“Muy bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en el gozo de tu Señor”
Como una vida santa vivida entre santos podría resumirse la existencia terrena de Mons. Javier Echevarría. En efecto, Mons. Echevarría gasta gran parte de su vida trabajando y colaborando junto a San Josemaría Escrivá y al Beato Álvaro del Portillo, a quienes luego sucederá en el gobierno de la Prelatura del Opus Dei.
Se podría decir que casi no tuvo vida propia, porque su tiempo y su talento lo puso en servir a esos dos gigantes de la Iglesia contemporánea para luego servir a la entera familia de la Obra. Al llorar su partida, agradecemos a la Trinidad Beatísima y a Nuestra Señora de Guadalupe el ministerio fecundo y humilde de este hijo egregio de San Josemaría, cuya vida ha quedado bien plasmada en su lema episcopal: Deo omnis gloria.