El Prelado reflexiona sobre el valor santificador del trabajo
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En su carta pastoral de octubre, el Prelado del Opus Dei, manifiesta el agradecimiento de todos al Señor por dos aniversarios en la vida de la Obra: su fundación, el 2 de octubre de 1928 y la canonización de San Josemaría, el 6 de octubre de 2002, e invita a todos a meditar en la sobrenatural intuición del Fundador, como calificó Juan Pablo II, al valor santificador del trabajo ordinario en medio del mundo.
Escuchemos a San Josemaría señala Mons. Echevarría: somos nosotros hombres de la calle, cristianos corrientes, metidos en el torrente circulatorio de la sociedad, y el Señor nos quiere santos, apostólicos, precisamente en medio de nuestro trabajo profesional, es decir, santificándonos en esa tarea, santificando esa tarea y ayudando a que los demás se santifiquen con esa tarea (
), afirmando que esas palabras de nuestro Padre resuenan con fuerza en los momentos actuales, signados por una profunda crisis económica y laboral que afecta a muchos países.
Y continúa recordando la enseñanza de San Josemaría: los bienes de la tierra no son malos; se pervierten cuando el hombre los erige en ídolos y, ante esos ídolos, se postra; se ennoblecen cuando los convertimos en instrumentos para el bien, en una tarea cristiana de justicia y de caridad. No podemos ir detrás de los bienes económicos, como quien va en busca de un tesoro; nuestro tesoro está aquí (...); es Cristo y en Él se han de centrar todos nuestros amores, porque donde está nuestro tesoro allí estará también nuestro corazón (Mt 6, 21).
Urge a todos a tener un gran amor a la justicia, informado en todo momento por la caridad, junto a la preparación profesional propia de cada uno, es el arma cristiana para colaborar eficazmente en la resolución de los problemas de la sociedad, y afirma que San Josemaría ponía en guardia frente a las doctrinas que ofrecen falsas soluciones por materialistas a los problemas sociales, quien afirmaba que para resolver todos los conflictos de los hombres nos bastan la justicia y la caridad cristianas.
Al final de su carta, el Prelado pide a todos permanecer muy unidos a sus intenciones, recordando que, como es natural, en primer plano está siempre la oración por el Papa y por sus colaboradores.
Para terminar su carta, afirma que siente la urgencia de que crezca en todas y en todos el afán de conocer los diferentes pasos de la vida de San Josemaría: su finura para cuidar lo que el Cielo puso en sus manos le motivó para ser un leal servidor de Dios, de la Iglesia con esta partecica, la Obra, de sus hijas y de sus hijos, y de todas las personas, también de las que no le comprendían.
Texto completo de la Carta del Prelado del Opus Dei