Cuando se cumplen 35 años de su visita a Luján
Cope.es
Con la emoción del testimonio vivo de quienes acompañaron al fundador del Opus Dei durante su romería a la Basílica de Luján, fue bendecida ayer una imagen de mármol que recordará a los que peregrinen a la casa de la patrona de Argentina el paso del santo español por el templo.
Reconociendo el legado de este santo, cuya devoción no se reduce sólo a los que siguen su camino en el Opus Dei sino que se abre a toda persona de buena voluntad, la Iglesia que peregrina en Argentina brindó un merecido homenaje a san Josemaría Escrivá de Balaguer.
El santo de lo ordinario, como lo definió Juan Pablo II, visitó Argentina hace exactamente 35 años. De pocos santos canonizados se tiene un seguimiento tan claro de lo que hizo en este país; quizá de san Luis Orione.
Colmado de fieles, el Santuario Nacional de Argentina, la Basílica de Luján, presenció una emotiva bendición de una imagen que conmemora el paso del Santo por el sitio. Un 12 de junio de 1974 realizó el fundador del Opus Dei una romería para conocer a la patrona de los argentinos. Allí oró, y muchos de los que estuvieron allí, recordaron ese momento en el día de ayer al participar de la celebración.
Antes de la bendición, el Arzobispo de Mercedes Luján, monseñor Agustín Radrizzani, salesiano, presidió una Eucaristía en acción de gracias por el paso de san Josemaría por el templo.
Secundado por otros obispos concelebrantes, dos de los cuales estaban en el mismo sitio hace 35 años, y por gran parte del presbiterio de la prelatura personal del Opus Dei en Argentina, el Arzobispo repasó el legado de San Josemaría para la Iglesia, evocó el especial amor que éste guardaba por los sacerdotes, y compartió su emoción al visitar cerca de Luján, en la casa de Retiros La Chacra, de Bella Vista, la habitación en la que durmió durante su estancia en Argentina el santo español.
La imagen, entronizada en una capilla cercana al altar central de la Basílica, fue esculpida por el artista italiano Orio Dal Porto. Está esculpida en un bloque de mármol de Carrara y tiene una altura total de 1,05 metros.
Cuando me vaya, me quedaré a los pies de Santa María de Luján; ahí dejo mi corazón
Hijos míos, gracias, gracias a Dios, gracias a vosotros, y gracias a Santa María de Luján: porque he venido, y porque me iré, pero volveré; y además, me quedaré, dijo San Josemaría al dejar Argentina.
Con esta imagen entronizada ayer, su deseo, ya cumplido en el corazón de los miles de católicos que desde el Opus Dei y también desde fuera siguen sus enseñanzas en el país sudamericano, se hace materia el reconocimiento a la estela que el gran santo español dejó en territorio argentino.