Sobre el aborto y la manifestación en Madrid 17-O
Scriptor.org
Ante la ley Zapatero del aborto, una parte muy sustancial de la sociedad civil española se ha levantado por el derecho a vivir, y en contra de la realidad inhumana del aborto.
Estamos asistiendo a un evento muy similar al que Estados Unidos vivió hace pocas décadas con el movimiento de derechos civiles, contra la segregación y discriminación racial a través de medios no violentos. Sólo falta que aparezca un catalizador semejante a Martin Luther King, Jr., que sepa decir algo semejante a su discurso de 1963, "I Have a Dream".
Como de ordinario, los periódicos se dejan llevar por sus principios a la hora de cuantificar y calificar un evento como el que ayer tuvo lugar en Madrid. Se diría que estamos ante una subasta. ¿Dos millones de personas? ¿Masiva muchedumbre? ¿Marea humana clamorosa? ¿Millón y medio? ¿Cerca de un millón? ¿"Varios miles"? Hay titulares, vídeos y fotografías para todos los gustos.
Hay artículos escritos con ilusión y esperanza manifiestas, y hay artículos escritos con bilis e ira contenidas tras ironías y presuntas objetividades. Poco importa ahora: académicos habrá que hagan tesis doctorales sobre este asunto de diferencias y semejanzas entre opinión pública y opinión publicada, a propósito del aborto y de esta y anteriores manifestaciones en favor de la vida del nasciturus.
Lo que está claro es que el aborto importa, y mucho, en España, hoy, en estos momentos. Y no es sólo una cuestión de partidos políticos y de poder. Es un asunto claramente cívico. Quizá ha estado la sociedad adormilada o atemorizada, pero en estos momentos se puede decir que del aborto se habla como de algo dañino y perverso para la sociedad, y no sólo como un manido derecho de la mujer y su cuerpo.
Lo confirma la frase de Ignacio Arsuaga, destacada por (casi) todos los medios: «El aborto desaparecerá como ha desaparecido la esclavitud».
Lo confirma el magnífico artículo de Juan Manuel de Prada, que recomiendo leer de cabo a rabo: Nadadores a contracorriente.
Lo confirma la magnífica anotación de Álvaro de la Rica en su blog, Hobby Horse: Aborto.
Seguro que hay muchos más. Irán apareciendo.