La visita del Papa Benedicto XVI es muy esperada y querida por el pueblo de México y también por Latinoamérica.
México tenía ya una cita con él desde que fue nombrado. Parecía que el Congreso Mundial de las Familias en el Distrito Federal en el año 2009 iba a ser la ocasión propicia, sin embargo, los médicos le indicaron que viajes transatlánticos podrían ser de cuidado para su salud, y especialmente, llegar a una ciudad como lo es México, con una altura de poco más de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
Ante esa primera negativa nos dimos cuenta que había que presentarle un planteamiento de manera distinta, y llegó la oportunidad ahora de concretarlo, y nos da una inmensa alegría. Sabemos que el Santo Padre lo deseaba y estaba en su corazón; personalmente me lo había dicho, desde la primera vez que le dije que teníamos la inquietud y el deseo de tenerlo en estas tierras.
El Santo Padre tiene un mensaje para nosotros, ha insistido en que su tarea como Papa es dar respuesta a los grandes desafíos que tiene la Iglesia en este tiempo. Ha señalado la necesidad de superar una crisis de fe interna que se extiende más allá de la frontera de la Iglesia; es una crisis que llega a todos los creyentes debido a la secularización.
El Papa nos llama a la necesidad de volver a dar testimonio de la fe, con el compromiso de relación fraterna entre la sociedad, entre los cristianos, emprendiendo caminos de reconciliación entre las Iglesias, particularmente cristianas, y el acercamiento con otras religiones. La crisis de fe se va a superar en la medida en que nosotros, los creyentes, la superemos en nuestra propia actitud ante la vida.
El Papa tiene la confianza puesta en Dios de que su tarea en este momento es volver a mostrar el camino y la vivencia de fe, para que se convierta en un fuerte testimonio donde las nuevas generaciones puedan redescubrir la importancia de la trascendencia.
Esta visita de Benedicto XVI es una enorme bendición para Nuestra Patria; es indudable el efecto que trae la presencia de un hombre de Dios, un hombre que en su espíritu trasmite el Espíritu del Señor Jesús.
Confiamos plenamente que en México la presencia del Papa Benedicto XVI será una ocasión de alegría, gracia y bendición.
Mons. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla. Presidente de la CEM. Presidente del CELAM
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Todos los pormenores del viaje del Papa a México se pueden seguir en la red gracias a un sitio web que acaba de ser presentado, según informó la agencia Fides