muy beneficiosas para todos. ¡Celebremos las diferencias!