El tener un hijo así es lo que ha dado sentido a nuestras vidas, suelen confesar algunos
Todos los años, Fleuroselect, la Organización Internacional para la Industria de Plantas Ornamentales, entrega sus medallas de oro a las variedades de flores que considera más originales por su color o alguna otra cualidad botánica. La última ceremonia tuvo lugar en Madrid.
Como miembro de esa organización, desde que hace un cuarto de siglo impulsara el centro especial de empleo La Veguilla, José Alberto Torres era esta vez el anfitrión. En su intervención explicó a los asistentes, procedentes de empresas de los cinco continentes, la labor que desempeñan los 150 empleados, la mayoría discapacitados psíquicos, en el que se considera el mejor vivero de flores de la Comunidad de Madrid y uno de los principales de España.
El verdadero humus que fertiliza estos invernaderos es el valor santificante de todas las ocupaciones humanas nobles y su profunda dignidad, que José Alberto aprendió en el Opus Dei. Me propuse que estas personas a las que Dios también llama a la santidad descubrieran en sus tareas un medio para encontrar a Dios y para servir a los demás.
La Veguilla ya existía como escuela de discapacitados mentales, pero faltaba una orientación clara. Y tras una intensa experiencia laboral como funcionario de dos ministerios y como gerente de un colegio, decidí meterme a fondo en esta iniciativa.
Da alegría observar sus rostros cuando ven los camiones cargados del fruto de su tarea.
La verdadera integración que se persigue es que los alumnos puedan valerse por sí mismos, que trabajen y vivan de su trabajo, tengan autonomía y puedan fundar una familia.
* * *
Separata de documentación sobre un invernadero llevado por 150 empleados, la mayoría discapacitados psíquicos: http://multimedia.opusdei.org/pr/doc/la_veguilla.pdf