Es uno de los cinco himnos litúrgicos compuestos por Santo Tomás de Aquino para la fiesta del Corpus Christi
Probablemente la versión musical más conocida sea la de César Franck (1872).
El Panis Angelicus de César Franck se ha interpretado miles de veces, y es una joya de la música sacra compuesta en honor de la Eucaristía. También es muy apropiada para el Jueves Santo. En este artículo recogemos varias versiones de esta pieza interpretadas por artistas diversos, añadiendo algunos comentarios para para proporcionar un mínimo contexto.
Un cuadro pintado para un retablo no “resuena” igual en una iglesia que en un museo. Del mismo modo, donde la música sacra resplandece con todo su brillo es en la liturgia. Imagínate que vas misa a una iglesia y cuando te acercas a comulgar se ponen a cantar el Panis Angelicus… Luciano Pavarotti haciendo un dúo con su padre, Fernando. Pues te emocionas, claro. Sucedió en la catedral de Módena en 1978.
Larissa Viana cantó el Panis Angelicus en la misa inaugural de la JMJ de Río de Janerio 2013 (la primera JMJ del Papa Francisco).
Luciano. Pavarotti no solo ha cantado el Panis Angelicus con su padre. A lo largo de su carrera lo ha interpretado decenas de veces. En esta ocasión el dúo es con Sting.
En la versión del Panis Angelicus del King’s College no hay protagonistas: el protagonista es el coro. Aunque el vídeo no está mal, es difícil escuchar sin pensar: “¡Qué bien se debe escuchar esto en directo!”.
Nuestra última versión, más orquestada, es la de André Rieu, Mirusia y la Orquesta Johann Strauss, en directo desde el Amsterdam Arena.
En latín
Panis angelicus
fit panis hominum;
dat panis coelicus
figuris terminum;
o res mirabilis!
Manducat Dominum
pauper, pauper
servus et humilis.
pauper, pauper
servus et humilis.
Panis angelicus
fit panis hominum;
dat panis coelicus
figuris terminum;
o res mirabilis!
Manducat Dominum
pauper, pauper
servus et humilis.
pauper, pauper
servus, servus et humilis.
Amen.
En español
El pan angelical
se convierte en pan de los hombres;
El pan del cielo
acaba con las antiguas figuras:
¡Oh, cosa admirable!
Se alimentan del Señor
los pobres, los siervos y los humildes.
Te rogamos,
Dios, uno en tres,
que así vengas a nosotros,
como a Ti te damos culto.
Por tus caminos
guíanos adonde anhelamos,
A la luz en la que moras.
Amén.
Juan Pardo, en arguments.es.
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