El prelado del Opus Dei reclama que el "egoísmo" de la empresa se cambie con criterios de humanismo cristiano
El prelado del Opus Dei y gran canciller de la Universidad de Navarra, Javier Echevarría, lamentó ayer el "egoísmo y utilitarismo" de la empresa, que trata a las personas como "meros recursos productivos", y apostó por cambiarlo por "reciprocidad y donación" con criterios de humanismo cristiano.
En la inauguración del XV Simposio Internacional de Ética, Negocio y Sociedad del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), monseñor Echevarría explicó que la empresa es una "comunidad de personas libres y responsables que trabajan por un objetivo común", que no es el beneficio económico.
Para el prelado del Opus Dei, la importancia del trabajo humano va "más allá" de estos beneficios, y que tiene que reconocerse la dignidad de la propia tarea y su servicio a la sociedad.
Por ello, llamó a los directivos a "organizar la empresa para favorecer los derechos de la persona y los derechos humanos" y a no tratar a los empleados como "recursos o piezas de una estrategia", ya que en sí mismos son "acreedores de respeto".
En su discurso, 'El humanismo cristiano en la empresa y la dirección', explicó que este concepto implica tener en cuenta al hombre como "principio, centro y final de la actividad económica". Sin embargo, pese a que apuntó que "todo humanismo remarca la centralidad del hombre", negó que todos los tipos sean iguales desde el punto de vista moral y social.
Así, rechazó el humanismo "cerrado" a Jesús, a Dios y a la trascendencia, que tildó, recordando unas palabras del Papa Benedicto XVI, de "dictadura del relativismo". Por contra, defendió que "Dios no sólo no priva al hombre de su dignidad, sino que le aporta su más sólido fundamento y su plena y auténtica realización".
De este modo, añadió, el humanismo cristiano constituye un "sólido fundamento" para no caer en la tendencia subjetivista o relativista que lleva a los hombres a convertirse en la "única medida de sí mismos".
En el simposio, que se celebra con motivo del 50 aniversario del IESE, vinculado a la Universidad de Navarra, como gran canciller de la institución, explicó que "la conducta cristiana del hombre de empresa debe manifestarse en en su trabajo directivo, sin caer ni en actitudes materialistas ni en falsos espiritualismos", algo a lo que el IESE debe contribuir mediante su formación.
"Hay mucho por hacer. Es preciso llegar más lejos. Por eso, resulta decisivo que vayáis por delante en la práctica del humanismo cristiano, cuyo contenido es inagotable", animó el prelado del Opus Dei, Prelatura personal de S.S. el Papa que cuenta con unos 87.000 fieles en el mundo.