Entrevista al Prefecto de la Casa Pontificia

Con el mes de agosto vuelven los encuentros públicos del Papa. El martes por la tarde recibirá a monaguillos de lengua alemana; el miércoles por la mañana volverá la esperada la Audiencia general, esperemos que con la catequesis sobre la Familia; el viernes recibirá a un Movimiento de Eucaristía Juvenil.

Por cierto, la Audiencia general del 26 de agosto será la número 100 del Papa Francisco. Además, la Prefectura de la Casa Pontificia ha comunicado que, desde el comienzo del Pontificado, han tomado parte en las audiencias generales, ángelus y demás audiencias especiales en el Vaticano, 15 millones de personas.

Alessandro Gisotti ha entrevistado al Prefecto de la Casa Pontificia, mons. Georg Gaenswein:

Monseñor Gaenswein, ¿nos puede hablar de la importancia de ese momento de encuentro entre el Pastor y el Pueblo de Dios?

Efectivamente, el Papa retoma el miércoles próximo las audiencias generales en el Aula Pablo VI. Estará llenísima, pero los números no son demasiado altos, por lo que el Aula Pablo VI bastará. Está claro que la audiencia general para el Papa Francisco es un encuentro muy deseado y se le ve y se siente en plena forma. Los fieles ven y oyen al Papa; es un contacto directo −quizá, para muchos, la única vez en su vida− y eso deja una marca para toda la vida. Está la palabra, pero también la atmósfera e incluso la mirada. El encuentro es también un encuentro de los sentidos, que para el Papa Francisco es muy importante. Y no solo para él, sino también para nuestros fieles, para nuestros peregrinos.

El Año de la Misericordia se acerca. ¿Puede decirnos algo precisamente a propósito de las citas relativas a experiencias como la audiencia general? ¿Hay novedades que nos pueda anticipar?

Sí, hay una novedad importante. En vista del Año jubilar de la misericordia, una vez al mes, un sábado −ya hemos establecido las fechas− habrá una audiencia general de más, sobre el mismo tema de la audiencia general. Ya veremos, pero será una audiencia general con el carácter del Año jubilar.

¿Qué es lo que más le llama la atención de las audiencias generales del Papa Francisco, teniendo claramente una mirada privilegiada?

Quien participa en las audiencias generales del Papa Francisco ve, oye, percibe que el Papa se siente a gusto. Él suele hablar de la cultura del encuentro y ahí vive lo que dice. Se ve que está muy a gusto cuando encuentra a los fieles, al dejarse tocar, al sentir. Sobre todo, se ve cómo trata a los enfermos cuando los encuentra, o a las personas que tienen problemas. Es siempre un dar y un recibir. Y eso es un gran don, es una gran dote del Papa Francisco.

¿Y qué es lo que le llamaba la atención de las audiencias del Papa Benedicto, del que estaba siempre al lado como secretario particular?

Como secretario, para mí, era muy importante oír al Papa Benedicto. Su palabra llenó el corazón, alimentó, orientó. El Papa Francisco es la persona que te toca el corazón, y el ojo está más ocupado. Con el Papa Benedicto, en cambio, era más bien el oído el que estaba más ocupado.

¿Cómo está pasando este periodo estivo Benedicto XVI? Hemos visto el recibimiento de la gente de Castel Gandolfo, donde el Papa emérito ha pasado un breve periodo de descanso.

El Papa Francisco ha invitado con insistencia al Papa Benedicto a trasladarse durante un buen periodo a Castel Gandolfo. Al final, el Papa Benedicto aceptó y ha estado dos semanas en Castel Gandolfo, donde siempre se ha encontrado muy bien. Cuando llegamos en coche había ya mucha gente que lo esperaba y se puso muy contento. Estas dos semanas le han sentado muy bien. Ha vuelto al Vaticano y trascurre las jornadas como ha hecho siempre: rezando, meditando, leyendo. Dentro de poco vendrá su hermano, que se quedará casi todo el mes de agosto. Eso quiere decir que el mes de agosto será dedicado a su hermano. Está bien. Ciertamente hace calor, ¡pero el aire acondicionado, gracias a Dios, funciona muy bien!

Fuente: it.radiovaticana.va.

Traducción de Luis Montoya.

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