Hoy por hoy parece ya imparable la repulsa mundial hacia el fundamentalismo islamista
ReligionConfidencial.com
Algunas posiciones contrastan con otras respuestas, como las procedentes de Egipto o Pakistán, que protestan contra la “injerencia” del Papa al condenar la violencia contra los coptos o al pedir la derogación de la ley anti-blasfemia
Comenzó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, protestando del clamoroso silencio de la Unión Europea ante la violencia contra los cristianos en Egipto: «En Irak como en Egipto —proclamó desde el Elíseo— los cristianos de Oriente están en su país desde hace 2000 años. No podemos aceptar que la diversidad humana, cultural y religiosa, que es la norma en Francia, en Europa, y en la mayoría de los países occidentales, desaparezca de esa parte del mundo».
Pronto, los ministros de Exteriores de Italia, Francia, Polonia y Hungría escribieron al Alto Comisionado de la UE, Catherine Ashton, pidiendo propuestas concretas inmediatas, para ser adoptadas en la reunión ministerial de la UE del 31 de enero en Bruselas. La canciller alemana Angela Merkel se anticipó enviando su propio mediador a El Cairo.
También expresó su preocupación por la creciente cristianofobia el ex primer ministro Romano Prodi, quien se adhirió a las protestas. Su firme actitud facilitó también la postura adoptada con amplísima mayoría en sede parlamentaria en Italia, con el fin de resistir los diversos ataques a la libertad religiosa en cualquier lugar del mundo.
Por esos días, se publicaban también las conclusiones de sondeos sobre la percepción del Islam en Francia y Alemania. Coinciden con el criterio del 57,5% del electorado de Suiza, que se pronunció a finales de 2009 sobre la propuesta de prohibir en la Constitución la erección de minaretes en las mezquitas que se construyan en el futuro. Según una encuesta del conocido IFOP, el 68% de los franceses y el 75% de los alemanes estiman que los musulmanes "no están bien integrados" en la sociedad. El sondeo se realizó en ambos países del 3 al 9 de diciembre 2010, para el diario Le Monde, que publicaba sus comentarios el 4 de enero.
En ese contexto, se explica mejor la reacción de los musulmanes de Francia contra el terrorismo anticristiano. Acaba de publicarse una petición colectiva en el diario Libération, fruto de una iniciativa de la revista trimestral Respect Magazine. La Croix la presenta como un hito en la historia del Islam en Francia. Ante todo, por la condena enérgica de los ataques contra los cristianos en el Oriente Medio. Además, por la amplitud de los firmantes, que representan distintas sensibilidades dentro de la comunidad musulmana de Francia.
No están sólo imanes o autoridades religiosas más o menos conocidas, sino personalidades de diversos ámbitos culturales y sociales. Entre los primeros 70 firmantes hay artistas, escritores, empresarios, médicos, periodistas, compositores, catedráticos, sociólogos, arquitectos, cineastas, presidentes de asociaciones cívicas, concejales y funcionarios. No todos son creyentes en sentido estricto; figuran también personas que se consideran simplemente de tradición o cultura musulmanas. El appel está abierto a adhesiones aquí.
Se trata de un auténtico manifiesto, breve, con el expresivo título “El Islam, escarnecido por los terroristas”. Se refiere expresamente a las “atrocidades cometidas en nombre del Islam” contra los cristianos en Egipto y en Iraq. Afirma que «estos asesinos no son del Islam y no representan en absoluto a los musulmanes». Rechaza en concreto la que consideran usurpación de la propia identidad religiosa por parte de “falsarios” que esgrimen la religión como un arma destructiva.
Unos días después se conocía que, en un seminario celebrado en Copenhague —organizado por iniciativa de Dinamarca y de la ONG británica The Foundation for Relief and Reconciliation in the Middle East dignatarios chiítas y sunitas de Iraq han concordado una fatwa de condena de las violencias contra los cristianos y otras minorías religiosas iraquíes. «Esta fatwa condena todas las atrocidades contra los cristianos y subraya que esas matanzas son totalmente contrarias al Corán». Exhortan, en fin, al gobierno de Bagdad para que lleven la cuestión al orden del día de la próxima cumbre de la Liga árabe que se celebrará en marzo en la capital de Iraq.
Estas posiciones contrastan con otras respuestas, como las procedentes de Egipto o Pakistán, que protestan contra la “injerencia” del Papa al condenar la violencia contra los coptos o al pedir la derogación de la ley anti-blasfemia. Pero, hoy por hoy, parece ya imparable la repulsa mundial hacia el fundamentalismo islamista.