Fuente: Mujernueva.com, (ABC, España, 2007-01-25)
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El Ministerio de Sanidad y Consumo ha elegido una vez más la fórmula de la autorregulación para comprometer a una parte de la industria en promocionar hábitos saludables entre los consumidores. En esta ocasión han sido los principales fabricantes de ropa del país los que han firmado un acuerdo voluntario con Sanidad, con la intención de promover cánones de belleza saludables entre la población española y unificar las tallas, dejando de lado la extrema delgadez que suele impulsar el mundo de la moda. En el fondo, lo que se pretende es luchar contra la anorexia y otros trastornos de la alimentación que se ceban especialmente con las españolas más jóvenes.
Desde luego, los fabricantes de ropa deberán realizar un gran esfuerzo para seguir a rajatabla el acuerdo firmado ayer con Sanidad. Primero, no considerarán una «talla especial» la que se denomina talla 46 o su equivalente.
Y también deberán empezar a adaptar, cuanto antes, los maniquíes de los escaparates para acomodarlos a la realidad de los cuerpos de las españolas. Esto se llevará a cabo de forma progresiva, durante los próximos cinco años, y preferentemente en las tiendas más concurridas. La extrema delgadez no estará bien vista, y los fabricantes se han comprometido a que los maniquíes lucirán ropa, al menos, de la talla 38.
Las etiquetas cambiarán
La información que aparece en las etiquetas también deberá cambiar. «Más veraz, comprensible y lo más homogénea posible sobre el tallaje de las prendas», reza en el acuerdo, y reflejando «el rango de medidas corporales asociado a cada una de las tallas», explicó la ministra de Sanidad, Elena Salgado. Esto significa que en las etiquetas figurarán, por ejemplo, medidas de cintura y cadera, para faldas y pantalones, y de hombro y busto, para camisas. En definitiva, el consumidor se reconocerá en esas prendas y sabrá cuál se ajusta a su cuerpo.
El acuerdo tendrá una vigencia de cuatro años, renovable anualmente, y recoge además la creación de una comisión de seguimiento, encargada de velar por su cumplimiento. A todo ello se han comprometido más del 80 por ciento de las empresas dedicadas a la comercialización y distribución de prendas de vestir. Entre ellas, figuran El Corte Inglés, Zara, Cortefiel, Mango y las integradas en la Asociación de Creadores de Moda de España, la Federación Española de Empresas de la Confección y la Agrupación Española del Género de Punto.
Para unificar tallas y lograr modelos estéticos más acordes con la realidad de las españolas -las medidas más trascendentales de este acuerdo-, Sanidad necesita primero realizar un estudio antropométrico de la población femenina. Se trata de conocer cuáles son las medidas corporales más frecuentes entre ellas. Por tanto, citará a lo largo de este año a 8.500 mujeres (seleccionadas de forma aleatoria), de 12 a 70 años, a las que medirá, entre otras características, la altura de los ojos, de las rodillas o de la tibia; la longitud de la pierna o del codo a la muñeca; la anchura de los hombros, de la cadera o del pecho, y el perímetro del muslo o del cuello.
Cabinas de medición
Las mujeres seleccionadas se introducirán en una de las tres cabinas especiales que recorrerán 60 localidades de la geografía española para recabar los datos. En esas cabinas, un láser facilitará, en 30 segundos, una imagen en tres dimensiones del cuerpo, con más de 130 mediciones diferentes. Los primeros datos se obtendrán en Madrid (en el Instituto Nacional de Consumo), Tarancón (Cuenca) y Quartell (Valencia).