Escrito por it.radiovaticana.va / romereports.com.
Francisco retoma su iniciativa, que puso en marcha durante el Año Jubilar
El Papa ha querido, también en el mes de mayo, dar continuidad a los “Viernes de la Misericordia”, gestos inspirados en las obras de misericordia corporales y espirituales que el Santo Padre realizó durante el Jubileo. En la tarde de hoy −informa un comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede− el Papa ha salido del Vaticano y ha ido a Ostia.
Como signo de cercanía a las familias residentes en la periferia de Roma, ha decidido bendecir casa por casa, como hace el párroco cada año, precisamente durante el periodo pascual. Hace dos días, don Plinio Poncina, el párroco de Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia, había puesto −como de costumbre− un aviso en la puerta del edificio de las casas de protección oficial, advirtiendo a las familias que pasaría a verlas para la habitual bendición pascual.
Ha sido grande hoy la sorpresa cuando, al tocar el timbre, en vez de al párroco los inquilinos han visto al Papa Francisco. El Santo Padre se ha “hecho párroco”: con gran sencillez se ha entretenido con las familias, ha bendecido una docena de apartamentos que componen el bloque de la Plaza Francesco Conteduca 11, y les ha regalado un rosario. Bromeando, ha querido pedir perdón por las molestias, pero asegurando que había respetado el horario de silencio cuando los inquilinos descansan después de comer, como reza el cartel que hay en la entrada del edificio.
Aunque pertenece al Ayuntamiento de Roma, Ostia, con sus casi 100.000 habitantes, constituye un núcleo a se, acogiendo dentro de su contexto urbano una viva comunidad de fieles, que se encuentra viviendo y compartiendo también algunas realidades difíciles, vinculadas a la vida de la periferia. La parroquia y el pequeño campo de fútbol adjunto, suelen ser con frecuencia punto de encuentro para la comunidad y constituyen también un punto de llegada para esas realidades sociales y existenciales que a menudo, padeciendo formas de exclusión, permanecen en los márgenes.