“Saxum no es solo un proyecto de construcción. Saxum es un proyecto de acercamiento de corazones. Y por eso es tan único”
El pasado mes de diciembre, en la entrada del Conference Center de Saxum, se colocó una lápida conmemorativa en honor al anterior Prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, con ocasión del primer aniversario de su muerte. Este día pasó a ser uno de los más históricos del proyecto puesto que simboliza la última piedra de la construcción, aunque dentro del Visitor Center se siguen ultimando detalles para su apertura al público.
La inscripción, que se lee en árabe, inglés y hebreo, dice:
“Desde 1994, Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, dio ímpetu a Saxum en honor a su predecesor, el beato Álvaro del Portillo, para dar a conocer la tierra de Jesús como un lugar de encuentro con Dios y como un lugar para fomentar la oración, la paz y la compresión mutua.
Con gratitud filial por su trabajo pastoral y su afán por todas las almas, colocamos esta última piedra”.
El 17 de diciembre tuvo lugar una sencilla ceremonia en la que Mons. Joaquín Paniello, vicario del Opus Dei en Jerusalén, bendijo la lápida. Asistieron representantes de las empresas que han trabajado en la construcción de Saxum, quienes invitaron a familiares y amigos a ver el resultado de su labor de estos últimos años.
Antes de la bendición, los coordinadores del proyecto dirigieron unas palabras de conmemoración y agradecimiento. La bienvenida fue dada por uno de los representantes de Saxum quien habló de la visión de don Javier y de su constante y detallado seguimiento de los avances de la construcción: fue el principal motor que llevó a miles de personas de todo el mundo a contribuir al establecimiento del proyecto. Soñó con un lugar donde miles de personas llegarían por un periodo de tiempo para conocer mejor Tierra Santa, aprender y orar, porque él sabía que esta tierra era un lugar con un poder especial para el encuentro entre Dios y el hombre, una oportunidad para el cambio personal y la paz sobre las cosas realmente importantes en nuestra vida.
Posteriormente, subió al estrado Ory Shaked, Project Manager, quien hizo hincapié en el valor único de Saxum por el enriquecimiento de las personas que trabajaron en él apostando por un ideal común y rompedor a pesar de sus diferentes religiones. Su discurso no dejó a nadie indiferente: se puede leer aquí.
Este día Saxum presenció una convivencia interreligiosa e intercultural donde predominaba la satisfacción y alegría del trabajo bien hecho y en equipo, independientemente de las creencias y diferencias culturales.
Con el Conference Center funcionando desde junio y el Visitor Center cada vez más cerca de su apertura al público, la construcción de Saxum se va acercando a su fin para dar pie a una nueva y más emocionante etapa donde, así como ha conseguido conmover los corazones de tantos detrás de su elaboración, conmueva también a miles de personas que vengan a conocer las raíces de su fe.