Se considera a Vatanen un radical por no estar a favor del aborto y la eutanasia
LaIglesiaEnLaPrensa.com
Escribe hoy El País sobre Ari Vatanen, ex campeón mundial de rallyes que aspira a ser presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), en sustitución de Max Mosley. No es probable que lo consiga, pero ese es otro tema.
A lo que voy es al modo en que el diario madrileño presenta a Vatanen: Un radical al volante, se lee en el título. Y en el subtítulo se especifica: Vatanen, opuesto al aborto y la eutanasia, aspira hoy a ganar a Todt para presidir la FIA.
Es decir, el ex piloto finlandés es radical porque se opone al aborto y a la eutanasia. Me pregunto si se trata de un energúmeno que va dando mandobles al personal que no piensa como él.
Pero, según se deduce leyendo sus mismas frases sobre el aborto que publica El País, Vatanen no ofrece de ningún modo esa impresión. Puede resultar más políticamente incorrecta su actitud ante el cambio climático, que no se lo cree, pero no es esa la radicalidad que se subraya en titulares.
En resumen, El País considera a Vatanen un radical por no estar a favor del aborto y la eutanasia. He mirado cómo define la Real Academia el término radical. El diario lo emplea en su cuarta acepción: Extremoso, tajante, intransigente.
Después de leer cómo se presenta a Vatanen, pienso que la intransigencia es la demostrada por El País en su afán por imponer el pensamiento único a los demás, incluso en una inocente página de la sección de Deportes.
Se descalifica como radicales a los que considera disidentes de su modo de pensar. No sé por qué, pero es una actitud que sabe de régimen ya pasado