En pleno Pirineo aragonés, muy cerca de Huesca, el santuario mariano de Torreciudad es como un gran hospital de campaña donde curar el alma
“Veo la iglesia como un hospital de campaña tras la batalla. Curar heridas, curar heridas…”. Desde el principio de su Pontificado, el Papa Francisco no ha dejado de repetir esta contundente metáfora. Y si la Iglesia tiene que ser un hospital, cada parroquia, cada monasterio, cada santuario, tendría que ser, al menos, un dispensario de estos primeros auxilios.
En pleno Pirineo aragonés, muy cerca de Huesca y a 24 km de Barbastro, el santuario deTorreciudad cumple 40 años. Entramos en la sala de mandos de este templo y un rector saliente −Javier Mora-Figueroa− y otro entrante −Javier Cremades− nos cuentan cuál es el secreto de este hospital del corazón.