Hoy quiero centrarme en la responsabilidad que cada uno de vosotros tiene para con su educación
Estaba ayer con unos vídeos de YouTube cuando Obama ‘entró en mi casa’, en mi televisor, sin llamar. Literalmente, se me coló.
Como el presidente hablaba a chavales, a estudiantes, su discurso en Arlington, Virginia (8 de septiembre 2009) fue captando mi atención.
Me ha parecido interesante traerte un extracto del mismo.
Además, te dejo el vídeo con subtítulos en inglés. Animo a padres y profesores a que inviten a sus hijos y estudiantes, respectivamente, a que vean junto a ellos la intervención del aún presidente. En su literalidad. Así practicamos inglés y… aprendemos doblemente.
“He hablado acerca de la responsabilidad de vuestros maestros… de vuestros padres… de vuestro gobierno… Pero al final del día, podremos tener los profesores más dedicados, los padres que más os apoyen y los mejores colegios del mundo y nada de eso importará a menos que todos vosotros cumpláis con vuestras responsabilidades. A menos que… llevéis a cabo el duro trabajo que se necesita para tener éxito.
Y es en eso en lo que quiero centrarme hoy: la responsabilidad que cada uno de vosotros tiene para con su educación.
Cada uno de vosotros tiene algo en lo que es bueno… algo que ofrecer. Y tenéis la responsabilidad con vosotros mismos de descubrir de qué se trata. Esa es la oportunidad que la educación os puede proporcionar.
… No importa lo que quieras hacer con tu vida. Te garantizo que necesitarás una educación para poder hacerlo… Tenéis que trabajar para ello y capacitaros; y aprender.
Y esto no es solamente importante para vuestras propias vidas y vuestro futuro personal. Lo que hagáis con vuestra educación decidirá nada menos que el futuro de este país…
… Necesitamos que cada uno de vosotros desarrolle sus talentos, habilidades e inteligencia para que pueda ayudar a resolver nuestros problemas más complejos.
Tal vez no haya adultos en vuestras vidas que os den el apoyo que necesitáis. Tal vez alguien en vuestra familia ha perdido su trabajo y no hay dinero suficiente. Tal vez vivís en un barrio donde no os sentís seguros, o tenéis amigos que están presionando para que hagáis cosas que sabéis que no son correctas.
Pero al final del día, las circunstancias de vuestras vidas… no sirven de excusa para descuidar vuestros deberes o tener una mala actitud. No son excusa para contestar a vuestros maestros, o interrumpir en clase, o renunciar a la escuela. No os excusa para no intentarlo.
Donde ahora mismo estéis no tiene que determinar dónde acabaréis. Nadie ha escrito por vosotros vuestro destino. Aquí en Estados Unidos, uno escribe su propio destino. Uno hace su propio futuro.
… Hoy estoy apelando a que cada uno de vosotros establezca sus propias metas para su educación y a que hagáis todo lo posible por cumplirlas.
Sea lo que fuere lo que decidáis hacer, quiero que os comprometáis a ello. Quiero que realmente trabajéis en ello. Sé que a veces la televisión da la sensación que se puede ser rico y exitoso sin ningún trabajo duro, de que vuestra llegada al éxito será a través del rap o del baloncesto o siendo una estrella de un reality show de televisión, cuando las posibilidades en verdad son que no vais a ser ninguna de esas cosas.
… No vais a adorar cada tema que estudiéis. No vais a tener afinidad con cada maestro. No todos los deberes escolares os parecerán totalmente adecuados para vuestra vida en este mismo instante. Y no necesariamente tendréis éxito en todo la primera vez que lo intentéis.
Eso es normal. Algunas de las personas más exitosas del mundo son aquellos que tuvieron muchos fracasos. El primer libro de Harry Potter de J.K. Rowling fue rechazado doce veces antes de que fuera finalmente publicado. Michael Jordan fue separado de su equipo escolar de baloncesto, y perdió cientos de partidos y miles de lanzamientos durante su carrera. Pero una vez dijo: ‘He fracasado una y otra y otra vez en mi vida. Y es por eso que tuve éxito’.
Estas personas triunfaron porque entendieron que no puedes dejar que tus fracasos te definan; lo que tienes que dejar es que te enseñen. Tienes que dejar que te muestren qué es lo que debe hacerse de modo diferente la próxima vez.
Nadie nace siendo bueno en las cosas, uno se vuelve bueno en las cosas a través del trabajo duro. No eres un atleta universitario la primera vez que ejercitas un nuevo deporte. No aciertas cada nota la primera vez que cantas una canción. Tienes que practicar. Es lo mismo con el trabajo escolar.
… No tengáis miedo de hacer preguntas. No tengáis miedo de pedir ayuda cuando la necesitéis. Yo lo hago todos los días. Pedir ayuda no es una señal de debilidad, es una señal de fortaleza. Demuestra que uno tiene la valentía de admitir cuando no sabe algo, y, así, aprender algo nuevo.
Y aun cuando estéis desanimados, y sintáis que otras personas han renunciado a creer en vosotros, no tiréis la toalla. Porque cuando lo hacéis, también la tiráis por vuestro país.
La historia de Estados Unidos no es la de personas que se rindieron cuando las cosas se pusieron difíciles. Se trata de personas que siguieron adelante, que lo intentaron más duramente, que amaban a su país demasiado como para dar algo menos que lo mejor de sí mismos.
… Vuestras familias, vuestros maestros, y yo estamos haciendo todo lo que podemos para asegurarnos de que tengáis la educación que necesitáis… Pero vosotros tenéis que cumplir vuestra parte también.
Así que espero que os toméis en serio este año. Espero que pongáis vuestros mejores esfuerzos en todo lo que hagáis. Espero grandes cosas de cada uno de vosotros.
No nos dejéis caer. No dejéis que vuestra familia, vuestro país, o vosotros, tú mismo, caigas. Haznos sentirnos orgullosos a todos. Sé que puedes hacerlo.
... Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a América”.
Uno no puede acabar sino diciendo: Amén. Incluso si Obama no es santo de mi devoción…
¡Ah, Barack, y que bendiga España… que buena falta nos hace!
Y aquí también empieza el curso. Al menos, el escolar…
José Iribas, en dametresminutos.wordpress.com.
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